Terras de Santiago y Costa da Morte: un viaje espiritual a través del arte y la naturaleza

Costa da Morte

Terras de Santiago y Costa da Morte son dos geodestinos tan diferentes como complementarios. Monumentos en los que el arte está al servicio de la fe y entre los que se encuentra uno de los templos más importantes de la cristiandad, megalitos y petroglifos prehistóricos de un tiempo en el que las creencias iban de la mano de las fuerzas de la naturaleza, paisajes interiores donde el tiempo parece detenerse para que el ser humano disfrute de ellos, escarpadas costas donde el océano Atlántico golpea con toda su fuerza, ríos que fluyen libres y forman cascadas y, como no podía ser de otra manera en un espacio geográfico de Galicia, unos productos gastronómicos que enamoran a todo aquel que los prueba. En definitiva, una gran variedad de tesoros naturales y patrimoniales que conforman un pequeño universo lleno de contrastes.

Santiago de Compostela es el punto neurálgico del geodestino Terras de Santiago (municipios de Ames, A Baña, Boqueixón, Brión, Negreira, Padrón, Rois, Santa Comba, Santiago de Compostela, Teo, Val do Dubra y Vedra) y es que las peregrinaciones que tienen como meta la catedral de la capital de Galicia marcan por completo la historia y el devenir del mismo. También tiene importancia la Ruta Jacobea para la Costa da Morte (municipios de A Laracha, Cabana de Bergantiños, Camariñas, Carballo, Carnota, Cee, Corcubión, Coristanco, Dumbría, Fisterra, Laxe, Malpica, Mazaricos, Muxía, Ponteceso, Vimianzo y Zas), pues son muchos los peregrinos que, una vez llegados a la ciudad compostelana, deciden prolongar su experiencia espiritual e iniciática con un epílogo que los lleva a la localidad de Fisterra, justo al punto en el que los romanos fijaron el fin geográfico del mundo conocido.

Por sus espacios naturales llenos de belleza, por su inmensa riqueza monumental y por una espiritualidad que, ya sea desde la óptica cristiana o desde la del animismo prehistórico, lo impregna todo de una forma casi mágica, estos geodestinos maridan a la perfección con los planes de administraciones como la Deputación da Coruña, que desea fomentar un turismo sostenible y respetuoso con el entorno y que ha puesto en marcha diversos proyectos para la consecución de dicho objetivo.

Gloria para los peregrinos al final del Camino

Dicen quienes han completado el Camino de Santiago por cualquiera de sus rutas que pocas veces han experimentado una sensación de gozo similar a la que experimentaron al llegar a su meta y es algo comprensible ya que, al margen de la satisfacción que conlleva de por sí el conseguir un reto como el de completar la ruta jacobea, la ciudad compostelana concentra tal cantidad de monumentos y atesora tanta belleza en su casco histórico que ni siquiera la persona más insensible sería capaz de resistirse a sus encantos y de admirar lo que se alza ante sus ojos.

Es obligado mencionar, en primer lugar, la catedral donde, según la tradición cristiana, reposan los restos del apóstol Santiago (Santiago el Mayor para ser exactos). Además de cumplir con ritos como el de abrazar la imagen que representa al mencionado discípulo de Jesús de Nazaret y de visitar su sepulcro, quienes llegan a este templo de referencia para los cristianos pueden disfrutar de uno de los conjuntos arquitectónicos y escultóricos más hermosos de todo el mundo. El Pórtico de la Gloria, un soberbio conjunto con tres arcos y más de de 200 figuras de granito que nos legó el genial Maestro Mateo y que cuenta de forma alegórica la historia de la Salvación del Hombre; sus fachadas, de diferentes épocas y estilos pero todas regias y majestuosas; sus cubiertas, a las que es posible acceder para tener una visión de 360º de todo el conjunto monumental de la ciudad; y el Botafumeiro, el famoso artefacto que oscila como un péndulo para perfumar el ambiente, son sólo tres de los muchos encantos con los que cuenta este monumento levantado para recordar a todo el que lo contempla lo pequeño que es el hombre ante la grandeza de Dios.

