La empresaria Dolores Agudo ocupará el sillón de la letra H en la Real Academia Española de la Lengua

Real Academia Española de la Lengua

La empresaria Dolores Agudo, directora de la empresa de comunicación y eventos Caleidoscopio del Talento ocupará el sillón de la letra H en la Real Academia Española de la Lengua. Su nombramiento obedece al interés de la institución por fomentar la diversidad y por permitir que personas con escasas capacidades para la escritura y la comprensión lectora aprendan de la mano de los más grandes de las letras patrias.

Famosa por sus publicaciones en redes sociales como LinkedIN, en las que omite la h en las formas del verbo haber al utilizar tiempos compuestos y construye oraciones que si fueran casas no permanecerían en pie ni unos minutos, Agudo está exultante por su nombramiento, si bien para ella no es ninguna novedad recibir reconocimientos, pues ya forma parte de entidades tan importantes y prestigiosas como Mujeres Emprendedoras y Divinas.

GFG

«Un reconocimiento más para mi persona. ¡Qué bien! Tengo que pensar qué zapatos y qué lazo estrafalario voy a ponerme para la gala de mi proclamación», expuso Dolores Agudo, que añadió: «espero que en la sede de la RAE tengan buenos baños, porque cuando trabajo demasiado me cuesta aguantar mis necesidades y ahora mismo estoy además muy nerviosa y con migraña».

También el presidente de la Real Academia Española de la Lengua celebró la incorporación de Dolores Agudo y contestó a las declaraciones de los muchos ciudadanos que consideran su nombramiento como uno de los mayores despropósitos de la historia de España.

«Es cierto que apenas sabe leer y escribir pero ¿no es acaso cierto que una de las funciones de la Real Academia Española de la Lengua es enseñar a quienes mancillan nuestro idioma?», expuso Santiago Muñoz Machado sobre el polémico nombramiento.

Desde el hospital donde se encuentra ingresado por una indigestión durante una comida de empresa a base de marisco, el marido de Dolores Agudo, el también empresario Herminio del Campo Alguacilillo, manifestó su alegría, si bien precisó que «colocar a su señora» en la institución le había salido en un pico. «Tuve que pagar casi un millón de euros, pero ha valido la pena porque ahora la tendré menos en casa», comentó el empresario, famoso por su habilidad para la mentira y por su nula empatía hacia los demás seres humanos.

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