Defecar en la piscina, el escatológico reto viral que supone un peligro para la salud pública

defecar en la piscina

Cuando parece que ya lo hemos visto todo en cuanto a vandalismo y comportamientos irresponsables se refiere ocurren sucesos que nos demuestran que no es así y buena prueba de ello es el escatológico reto viral que consiste en defecar en el agua de la piscina, algo que, además de resultar sumamente desagradable, puede suponer un peligro para la salud pública.

En lo que va de verano, ya han sido varias las piscinas cuyos responsables de han visto obligados a cerrar al baño debido a la presencia de heces en el agua. Aunque el reto viral surgió hace ya algunos años, parece que en el presente período estival se ha registrado un repunte de casos, hasta el punto de que las autoridades ya han expresado su preocupación al respecto y han lanzado mensajes para alertar de los peligros de semejante práctica.

En casi todos los casos que han provocado el cierre de la piscina, la sucesión de hechos es la misma. Un usuario detecta la presencia de heces flotando y da el aviso a los otros bañistas y a los responsables de la piscina, después de lo cual todos los que se encontraban en el agua la abandonan asqueados y enfadados y se procede al cierre de las instalaciones.

Aunque hay usuarios de las piscinas afectadas que consideran que el cierre es una medida demasiado extrema y que bastaría con que se recogieran las heces, las autoridades sanitarias recalcan que, ante un suceso de estas características, es fundamental impedir el baño durante el tiempo necesario para que desaparezcan por completo las bacterias que contienen los excrementos y que podrían contaminar el agua y amenazar la salud de las personas.

El paso del tiempo no basta, por sí mismo, para garantizar que el agua donde aparecieron las heces está libre de agentes patógenos. Una vez cerradas las instalaciones, el protocolo determina que hay que hiperclorar el agua y, antes de reabrir la piscina, realizar un control bacteriológico.

Quienes secundan el reto viral de «cagar en el agua» para alardear de ello juegan con la ventaja de que no hay ninguna sanción prevista para el caso de defecar en una piscina. Ahora bien, los responsables de los instalaciones tienen la potestad de expulsarlos y de denunciar al autor de los hechos.

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