catedral de Santiago
Fachada de la catedral de Santiago en la Praza do Obradoiro / Imagen: Deputación da Coruña

Aunque la catedral lleva buena parte de la fama, Santiago de Compostela es mucho más desde el punto de vista patrimonial. Son innumerables las obras levantadas por el hombre que dan grandeza a la ciudad y sería imposible recoger todas y cada una de ellas en un único reportaje. Sin duda estarían en la lista de imprescindibles el monasterio de San Martiño Pinario, ubicado en la plaza de la Inmaculada y el más valioso conjunto barroco de Galicia junto a los elementos de la catedral que corresponden a ese estilo arquitectónico; el Hostal de los Reyes Católicos, edificio cuya construcción ordenaron los monarcas que le dan nombre para que sirviera como hospital de peregrinos y que hoy alberga un hotel cinco estrellas de la cadena Paradores de Turismo; el Colegio de Fonseca, con su patio interior, su capilla gótica y su fachada donde figura el escudo con las cinco estrellas de la familia de los Fonseca; y la Iglesia y Convento de San Domingos de Bonaval que, además de ser la sede del Museo do Pobo Galego, alberga el Panteón de Galicia, donde reposan los restos de figuras de la cultura y de la política gallega como Rosalía de Castro, Alfredo Brañas, Ramón Cabanillas y Castelao.

También cuenta Santiago de Compostela con edificios más modernos, algunos de los cuales como la Cidade da Cultura han generado una gran controversia y cuentan con defensores, que los ven como una forma de adaptarse a los nuevos tiempos, y detractores, que consideran que obras como esa rompen con la estética de la ciudad. Se trata de una megaestructura excavada en el monte Gaiás y proyectada por el estadounidense Peter Einsenman que está compuesta de seis edificios y que, además de exposiciones y programas culturales, ofrece espacios adecuados para la organización de pequeños congresos, seminarios, cursos o presentaciones.

Cidade da Cultura
Cidade da Cultura / Imagen: Deputación da Coruña

La capital de Galicia es una urbe que invita al paseo por sus calles y también por sus zonas verdes, que ofrecen a sus vecinos y a los visitantes lugares de esparcimiento para disfrutar de la naturaleza en plena ciudad. Jardines históricos como el parque de la Alameda, el robledal de Santa Susana y el campus universitario sur y los parques de Bonaval y de Belvís se encuentran entre los lugares más emblemáticos y visitados de la ciudad.  El parque de la Alameda, además de destacar por la gran variedad de especies arbóreas que alberga, ofrece unas fantásticas vistas de la fachada más monumental de Santiago.

parque de la Alameda de Santiago
Parque de la Alameda / Imagen: Deputación da Coruña

Si bien la gastronomía de los geodestinos de Terras de Santiago y Costa da Morte tendrá su propio capítulo dentro de este reportaje, no podemos dejar de destacar las calles de tapas con las que cuenta la ciudad compostelana. Un recorrido por la rúa (calle) da Raíña, por la Conga o por el Franco con paradas en los locales de hostelería presentes en dichas vías te permitirá disfrutar de lo mejor de la gastronomía gallega en pequeño formato. A calles como la rúa do Franco, por cierto, la tradición gastronómica y hostelera les viene de lejos y es que ya en la Edad Media existían en esta vía posadas y tabernas en las que los peregrinos saciaban su hambre y su sed.

