Cualquier aficionado al fútbol español sabe de los coqueteos del Athletic Club de Bilbao con el independentismo vasco, el último de ellos con el homenaje en su estadio a un alpinista que enarboló una bandera con el símbolo de ETA en lo alto del Everest, pero menos conocida es la simpatía que el equipo vasco ha generado en formaciones de extrema derecha como la Falange, que valora el hecho de que la totalidad de sus futbolistas tengan nacionalidad española así como tradiciones como la de rezar un padrenuestro antes de los partidos.
Aunque conscientes de que buena parte de la afición del Athletic, por no decir la inmensa mayoría, desearía tenerlos lo más lejos posible, son ya varios los mensajes publicados en redes sociales en los que la Falange o algunas de sus formaciones afines proclaman su respeto hacia el club vasco, como fueron los escritos tras el saludo castrense entre Iñaki Williams y Gorka Guruceta en la celebración de uno de los goles que sirvieron para eliminar al Barça en la pasada edición de la Copa del Rey.
De la simpatía de muchos de los miembros de Falange y de otros partidos de la extrema derecha hacia el Athletic Club volvió a quedar constancia en la pasada jornada de liga, pues la cuenta de la red social X Indar Berria (Fuerza Nueva en euskera) compartió una imagen, la de un carné con el yugo y las flechas de Falange en las inmediaciones del estadio de San Mamés, que atestigua que el histórico conjunto vasco cuenta también con hinchas que se alejan de la corriente mayoritaria que se promueve desde el propio club.
Ni que decir tiene que, pese a desear los éxitos del Athletic, estos aficionados díscolos repudian por completo todos los actos organizados por el club bilbaíno para homenajear, de forma más o menos velada, a quienes desean un País Vasco independiente de España y la creación de un nuevo ente nacional en los territorios de lo que ellos llaman Euskal Herria.
La filosofía de contar sólo con jugadores nacidos en la mencionada Euskal Herria, con ancestros vascos o formados en su cantera que los independentistas ven como una reafirmación de sus tesis independentistas, los aficionados del Athletic de extrema derecha lo perciben como un signo de españolidad y de defensa de la cultura y de los valores occidentales frente a otros clubes de fútbol que llenan sus plantillas de extranjeros.