Antonio Mediavilla es el presidente en Asturias de la Asociación Española de Directores de Hotel (AEDH), un cargo al que llegó tras una larga e intensa trayectoria profesional que incluye su desempeño en empresas como Viajes El Corte Inglés, en hoteles como el de la Reconquista de Oviedo y en cadenas como Hotusa y Oca Hotels. Este técnico en empresas y actividades turísticas es uno de los artífices del proyecto de Iberik Hoteles y, en la actualidad, está inmerso en la puesta en marcha de una operadora con sede en Asturias que ya negocia con varios activos para asumir la gestión de hoteles. Muy satisfecho con los datos turísticos de Asturias en el último año y con los que pronostican para este 2023, Antonio Mediavilla destaca la sostenibilidad, la formación y la tecnología como los grandes pilares del cambio en el sector hotelero. A las administraciones les reclama un mayor control de los pisos turísticos, cuya masificación ve como un problema para los negocios y para los destinos, y una mayor interlocución con el sector privado.
-¿Cuál ha sido su trayectoria profesional hasta el día de hoy?
-Yo soy técnico de empresas y actividades turísticas y como tal he desarrollado mi actividad profesional en el sector del turismo. Mis comienzos fueron en Viajes El Corte Inglés, como agente de viajes en Asturias y durante 14 años. Posteriormente, ya pasé al sector hotelero, en el que trabajo desde el año 2009. De la mano de Meliá, me incorporé como director comercial en el Hotel de la Reconquista de Oviedo, que es la sede de los Premios Princesa de Asturias. Allí estuve seis años y, después, trabajé para el grupo Hotusa, con la marca Eurostars. De ahí, me pasé a una empresa gallega, OCA Hotels, donde comencé como director del Hotel Santo Domingo Plaza de Oviedo para después incorporarme como director comercial de la cadena. Después de esa etapa, dos inversores gallegos me propusieron crear una cadena hotelera con cuatro establecimientos (un balneario en Galicia, otro balneario en Cataluña, un hotel del Camino de Santiago y un hotel urbano en Oviedo). Acepté la propuesta de ir al frente con ese proyecto, al que denominamos Iberik Hoteles, marca con la que recientemente se ha inaugurado el Gran Balneario de Guitiriz. Ese es mi penúltimo proyecto profesional, porque el último es uno en el que estoy inmerso hoy en día, que es el de una operadora hotelera con sede en Asturias que hemos fundado cuatro socios. Ahora mismo, estamos en pleno proceso de negociación con varios activos y lo que buscamos es entrar a operar y gestionar hoteles. Este proyecto es muy bonito y de lo mejor que me ha podido ocurrir en mi carrera porque es un proyecto propio.
-¿Cómo llegó a ser el presidente de la Asociación Española de Directores de Hotel en Asturias?
-Conocía la Asociación Española de Directores de Hotel en un evento en Madrid y su presidente, Manuel Vegas, que siempre está pendiente de la asociación y en busca de formas de mejorarla para todos, me comentó que tenía cierto cambio en Asturias y me preguntó si me gustaría incorporarme como presidente, propuesta que, lógicamente, acepté desde el primer minuto. Es difícil negarle cualquier cosa a Manuel y es también muy difícil negarse a presidir una asociación tan potente como la AEDH. Desde el año 2020, justo antes de la pandemia, soy el presidente en Asturias.
«La sostenibilidad ha entrado en los hoteles para quedarse y ha hecho que tengamos que aplicar medidas que antes ni teníamos en cuenta»
-¿Cómo han cambiado la gestión hotelera y la profesión del director de hotel en los años que usted lleva como profesional en el sector?