Rúa do Franco Santiago
La Rúa do Franco, una de las calles de tapas de Santiago de Compostela / Imagen: Deputación da Coruña

Un océano embravecido en lo que antaño fue el fin del mundo

Pasamos de la belleza de los monumentos construidos con la piedra trabajada por el hombre que podemos admirar en Santiago de Compostela a las rocas de los acantilados y a las aguas embravecidas de la Costa da Morte, un espacio geográfico que, pese a su intimidante nombre, está lleno de vida y belleza. Un mar en el que sólo los más intrépidos y avezados son capaces de navegar y del que nacieron multitud de leyendas y mitos propicia que este geodestino de la provincia de A Coruña bañado por el Atlántico cuente con unos paisajes únicos en el mundo.

En uno de sus municipios, el de Fisterra, los romanos fijaron el fin del mundo conocido o, lo que es lo mismo, el punto que nadie se atrevía a sobrepasar hacia el oeste. Quizás por ese componente mitológico que lo convierte en una especie de lugar de poder, son muchos los peregrinos que, tras llegar a Santiago, deciden prolongar su singladura hasta alcanzarlo. Lo cierto es que, al margen de mitos y leyendas, sólo por lo que se divisa desde el lugar en el que se ubica su famoso faro, vale la pena visitarlo.

Costa da Morte Fisterra
Faro de Fisterra / Imagen: Deputación da Coruña

Los faros se encuentran entre los elementos más visitados de la Costa da Morte, algo normal ya que, debido a su función de orientar a los barcos, siempre están ubicados en puntos estratégicos que brindan unas maravillosas vistas. Hay muchos y todos merecen una visita, tanto es así que existe una ruta entre Malpica y Fisterra para conocerlos todos. Además del ya mencionado de Fisterra, destacan los de Punta Nariga (Malpica), Touriñán (Muxía) y Vilán (Malpica).

Cabo Touriñán Costa da Morte
Faro de Cabo Touriñán / Imagen: Deputación da Coruña
Punta Nariga Costa da Morte
Faro de Punta Nariga: Imagen: Deputación da Coruña

Aunque esa costa escarpada, brumosa y golpeada con violencia por el Atlántico es quizás la más característica de este geodestino eminentemente marítimo, hay que señalar que también existen en él playas muy hermosas en las que, eso sí, debes tener cuidado al bañarte debido al fuerte oleaje que suelen presentar sus aguas. Es por esas condiciones por lo que algunos de estos arenales, como es el caso de los de Razo (Carballo) y Soesto (Laxe) son paraísos para los amantes del surf, que siempre encuentran en sus olas un nuevo reto para poner a prueba sus habilidades sobre la tabla. Si quieres disfrutar de algunas de las playas más bellas de Galicia, tienes en este territorio un amplio muestrario para elegir. Praia do Trece (Camariñas), Seiruga (Malpica), Lago (Muxía), Traba (Laxe) Lires (Cee) y Carnota son los nombres de algunas de ellas.

El mar es también fuente de folclore y tradición en la Costa da Morte y una buena prueba de ello es El Naufragio, una romería que se celebra en la localidad de Laxe en la que los vecinos pasean por las calles y en una procesión marítima la imagen de la Virgen del Carmen, patrona de los marineros, y en la que se representa un incidente náutico que, gracias a la intervención de la Virgen termina con final feliz. Fe, tradición marinera y dramatización se combinan en uno de los festejos más particulares de la Costa da Morte.

La belleza también está en los ríos

Tanto en Terras de Santiago, un geodestino sin municipios bañados por el mar, como en la Costa da Morte, definido precisamente por su carácter marítimo, hay parajes de gran interés medioambiental en los que los ríos, con las cascadas que forman, y la montaña cobran protagonismo.

Si se habla de las cascadas que existen en estos territorios, es casi obligado mencionar en primer lugar la de O Ézaro (Dumbría), un salto de agua del río Xallas a los pies del monte Pindo que, por su belleza es uno de los lugares de Galicia más fotografiados para redes sociales como Instagram. Además de la grandiosidad de la cascada, merecen también mención las maravillosas vistas del mar y la playa que ofrece este entorno. Si en la Costa da Morte destaca esta cascada, en Terras de Santiago sobresalen la de Castriz (Santa Comba), formada por el río Mira y todo un espectáculo de espuma y sonido durante la época más lluviosa del año, y la de O Rexedoiro (Val do Dubra), situada en un entorno boscoso rodeado de vegetación autóctona y entornos rurales.

