La peletera Sonia Ríos: «La piel es uno de los materiales más sostenibles que hay porque, además de durar, es biodegradable»

peletera Sonia Ríos

La peletera Sonia Ríos apura los últimos días de la liquidación de las prendas de la firma coruñesa Olga Ríos, que fundó su madre, y afronta con ilusión el crecimiento de Laboratorio Vintage, un nuevo proyecto que ha puesto en marcha junto a una amiga y que se centra en prendas de segunda mano de alta calidad. El nuevo negocio no la hará abandonar el mundo de la piel que heredó de su madre y es que Olga Ríos seguirá al pie del cañón al brindar la posibilidad de comprar por encargo prendas a medida y de reformar viejos abrigos para adaptarlos a los nuevos gustos y tendencias.

-¿En qué punto de la liquidación se encuentra en este momento la peletería Olga Ríos?

-Diría que a la liquidación le queda ya sólo este invierno, porque ha ido bastante bien y quedan sólo unas veinte prendas. Pero esto no significa en absoluto que Olga Ríos desaparezca, porque seguirá haciendo confección a medida. Decidí ese cambio porque, hoy en día, tener muchas prendas de peletería en stock es bastante inviable. Nuestras clientas podrán elegir la prenda que quieran y con la piel que ellas escojan. Si vienen con una idea preconcebida, estupendo, pero, si vienen sin ella, yo les puedo dar ideas, enseñarles diseños y asesorarlas sobre las nuevas tendencias. También hay la posibilidad de reformar prendas anticuadas, como pueden ser las heredadas, para personalizarlas y modernizarlas dándoles así una nueva vida.

-Tus clientas tendrán entonces infinitas posibilidades para crear sus prendas de piel.

-Así es. Lo que sí me tienen que dar es un margen de tiempo razonable, porque la creación de una prenda a medida tarda, por lo menos, entre 20 días y un mes.

-Imagino que la opción de crear una prenda a medida será más cara que la de comprar una que ya existe.

-Bueno, es que hay que tener en cuenta que, al crear una prenda por encargo, el patrón va a ser exclusivo para cada clienta, con sus medidas y conforme a sus gustos. No va a haber otra prenda exactamente igual. Puede haber otras similares, pero nunca idénticas. Cada persona que venga a Olga Ríos tendrá un diseño particular. Ya no se trata de tener un chaquetón de zorro o un abrigo de visón como otros muchos, sino de algo mucho más exclusivo. La idea es hacer una prenda única para cada clienta.

-En tu anterior entrevista con El Sereno Indiscreto, pusiste el acento sobre la crisis que vivía el sector de la peletería. ¿Hay en la actualidad algún cambio de tendencia que te invite a ser optimista?

-Hay un cambio de tendencia claro. Creo que tocamos fondo en los años 2019 y 2020, incluso 2021, y que ahora las cosas están cambiando. Cada vez hay más jóvenes que ven que el abrigo de su abuela o de su madre sigue estando impecable y que, con una mínima inversión, pueden actualizarlo para después utilizarlo. Es que pueden tener una prenda de segunda mano que les guste y que les dure años. Un abrigo de piel dura de media entre 30 y 40 años. El otro día me vino una señora con una prenda de piel que tenía más de 70 años. ¿Qué artículo dura tanto tiempo? Ninguno, no lo hay. La piel es uno de los materiales más sostenibles que hay y es que, además de durar, es biodegradable. Las prendas de piel pueden remodelarse varias veces a lo largo de su vida útil y brindan un calor y una protección ante el frío que ninguna otra prenda ofrece y, en cuanto a tacto y suavidad, es un material increíble.

Sonia Ríos Olga Ríos
La peletera Sonia Ríos en la tienda de Olga Ríos y Laboratorio Vintage

-¿Crees que mucha gente renuncia a llevar pieles por el miedo a las críticas?

-Creo que eso ha cambiado porque, al fin y al cabo, quien lleva una prenda de piel no le hace daño a nadie. La inmensa mayoría de los animales que se usan para la peletería actualmente se crían en granjas, por lo que la fauna salvaje apenas se toca. Al final es una cuestión de que a la persona le guste o no le guste, de que le apetezca. La libertad de expresión a la hora de vestirse tiene que estar en todo. Si a alguien le apetece llevar joyas, que las lleve; si a alguien le gustan y le van las pieles, que las use… Por supuesto, siempre comprando de forma responsable, como debe hacerse con cualquier producto de origen animal. Sobre la gente que insulta, yo me pregunto si realmente se sienten bien después de insultar. No lo sé. Lo que sí sé es que a mí no afecta. El hecho de decidir que me quiero poner algo forma parte de mi libertad.

«Las prendas de piel brindan un calor y una protección ante el frío que ninguna otra prenda ofrece y, en cuanto al tacto y la suavidad, es un material increíble»

-Aún no has terminado con la liquidación de las pieles de Olga Ríos y ya has puesto en marcha, junto a una amiga tuya, Laboratorio Vintage, un espacio ubicado en el mismo local en el que vendes prendas de segunda mano.

-Yo diría que Laboratorio Vintage es como un baúl que contiene prendas seleccionadas con mucho cariño. Cuando voy a seleccionar ropa para la tienda, siempre se me abre una puerta tras la que hay un recuerdo de mi niñez y de mi adolescencia. Veo una prenda de los años 70 u 80 y pienso: esto lo viví yo. Me gusta mucho este mundo de lo vintage. Es un mundo en el que yo no había entrado hasta ahora y que es muy instintivo y muy satisfactorio, aunque, sobre todo cuando se empieza, es fácil meter la pata. Al principio cuesta saber por dónde ir, pero creo que nosotras, ahora, ya tenemos bastante claro cuál es nuestro estilo. Nos gusta coger piezas especiales y yo, particularmente, tengo una cierta obsesión por los buenos tejidos.

-Imagino que para escoger las prendas que tenéis en Laboratorio Vintage es fundamental tocarlas antes de la compra.

-Por supuesto. Es muy difícil comprar este tipo de artículos a través de videollamadas o mediante cualquier otro sistema que no permita tocarlas antes.

-A algunas de las prendas habrá que aplicarles algún arreglo.

-Algunas cosillas hay que hacer. Lavar y planchar, en todas, porque yo quiero que los clientes se las lleven impecables. A veces hay que hacer también algún arreglillo, en prendas que vienen con el forro descosido, con la cremallera mal… Nosotras, en todo caso, compramos prendas con una cierta calidad en las que rara vez encontramos desperfectos.

Sonia Ríos Laboratorio Vintage
Sonia Ríos muestra algunas de las prendas de su establecimiento de moda

-¿Es muy variada la clientela de Laboratorio Vintage?

-Hay un abanico mucho más grande que en Olga Ríos, pero unas cosas llevan a las otras. Algo que me sorprendió de Laboratorio Vintage es que yo tenía muy claro el target de clientes y que, cuando empezó a funcionar, muchas clientas que entraban por Olga Ríos quedaban encantadas con las prendas del nuevo negocio. Estoy fidelizando mucha clientela por encima de los 40 años, algo que, en el ámbito de las prendas de segunda mano, siempre es más complicado.

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