-Hay ciertos pilares dentro de la profesión que han tomado mucha fuerza y que nos hemos visto obligados a asumir. El sector turístico es muy cambiante y obliga a que las empresas y los profesionales se adapten muy rápido. Uno de esos pilares es el de la sostenibilidad, que ha entrado en los hoteles para quedarse y que ha hecho que los directivos tuviéramos que formarnos y aplicar muchas medidas que antes ni teníamos en cuenta. Desde luego, ha sido un gran paso, no sólo para nuestro sector, sino para la sociedad en general. Otra cuestión importante es la formación, que ha adquirido una importancia crucial porque la pandemia ha provocado que mucho de nuestro personal se fuese a otros sectores y no volviera. Buena parte de los que se fueron eran empleados formados y nosotros tuvimos que reaccionar muy rápido para buscar recambios que, en muchos casos, no tenían la formación suficiente. La otra pata fundamental es la tecnología. Es necesario adaptarse a ella porque continuamente están apareciendo nuevas plataformas, nuevos programas informáticos… Hace años, por ejemplo, nos parecería increíble que se le pudiera mandar por internet a un cliente su llave de la habitación. Hoy en día, tenemos que estar muy formados al respecto y continuamente reciclándonos. La Asociación Española de Directores de Hotel nos ayuda en el día a día afrontar esas necesidades.
-¿Es tan difícil como dicen algunos hosteleros y empresarios del turismo encontrar personal formado y profesional?
-Es un tema muy a tener en cuenta con el que los directivos estamos muy preocupados, sobre todo en las zonas donde hay una gran y marcada estacionalidad. Hay una escasez de personal formado para nuestro sector, ya sea en la hostelería o en el alojativo. Se menciona mucho el tema de la hostelería con los camareros, pero es que estamos viendo este problema también en el personal base de nuestros hoteles: camareras de piso, mantenimiento, recepción… Claro que es una preocupación importante para todos nosotros. En eventos de la AEDH en los que nos reunimos los directores de diferentes comunidades autónomas queda claro que todos tenemos el mismo problema.
«Tras la pandemia, tuvimos que reaccionar muy rápido para buscar recambios para nuestras plantillas que, en muchos casos, no tenían formación suficiente»
-Y las declaraciones de algunos políticos del Gobierno, como las del ministro Alberto Garzón acusando al turismo de ser un sector con escaso valor añadido, no han ayudado.
-Los que trabajamos en este sector siempre hemos tenido una mochila y es que siempre se ha hablado de que se trabaja muchas horas, de que los sueldos son bajos… Yo estoy convencido de que, hoy en día, la inmensa mayoría de los empresarios del sector tienen a sus empleados, como mínimo, con las condiciones que marca el convenio. Estamos en un país en el que las condiciones laborales de los trabajadores son algo muy serio y los empresarios hemos aprendido que no todo vale. Los que dicen que seguimos sin personal por cuestiones como los horarios y los sueldos no están muy bien informados sobre la realidad del sector. Sí que es cierto que la hostelería tiene unos horarios complicados, porque hay turnos de trabajo en los que entran la noche y los días festivos, pero así está acordado por convenio y así va en los salarios. En cuando a lo que dijo el ministro Garzón, creo que fueron unas declaraciones en muy mal momento y no muy reflexionadas. Hay que recordar que nuestro sector supone alrededor del 13% del PIB nacional y que, por tanto, los números nos avalan.
-Con respecto al rápido avance de la tecnología al que aludió anteriormente, ¿existe el riesgo de que las innovaciones informáticas hagan que se pierdan las relaciones humanas entre los profesionales y los huéspedes?
-No lo creo. Siempre he pensado que la tecnología debe complementar las relaciones humanas y en este sector todos, tanto los clientes como el personal, necesitamos tener esa cercanía. Sí que es verdad que la tecnología va a favorecer la agilidad de determinadas operaciones pero, al final, la tecnología tiene que estar desarrollada y utilizada por personas. A la gente le seguirá encantando una sonrisa, una bienvenida o una despedida…
«Es necesario adaptarse a las nuevas tecnologías porque continuamente están apareciendo nuevas plataformas»
-¿Preocupa en el sector hotelero la proliferación de pisos turísticos?