Cascada O Ézaro Costa da Morte
Cascada do Ézaro / Imagen: Deputación da Coruña

Estrecha es también la relación con los cauces fluviales del hermoso Refuxio de Verdes, un paraje por el que discurre el río Anllóns y que está ubicado en el municipio de Coristanco (Costa da Morte). Se trata de un espacio de gran belleza en el que la Galicia más verde aflora con todo su esplendor. Sus senderos y puentes de madera lo convierten en el lugar perfecto para, ya sea en solitario o en grupo, disfrutar de un reparador paseo en medio de la naturaleza con la sonido del agua como banda sonora.

Refuxio de Verdes Costa da Morte
Refuxio de Verdes / Imagen: Deputación da Coruña

También un río ha conformado un entorno único y de gran valor natural en las Caldeiras do Castro, unas piscinas naturales formadas por la erosión de un cauce fluvial que se encuentran en el término municipal de Muxía. Además de las cascadas del río que da nombre a las Caldeiras, existen miradores desde los que podrás contemplar unas hermosas vistas y zonas de baño en las que pocos se resisten a darse un refrescante chapuzón.

Si hablamos de la belleza de los ríos y de los lugares por los que estos discurren no puede quedar sin mencionar uno de los enclaves más visitados del geodestino Terras de Santiago: Ponte Maceira. Frecuentado por los peregrinos que tras llegar a Compostela se dirigen a Fisterra, este paraje, cuyo elemento central es el puente sobre el Tambre que une los municipios de Negreira y Ames, atesora, además del indudable atractivo que le brinda la propia naturaleza, un conjunto patrimonial histórico y artístico de gran relevancia. Tal es el magnetismo que ejerce este paraje que la pequeña localidad en la que se ubica tiene el honor de formar parte de la asociación de Los Pueblos más Bonitos de España.

Ponte Maceira
Ponte Maceira / Imagen: Deputación da Coruña

El poder de la piedra

Los geodestinos de Costa da Morte y Terras de Santiago comparten una serie de vestigios históricos que, aunque puedan parecer muy diferentes entre sí, tienen en común el hecho de tener o de haber tenido en el pasado algún tipo de relación con el culto a la piedra o, lo que es lo mismo, con las propiedades mágicas o espirituales que sus pobladores de distintas épocas atribuyeron a elementos pétreos, algunos trabajados por la mano del hombre y otros moldeados únicamente por la acción de la naturaleza.

Como en casi todo el territorio de la provincia de A Coruña y en el del conjunto de Galicia, existen en estos territorios varios ejemplos de interés vinculados a la cultura megalítica de la Prehistoria. Uno de los más populares y visitados es el dolmen de Dombate (Cabana de Bergantiños), un túmulo del Neolítico de 24 metros de diámetro y 1,80 metros de altura cuyo halo de misterio y magia inspiró a personalidades como el poeta Eduardo Pondal. La Deputación da Coruña, que adquirió este monumento en el año 1975, se encarga de su cuidado y conservación y gestiona las visitas guiadas que permiten profundizar en su historia y conocer algunos de los secretos que se esconden tras los pueblos que levantaron este tipo de túmulos.

Dolmen de Dombate Costa da Morte
Dolmen de Dombate / Imagen: Deputación da Coruña

Sin salir del geodestino Costa da Morte, en el municipio de Carnota, se encuentra un auténtico museo al aire libre dedicado a la cultura megalítica y que cuenta con restos y monumentos correspondientes a diferentes períodos de la Prehistoria. Compuesto por los petroglifos de Prousos Magos, A Laxe Escrita, Rego Lamoso, O Afilladuiro y As Laxiñas; y por el Castro de Mallou y la Torre dos Mouros, el Museo Arqueolóxico Aberto de Carnota permite hacer un recorrido por la historia a través de la observación de los vestigios que dejaron los diferentes pueblos y culturas que pasaron por un espacio al que sin duda consideraron como un lugar de poder en el que lo humano podía acercarse a lo espiritual.

