Aunque la mayoría de las críticas hacia el Santiago Bernabéu como escenario de un partido de fútbol americano fueron favorables, hubo algunos de los extranjeros que asistieron al encuentro de la NFL disputado en Madrid que hicieron alusión a la incomodidad de las gradas de dicho estadio y a las diferencias que presentan con respecto a las de los recintos de similar capacidad en Estados Unidos.
Una de las críticas más llamativas es la que hizo alusión a la ausencia en los asientos de las gradas de un lugar específico para colocar el vaso y es que en los eventos deportivos de Estados Unidos es casi tan importante lo que se come y se bebe en el estadio como lo que ocurre sobre el terreno de juego.
«No hay portavasos. La experiencia deportiva en Europa es muy diferente a la de los deportes americanos», escribió en la red social X Jack Settleman (@jacksettleman), un influencer especializado en la creación de contenido deportivo que fue también el espectador que compartió la famosa imagen del bocadillo de aspecto poco apetecible, con jamón escaso y mal cortado y con un precio de 10 euros vendido durante el partido de la NFL disputado en el Bernabéu.
La de la ausencia del portavasos y la del bocadillo no fueron las únicas quejas de las que se hizo eco este influencer tras dialogar con algunos de los estadounidenses que estuvieron en las gradas del estadio Santiago Bernabéu para presenciar el partido de fútbol americano entre los Miami Dolphins y los Washington Commanders.
Según relata Jack Settleman, la comida y la bebida se agotaron en algunas de las barras del estadio, algo que el influencer atribuye a que los organizadores de los eventos en recintos deportivos europeos no son conscientes de lo mucho que consumen los aficionados estadounidenses.
«Una cosa para la que los estadios internacionales nunca parecen estar preparados es para la cantidad de consumiciones que pedimos los estadounidenses. El grifo ya se ha agotado, la comida ya se ha vendido y, sin duda, el estadio no está diseñado para puestos de comida ni para facilitar la movilidad», denuncia Settleman en una publicación de X en la que comparte un vídeo de una de las barras.
De lo que no se pueden quejar los aficionados de Estados Unidos es de la venta de alcohol y es que, pese a que la legislación española la prohíbe terminantemente en recintos deportivos, durante el partido de la NFL sí se pudieron consumir bebidas como la cerveza con alcohol y el tinto de verano. La consideración que los encuentros de fútbol americano tienen en Estados Unidos, como espectáculo y no como evento deportivo, puede estar detrás de un hecho que muchos españoles contemplan como una vulneración de la normativa.