-Nos preocupa la masificación, que no fue buena cuando llegó en décadas pasadas al ámbito de los hoteles en determinadas zonas turísticas y que no lo es tampoco ahora con los pisos turísticos. Cuando se produce esa masificación, hay un problema muy grande, no sólo económico para los hoteles por los clientes que les restan sino también para la ordenación de los destinos. El control de las autoridades sobre los pisos turísticos no tiene nada que ver con el que hay con los hoteles, ni en cuanto a seguros, ni en cuanto a las personas alojadas, ni en cuanto a las identidades y nacionalidad de esas personas. Ese control es fundamental, no sólo para nosotros, sino también para toda la sociedad, porque algunas ciudades se pueden convertir en un caos donde todo vale, por ejemplo, con fiestas que molestan a los vecinos que viven al lado de los pisos turísticos. Lo que pedimos nosotros es una regulación y un control sobre esos pisos.
-Ya que se acaban de convocar elecciones, ¿qué le pediría al Gobierno además de esa regulación y control de los pisos turísticos?
-Le pediría que estableciera un plan turístico a corto, medio y largo plazo. Ese plan debería incluir cuestiones relacionadas con la regulación, con la formación, con la tecnología, con la sostenibilidad… Esos son los pilares básicos de nuestro sector y de muchos otros. En el corto plazo, pediría una buena y justa distribución de las ayudas que estamos teniendo a nivel europeo. Hemos tardado muchísimo en recibir las ayudas prometidas por el Gobierno para paliar los efectos de la pandemia y, de hecho, todavía no están repartidas al 100%. También me gustaría que el Gobierno escuchara mucho más al sector privado.
-¿Cómo vivió usted una situación tan dura y compleja para el sector como fue la pandemia?
-Hoy en día, no sabría decir de si hemos tenido la suerte o la desgracia de haber vivido esto ya. Puede sonar mal lo de suerte, pero es cierto que la pandemia nos ha ayudado a hacernos más resilientes dentro del sector, a darnos cuenta de que somos gente formada y de que el cariño que le dedicamos a nuestras empresas, en épocas en las que nos vienen mal dadas, lo ponemos en práctica con más fuerza. A nivel profesional, nos ha enseñado que podemos abrir o cerrar un hotel en dos días. La pandemia nos ha dado esa agilidad y nos ha hecho pensar en nuevas formas de venta. Lo que tengo claro es que los que amamos esta profesión de la dirección de los establecimientos hoteleros debemos salir de estas crisis de una forma más fuerte y somos capaces de hacerlo.
«Hace años, nos parecería increíble que se le pudiera mandar por internet a un cliente su llave de la habitación»
-¿Cómo fue el pasado año y como está siendo este para el turismo en Asturias?
-La verdad es que la pandemia también ha ayudado mucho a los destinos de la cornisa cantábrica, porque el cliente nacional los veía como unos destinos no masificados y rodeados de naturaleza, que es una de las cosas que más busca el cliente pospandemia. El año 2022 ha sido excelente para Asturias, con crecimiento tanto en visitantes como en pernoctaciones, con el mejor dato de la serie histórica. También se ha crecido en cuanto a turistas internacionales. Este 2023 se presenta muy bien, la Semana Santa ha sido excepcional, lo mismo ocurrió en el puente de mayo y hay una previsión de un muy buen verano. Se han llevado a cabo unas negociaciones muy potentes con varias compañías aéreas que nos han puesto en conexión con ciudades europeas como Ámsterdam, Düsseldorf, Dublín, Roma, Múnich, Fráncfort… Son destinos que nunca habían estado en nuestro aeropuerto. Eso ayuda aún más a que el cliente extranjero conozca Asturias y elija nuestro destino como punto de partida o como punto final de un viaje por la cornisa cantábrica.
-¿Cuáles diría que son los grandes atractivos de Asturias para atraer al turismo?