Los restos prehistóricos tienen también su espacio en Terras de Santiago y algunos de los más importantes se encuentran en el municipio de Ames, donde se organizan recorridos para visitar petroglifos como Peneda Negra y Monte Castelo. Los grabados que pueden observarse en cada uno de estos restos que nos legaron nuestros antepasados constituyen una muestra más de que la preocupación del ser humano por el más allá es muy anterior a la Antigüedad Clásica y, aún más, a la aparición de las grandes religiones que perviven en la actualidad.

El culto a la piedra en estos territorios, sin embargo, no se circunscribe a la época prehistórica y un buen ejemplo de ello es, dentro del geodestino de Terras de Santiago, la Pedra do Home (Val do Dubra), nombre que se les dio a los restos de una necrópolis medieval en la que se encuentran tres sarcófagos antropomorfos labrados en la roca. Como curiosidad, cabe destacar que todos los sarcófagos tienen la misma orientación, con los pies hacia el oriente y la cabeza cara a la puesta de sol. Lo más probable es que esta necrópolis formara parte de un templo desaparecido que quizás fue abandonado a su suerte tras la construcción del templo que, aún hoy, es la iglesia parroquial.

Si hablamos de elementos mágicos y de lugares de poder, no puede quedar sin mencionar Punta da Barca, un enclave geográfico junto al mar y ubicado en el municipio de Muxía en el que, además de un santuario dedicado a la Virgen, se encuentran tres piedras muy especiales: la Pedra de Abalar, la Pedra dos Cadrís y la Pedra do Timón. El motivo por el que se le han atribuido a dichas piedras propiedades mágicas y por el que se ha levantado en el lugar un templo es una leyenda según la cual la mismísima Virgen María llegó a ese lugar a bordo de una barca para animar al Apóstol Santiago en su labor evangelizadora.

Virxe da Barca Muxía Costa da Morte
Punta da Barca, un lugar mágico en Muxía / Imagen: Deputación da Coruña

En base a esa leyenda, surgió la creencia de que cada una de esas piedras se corresponde con uno de los elementos de la barca en la que llegó la Virgen y, a cada una de ellas, se le atribuyen propiedades diferentes. A la Pedra de Abalar, que sería la quilla de la barca, se le otorga la capacidad de borrar los pecados de todos aquellos que la mueven y es que esta piedra tiene la propiedad de balancearse, existiendo incluso la creencia de que, en ocasiones, oscila por sí sola cuando se acerca alguna desgracia. La Pedra dos Cadrís, que sería la vela, tiene según la fe popular propiedades curativas, al sanar a las personas que pasan nueve veces por debajo de ella de sus enfermedades de riñones y de sus dolores de cabeza y de espalda. Completan el conjunto la Pedra do Timón, que como su nombre indica se corresponde con el elemento para guiar la embarcación y que ayudaría a quienes contactan con ella en la toma de decisiones, y la Pedra dos Namorados, que se correspondería con algo así como el alma de la barca o el propósito del viaje y que cumple los anhelos amorosos de las parejas que se tumban sobre ella y que la harán abalar (balancearse) si su amor es verdadero.

