Las tradiciones más arraigadas no pasan de moda y María Solórzano, lotera de la administración El Décimo, ubicada en la plaza de Lugo de A Coruña, tiene muy claro que lo que ocurre con la Lotería de Navidad es una buena prueba de ello y es que, según cuenta, «cada año que pasa se vende más». Al igual que algunos de sus compañeros, cree que sería interesante subir el precio del décimo para el sorteo navideño de 20 a 25 euros «porque así los premios serían más grandes».
-¿Cómo van las ventas de la Lotería de Navidad?
-Pues, como ocurre desde hace tiempo, cada año que pasa se vende más Lotería de Navidad. Incluso en el año de la pandemia se vendió más que en el anterior.
-¿A qué crees que se debe ese crecimiento continuado?
-Al ser una tradición, los clientes que ya la compraban siguen haciéndolo y a ellos se suman los jóvenes que compran Lotería de Navidad por primera vez. Además, hay mucha Lotería de empresa y relaciones sociales que, en cierto modo, obligan a comprar por aquello de evitar que les toque a los conocidos y y a ti no o por darle un décimo a quien te dio otro.
-Las cifras de ventas de la Lotería de Navidad estarán a años luz de las que se registran con la lotería semanal.
-No tienen nada que ver. La Lotería semanal se compra para autoconsumo, mientras que la de Navidad es, además de para cada uno, para intercambiar, regalar…
-¿Las ventas de la Lotería semanal también han subido en los últimos años o, al contrario de lo que ocurre con la de Navidad, se mantienen estables o bajan?
-La semanal se va manteniendo, aunque baja un poco a medida que se acerca la Navidad. En noviembre y en diciembre se vende menos la semanal porque la gente ya se gasta mucho dinero en la de Navidad.
-¿Qué números se están pidiendo más este año?
-De toda la vida, la terminación que más se pide es el 13. Curiosamente, es una terminación que yo no tengo nunca, porque sólo me mandan diez décimos que son para abonados y que no puedo ofrecer porque ya están vendidos. Eso sí, como tengo números que empiezan por 13, a algunos que piden la terminación los acabo convenciendo para que se conformen con el inicio y se lleven algún décimo. Otra de las terminaciones que más piden es el 69 (risas). También hay gente que busca sus fechas de nacimiento, las de sus hijos o las de sus nietos, pero es casi imposible que coincida que nosotros tengamos ese número exacto. Sería una gran casualidad que llegara un cliente pidiendo un número tan concreto y que justamente nosotros tuviéramos ese número aquí. A veces sí que ocurren esas casualidades. Por ejemplo, el año pasado vinieron buscando un décimo que coincidiera con la fecha de inauguración de una tienda, el 13 de mayo de 1986, y coincidió que sí teníamos el 13586. Pero aquello fue un milagro y lo habitual es no tener los números concretos que pide la gente.
-Y cuando no hay un décimo, ¿no podéis pedirlo?
-No. Lo que tiene que hacer la persona si no hay el número que busca en la administración es meterse en la página web de Loterías y consultar el buscador, que le indica a qué administraciones han enviado series o décimos de ese número. Yo puedo conseguirles un número concreto a algunos clientes que son habituales si me lo piden, pero no puedo hacer esas gestiones con todo el mundo porque no tengo tiempo.

-¿Hay muchos clientes que están abonados a un número y que lo cogen tanto semanalmente como en Navidad?
-Tenemos bastantes y también hay algunos que siempre juegan los mismos números en la Primitiva. Habrá unos 200 clientes que juegan el mismo número de la Lotería todas las semanas.
-¿Y hay personas que siguen comprando el número que compraban sus padres o abuelos?
-Sí. Yo llevo 35 años aquí y puedo afirmar que hay clientes que juegan el número que jugaba alguno de sus familiares fallecidos. Y si no lo cogen durante todo el año, al menos en la de Navidad y en la del Niño sí que lo cogen. Eso ya es sagrado.
-La gente joven que se anima a comprar Lotería en Navidad, ¿juega también a la Lotería el resto de año?
-Cuando no es Navidad, la gente joven juega, sobre todo, el Euromillones y la Primitiva. La Lotería es algo más clásico y tradicional de gente que la lleva jugando toda la vida.
-De todos los premios que has dado en esta administración, ¿cuál te hizo más ilusión o cuál recuerdas con más cariño?
-Estando yo aquí, uno de los primeros premios que se dieron, hace unos 30 años, fue un quinto de Navidad. Lo recuerdo bien porque era la primera vez que daba un premio importante y porque, además, se habían vendido muchas series. Fue toda una sorpresa para mí ver a todos los periodistas aquí, no parar de recibir llamadas de teléfono…. Hasta Iñaki Gabilondo llamó. Desde entonces se dieron más premios, pero ése lo recuerdo con cariño por ser el primero grande.
-¿Te sueles enterar de quiénes son los agraciados con los premios?
-Normalmente no me entero, aunque, algunas veces, los agraciados nos traen algún detallito. Una vez tuvimos un premio grande que ganó una chica que se enteró aquí en directo y se puso fatal. La chica venía todos los lunes a primera hora a hacer la Primitiva, la suya y la que jugaba con los de su trabajo. Uno de esos días, la empleada que estaba en la ventanilla le dijo que había un premio muy grande y, al darse cuenta de lo que había ganado, se puso muy nerviosa.
-¿Qué opinas de la reivindicación de algunos loteros para que el precio del décimo de la Lotería de Navidad sea de 25 euros en lugar de 20?
-Me enteré de esa reivindicación por la calle, no por nada oficial, pero estoy de acuerdo en que sería interesante aplicar esa subida «porque así los premios serían más grandes».
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