Raquel Welch, la actriz tras el cuerpo (por José Luis López Casado)

Raquel Welch

Ha muerto Jo Raquel Tejada a la edad de 82 años. Dicho así, parece uno de tantos óbitos que se producen al día y que, salvo para parientes y amigos, queda sepultado entre otros muchos, pero, en este caso, gracias a la magia de Hollywood y a sus publicistas, todos conocíamos a la fallecida, aunque por el nombre de Raquel Welch.

Su padre, de ascendencia boliviana, era ingeniero aeroespacial en Chicago y fue trasladado, por motivos de trabajo, a San Diego, California, cuando Raquel Welch tenía solamente dos años de edad. Trabajó de chica del tiempo para una televisión local de San Diego y dejó sus estudios  a causa de un precipitado matrimonio, el primero de cuatro. Tuvo dos hijos: Damon Welch, que nació en 1959 y que llegó a ser actor y asistente de producción, y Tahnee Welch, nacida en 1961 y debutante como actriz en la película Cocoon.

Volviendo a Raquel, su primera película bajo contrato fue con la productora Hammer y se convirtió en el símbolo de su carrera: Hace u millón de años, nueva versión de la obra filmada en 1940. Su presencia en bikini entre tantos animales prehistóricos y trogloditas cautivó a más de una generación, incluso Kenneth Branagh, en su película Belfast, hace un pequeño homenaje a dicha película.

Sus indudables porte y belleza la encasillaron en papeles para los cuales la interpretación no era lo más destacado o, simplemente, no era lo buscado y, a pesar de trabajar en películas que le proporcionaron Globos de Oro, como Los tres mosqueteros de 1973; en películas de género negro, como La mujer de cemento, con Frank Sinatra; o en la fascinante Viaje Alucinante; lo cierto es que otras, como Al diablo con el diablo o El fin de Sheila, buscan más a la sex symbol que a la actriz.

Raquel Welch bikini

Esto también es muy evidente en una película llamada Fathom, cuya traducción al castellano no deja lugar a dudas (Guapa, intrépida y espía), en la que se intentó convertirla en una especie de Modesty Blaise, aunque paseándose en bikini por Nerja bajo la atenta mirada de los lugareños.

Como curiosidad, decir que pudo ser la Mary Ann de La isla de Guilligan y también que hizo la audición para el papel de Barbarella, que al final fue para Jane Fonda. Es interesante también recordar que Raquel Welch rechazó papeles en películas como El valle de las muñecas, Alicia ya no vive aquí, Lenny e incluso en El coloso en llamas.

Raquel Welch era mejor actriz de lo que muchos pensaban y, detrás de ese físico impactante, se encontraba una persona inteligente que sabía lo que muchos pensaban de ella. Prueba de ello son sus propias palabras: “Cuando te desprendes de la idea de que tienes que agradar a otras personas antes que a ti misma y comienzas a seguir tus propios instintos, solamente en ese momento, tendrás éxito. Estarás más satisfecha y, cuanto más lo estés, más lo estarán los demás con lo que hagas”.

Descanse en Paz. Raquel Welch seguirá viviendo para siempre en sus películas y en la memoria de los que la idolatraron y quisieron.

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