Está ya alquilado por personas que viven en él, no se puede visitar, no cuenta con ascensor, necesita una reforma, «no es apto para compradores que requieran financiación hipotecaria» y, pese a todo eso y pese a no estar ubicado, ni mucho menos, en la zona noble de la ciudad, un piso de 41 metros cuadrados y una habitación de la calle Miramar de A Coruña anunciado en la web Idealista tiene un precio de… ¡370.300 euros!
Sea una más de las barbaridades reales que aparecen, cada vez con más frecuencia, en los portales inmobiliarios o fruto de un error, lo que está claro es que este inmueble a la venta es cualquier cosa menos una «oportunidad para comprar tu piso», como se presenta en el propio anuncio de Idealista.
El piso, situado en una primera planta exterior, cuenta con una única habitación y un cuarto de baño. Lo más llamativo y lo que más contribuye a hacer que su precio se perciba como algo totalmente desproporcionado es el hecho de que viene con inquilinos incluidos y que quien lo compre deberá asumir el contrato en virtud del que esos moradores residen en él. Toda una ganga, sobre todo teniendo en cuenta que ni siquiera se puede visitar para constatar si, al menos, está en buen estado.
La existencia de viviendas a la venta con inquilinos dentro es cada vez más frecuente y es que son muchos los propietarios que, ante las dificultades de desalojar del inmueble a los moradores que no pagan lo que les corresponde, deciden intentar deshacerse de su propiedad y endosarle el quebradero de cabeza que supone echar a los inquiokupas al valiente (o incauto) que se anime a comprarla.
Las nuevas normativas y leyes, que benefician cada vez más a okupas e inquilinos que no pagan y cada vez menos a los propietarios, han hecho, no sólo que los caseros sean mucho más escrupulosos a la hora de alquilar una vivienda y de decidir a quién se la alquilan, sino también que haya propietarios que, cansados de esperar a que llegue un desahucio, toman la opción de vender.
Aunque el precio de 370.300 euros sea, probablemente, un error, el caso de este piso de A Coruña se suma a los de otros muchos que están a la venta pese a estar aún alquilados, una lista que no para de crecer para desestabilizar, aún más de lo que ya lo está, el mercado inmobiliario.