Santuario Virxe da Barca Costa da Morte
Santuario de la Virxe da Barca / Imagen: Deputación da Coruña

Para recordar esa llegada de la Virgen a la Costa da Morte se levantó un santuario en el que confluyen la fe cristiana, las tradiciones marineras y los ecos de antiguos cultos paganos. Aunque el templo actual es de estilo barroco gallego y data del siglo XVIII, ya existía una capilla anterior construida en el siglo XII o incluso antes. Ubicada en un entorno inigualable y muy cerca de las piedras mágicas antes mencionadas, este santuario necesitó varias reconstrucciones a lo largo de la historia, siendo una de las más profundas la que se acometió tras un incendio ocurrido el 25 de diciembre de 2013, el día de Navidad, y que calcinó el retablo y el techo. Cada año, el segundo domingo de septiembre, se celebra una romería en la que participan miles de peregrinos que acuden a este tempo para rendir culto a la Virgen y que se ha convertido en una de las celebraciones religiosas más importantes de Galicia.

Edificios con historia más allá de la ciudad santa

Por más que Santiago de Compostela haya merecido un capítulo propio en este recorrido por Terras de Santiago y Costa da Morte, hay mucha historia y mucho patrimonio más allá de la ciudad santa. Construcciones defensivas levantadas hace siglos, residencias de nobles y familias de abolengo, monasterios donde fe y naturaleza se dan la mano, casas en las que vivieron importantes literatos y los tan característicos hórreos son algunos de los edificios que podrás encontrar y admirar en tu recorrido por estos geodestinos de la provincia de A Coruña.

Por su majestuosidad y por su excelente estado de conservación, es más que recomendable visitar el castillo de Vimianzo, cuya estructura pertenece mayoritariamente a los siglos XIV y XV si bien presenta algunos elementos que datan del XIII. Este monumento gusta mucho a los amantes de la historia porque, como dicen muchos de quienes lo contemplan, se asemeja mucho a lo que cualquiera imaginaría al pensar en un castillo del medievo y es que la fortificación presenta tres torres defensivas, un patio de armas, una torre del homenaje, las típicas almenas e incluso un foso. Vinculado a la familia de los Moscoso, como atestigua el escudo con la cabeza de un lobo presente en el portalón de la entrada al patio, esta fortaleza se ubica en un lugar que antaño fue estratégico para controlar las rutas comerciales de los productos pesqueros. Este castillo, cuya propiedad ostenta la Deputación da Coruña, se convierte cada año, el primer fin de semana del mes de julio, en el escenario de la fiesta del Asalto, una dramatización con la que se rememoran las Guerras Irmandiñas.

Castillo de Vimianzo Costa da Morte
Castillo de Vimianzo / Imagen: Deputación da Coruña

También en el final del medievo, concretamente en el siglo XV, tiene su origen el Pazo das Torres do Allo, una construcción situada en el municipio de Zas que se considera el primer ejemplo de pazo tradicional gallego. Su jardín barroco, sus caminos y robledales, sus hórreos y palomares o su espacio museístico en el que se ofrece una completa radiografía de la Galicia rural a lo largo de la historia convierten a este monumento, que constituye una verdadera joya arquitectónica con elementos de diferentes períodos y estilos, en una visita obligada dentro del geodestino de Costa da Morte. Centro de poder, residencia nobiliaria e incluso base de operaciones del famoso naturalista Víctor López Seoane son algunas de las funciones que ha desempeñado este singular pazo a lo largo de los siglos.

Con tantos parajes naturales y con la proximidad de una de las ciudades más importantes de la cristiandad, no es de extrañar que muchas comunidades religiosas eligieran enclaves de este territorio para establecerse y de ahí que en estos geodestinos existan monasterios de gran valor patrimonial. Los monasterios de San Xiao de Moraime (Muxía), con unas pinturas medievales que lo hacen único, y de San Pedro de Soandres (A Laracha), en el que el barroco de las naves se fusiona con natural armonía con el gótico de la cabecera y con los restos románicos, son los dos más importantes dentro del territorio de Costa da Morte. En el de Terras de Santiago, sobresale el Convento de San Antonio de Herbón (Padrón), que cuenta con un hermoso claustro y con una fuente dedicada a San Bieito, que vierte agua por el pecho.