-Hay un punto muy importante que es la ordenación, es decir, una evolución del turismo en Asturias que siempre ha tenido un crecimiento muy ordenado, tanto en la costa como en el rural y plasmado en el tipo de infraestructuras que se crearon para el sector. Hay que mencionar también la gastronomía, favorecida por nuestra geografía con el mar Cantábrico y con la montaña. Asturias tiene una gastronomía muy variada, de calidad y con unos precios que se mantienen muy ajustados. También relacionado con nuestra ubicación está otro de nuestros atractivos: el paisaje. Tenemos un mar con unas playas preciosas y una montaña con unas rutas, unos valles y unos ríos de gran belleza. Podemos mencionar los Picos de Europa, Covadonga y el bosque de nuestra región occidental, que es una auténtica maravilla. Por último, con una gran importancia, mencionaría el carácter que tenemos los asturianos, que somos gente acogedora y recibimos encantados a cualquiera que venga de fuera. Creo que son alicientes más que suficientes para venir a Asturias y disfrutar de la comunidad.
«Los empresarios hemos aprendido que no todo vale. Los que dicen que seguimos sin personal por cuestiones como los salarios o los sueldos no están muy bien informados»
-Imagino que habiendo trabajado usted para hoteles como el de la Reconquista habrá tenido ocasión de conocer a muchas personas de relevancia.
-Pues sí. He tenido la oportunidad de conocer a gente de mucho nivel de ámbitos como la economía, la política, el deporte… Yo siempre me quedo con haber tenido la grandísima suerte de dar la bienvenida en el hotel a Sus Majestades los Reyes. Eso es algo que llevaré siempre conmigo. Recibir a gente muy famosa es siempre una gozada pero, para mí, los Reyes han sido los clientes más importantes que he tenido.
-¿Hay alguna otra persona que le haya impactado o sorprendido?
-Por el trato, me sorprendió mucho Vicente del Bosque, que es un hombre que lo ha sido todo en el fútbol. Tuve ocasión de charlar con él durante unos minutos en el hall del hotel y pude comprobar que es un señor de los pies a la cabeza, muy cercano y con el que se puede tener una muy buena conversación. Recuerdo que se interesó por el hotel, por cómo nos iba con la marca nueva… Me llamó la atención que tuviera esa cercanía y ese conocimiento.
-Deduzco que es usted aficionado al fútbol. ¿Tiene mayor simpatía por el Oviedo o por el Sporting de Gijón?
-Como jugador que fui del Oviedo, hasta el primer año de juvenil, me tiran un poco más los colores azules, pero soy de los que se quedan al margen de esa controversia que hay a nivel regional, que algunas veces se lleva a extremos insospechados. A mí me gustaría que estuvieran los dos equipos en Primera División, que es algo que beneficiaría muchísimo a Asturias, tanto a nivel turístico como a nivel social.
«El control de las autoridades con los pisos turísticos no tiene nada que ver con el hay con los hoteles»
-Como experto en el sector turístico, ¿qué le parece que las próximas elecciones generales se celebren un 23 de julio?
-Es una fecha un tanto complicada, sobre todo si la analizamos desde la óptica de nuestro sector. Todos sabemos que la segunda quincena de julio y la primera quincena de agosto son períodos de vacaciones para el turista nacional. También es una fecha complicada para nuestros establecimientos, porque en esa época hacemos prácticamente el 70% de nuestra facturación anual. Unas elecciones pueden complicar la actividad del hotel, porque habrá personas de las plantillas que sean convocadas para estar en mesas electorales y tendrán sus permisos para el día siguiente y a todos se les tendrá que dar un tiempo para que puedan ir a depositar su voto.
«Todos los directivos hoteleros deberíamos estar dentro de la Asociación Española de Directores de Hotel. Hay muchas ventajas para los asociados»
-¿Qué importancia tiene para los profesionales como usted pertenecer a la Asociación Española de Directores de Hotel?
-Creo que la asociación tiene una importancia crucial. Estamos hablando de una asociación con 50 años de historia, así que algo de experiencia y algo de conocimiento tiene que tener. No hay muchas asociaciones a nivel nacional que puedan decir que llevan tanto tiempo ayudando a los profesionales de un sector. Además es una asociación sin ánimo de lucro, que es algo muy importante también. Creo que todos los directivos hoteleros deberíamos estar dentro de la asociación por todo lo que nos aporta. Hay muchas ventajas para los asociados en cuestiones como la carrera profesional, seguro, legislación, formación, branding…