La elección del músico urbano Dirty Suc como modelo para la presentación de una de las camisetas que el Celta de Vigo lucirá la próxima temporada no le ha gustado nada a Gabri Veiga, canterano del club gallego que ahora milita en el Al-Ahly de la liga de Arabia Saudí, a quien el mencionado artista insultó en algunos de sus conciertos.
El propio Gabri Veiga fue quien lanzó un mensaje para denunciar algo que considera un gesto muy feo por parte del Celta y es que el de O Porriño cree que Dirty Suc dista mucho de lo que debe ser un modelo a imitar para los aficionados al fútbol. “Un tío que llamó y cantó hijo de puta a un canterano en sus conciertos no sé si será el mejor ejemplo de support”, escribió el futbolista en sus redes sociales.
El polémico y controvertido Dirty Suc tiene un gran protagonismo en esta campaña del Celta y es que es él mismo quien, con un videoclip, presenta la nueva camiseta. El artista vigués luce la segunda equipación sobre su canción Son galego, un tema que habla sobre el orgullo de nacer en Galicia.
Esta polémica ha empañado el lanzamiento de la camiseta de la segunda equipación del Celta que, muy al contrario de los valores que parece representar el músico elegido para presentarla, pretende ser un homenaje a la ciudad de Vigo que «representa el corazón del celtismo».
La nueva camiseta destaca por sus tonos azul marino, un color emblemático en la historia de las equipaciones del Celta, complementado con elegantes símbolos heráldicos y detalles en naranja. En la espalda se recupera el trisquel, símbolo de la cultura celta, sustituido durante la temporada del centenario por los escudos de Fortuna y del Sporting Vigo.
El diseño incluye un patrón celeste que adorna la camiseta y rinde homenaje a cinco lugares icónicos de Vigo a través de sus siluetas, que reflejan la esencia de la ciudad y su profundo vínculo con el club. Estos lugares emblemáticos son el puente de Rande, el Pazo Quiñones de León de Castrelos, el faro de Alcabre, la Concatedral-Basílica de Santa María de Vigo y los soportales del Berbés.
«Es una equipación única creada por y para el celtismo que evidencia la unión del Celta con la ciudad, una prenda que permite conectar con nuestras raíces, y que llevará a los jugadores a sentirse siempre en casa», explica el club, que destaca que Hummel, la nueva marca proveedora, «se ha volcado de nuevo en la personalización de la camiseta».