En plena Navidad llega desde Bruselas una noticia inquietante para los amantes de estas fechas tan entrañables, especialmente para los españoles, y es que la Unión Europea ha expresado su intención de hacer que el día de los Reyes Magos deje de ser festivo y que los niños, por tanto, tengan clase en la que para muchos es la jornada más mágica de todo el año. Es cierto que, por el momento, sólo pretende aplicar esta controvertida medida en los colegios de Bruselas que dependen del ente comunitario, a los que acuden los hijos de los funcionarios que trabajan para la UE en la ciudad belga, pero los eurodiputados de países como España ya han puesto el grito en el cielo.
No parece que la Unión Europea pretenda acabar con el festivo de los Reyes Magos en otros colegios europeos dependientes de ella, como los que existen en Alicante y Múnich, pese a lo cual muchos consideran el cambio aplicado en los centros de Bruselas como una afrenta totalmente innecesaria, máxime cuando cada vez más ciudadanos acusan a la Unión Europea a atacar y minorar las tradiciones cristianas frente a las de otras religiones e identidades.
La polémica llegó al punto de que medio centenar de eurodiputados de hasta doce nacionalidades distintas han presentado una carta con sus firmas para expresar que el Día de Reyes «no es una tradición simbólica o marginal» sino «un elemento central de la vida familiar y social comparable en relevancia a otros festivos que se respetan plenamente en el contexto de las escuelas europeas».
La carta lleva las firmas de todos los eurodiputados del PP, así como las de las socialistas Hana Jalloul, Cristina Maestre y Lina Gálvez; las de cinco eurodiputados de VOX y la de la eurodiputada Nora Junco, que concurrió inicialmente con Se Acabó la Fiesta y que ahora milita como independiente en el grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR).
«Las Escuelas Europeas se fundaron bajo los principios de diversidad cultural e igualdad entre Estados miembros, que deben reflejarse no sólo en declaraciones sino en decisiones concretas que afectan directamente la vida diaria de los alumnos y sus familias. Un calendario escolar que requiere que los niños vayan al colegio el día de Reyes fracasa a la hora de cumplir con el compromiso de respetar de manera efectiva la diversidad cultural», apunta un fragmento del texto de la carta.