El recorrido por los tesoros patrimoniales de estas regiones de la provincia de A Coruña no puede finalizar sin una referencia a la poetisa Rosalía de Castro, para muchos la escritora en lengua gallega más importante de la historia, y es que la casa ubicada en el municipio de Padrón en la que residió junto a su marido e hijos y en la que falleció en el año 1885 es ahora un museo que ayuda a quienes lo visitan a comprender mejor su contexto histórico y su obra.

Casa Museo de Rosalía de Castro en Padrón
Casa Museo de Rosalía de Castro, en Padrón / Imagen: Deputación da Coruña

Una rica paleta de sabores del mar y de la tierra

Cuando se habla de Galicia y, en concreto, de la provincia de A Coruña es obligado hacer referencia a la gastronomía. Los geodestinos de Costa da Morte y Terras de Santiago no son una excepción a esta norma no escrita y cuentan con un amplio abanico de productos típicos, la mayoría de los cuales tienen su propia fiesta de exaltación, que hacen que sentarte a la mesa de un restaurante o de una sencilla tasca o casa de comidas pueda convertirse en una de las experiencias más memorables de tu viaje.

En la Costa da Morte, gracias a las condiciones geográficas de ese territorio tan particular, existen productos del mar de primera calidad. Los longueiróns de Fisterra, parecidos a las navajas, oriundos de la arena de los fondos de aguas limpias de la ría y protagonistas de una fiesta que se celebra en la propia localidad de Fisterra en agosto; Los percebes do Roncudo (Corme), considerados por muchos como los mejores del mundo y con su propia fiesta que se celebra en el primer sábado de julio desde 1992; el congrio de Muxía, manjar estrella de un municipio que conserva los dos únicos secaderos para este pescado que existen en toda la Península Ibérica; y los berberechos del Esteiro do Anllóns, que además de ser famosos por su sabor lo son también por toda la tradición que se esconde tras su proceso de recogida, son algunas de las delicias con aroma a mar que no debes dejar de probar.

Longueiróns Costa da Morte
Longueiróns de Fisterra / Imagen: Deputación da Coruña
Percebes Costa da Morte
Percebes do Roncudo / Imagen: Deputación da Coruña

Aunque son los productos del mar los que se llevan gran parte de la fama gastronómica de la Costa da Morte, hay otros que se gestan en la tierra que también merecen una mención. La patata de Coristanco, con una fiesta que se celebra en septiembre y que además de ofrecer la oportunidad de degustar este producto incluye una exposición de esculturas elaboradas con él y otras actividades lúdicas y culturales, y el pan de Carballo, muy esponjoso y sabroso, son dos de los más conocidos y constituyen, además, un acompañamiento perfecto para muchos de los platos que se elaboran con los manjares del mar antes mencionados.

patatas de Coristanco Costa da Morte
Patatas de Coristanco / Imagen: Deputación da Coruña

Terras de Santiago es también un paraíso de la gastronomía y, además de contar en Santiago de Compostela con multitud de bares de tapas y restaurantes en los que degustar los mejores productos de Galicia, tiene delicias propias que son típicas en su territorio. Entre los productos más famoso que tienen su origen en esta región de la provincia de A Coruña están los pimientos de Herbón (Padrón), famosos por el dicho de que «unos pican y otros no» y con un origen que se asocia a semillas mexicanas que los monjes franciscanos llevaron al convento de Herbón. Si quieres probarlos, debes tener en cuenta que los auténticos sólo están a la venta entre los meses de mayo y octubre.

La tarta de Santiago, que tiene en las almendras su principal ingrediente y uno de los postres más famosos de Galicia, y el aguardiente del Ulla, bebida obtenida por destilación de los restos de la uva llamados orujo y con una fiesta que se celebra anualmente en la parroquia de San Mamede de Ribadulla del Ayuntamiento de Vedra, forman también parte de las exquisiteces de Terras de Santiago.

tarta de Santiago
Tarta de Santiago / Imagen: Deputación da Coruña

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