Reza Shokouhi, presidente de la Asociación Española de Peletería: «La piel es un producto noble, sostenible y biodegradable»

asociación peletería

Reza Shokouhi llegó de Irán a España para cumplir su sueño de dedicarse a la moda y ahora regenta junto a su mujer la Peletería Gabriel de Zaragoza y se ha convertido en presidente de la Asociación Española de la Peletería (SFA por las siglas de su nombre en inglés Spanish Fur Association). Esta entidad, que tiene como principal objetivo agrupar a todos los profesionales del sector y defender y proteger sus intereses, pretende informar acerca de las muchas virtudes que tiene la piel, un producto sostenible que, tal y como recalca el máximo representante de la SFA, otorga a las prendas una durabilidad y una versatilidad que las hace diferentes a todas las demás.

-¿Cómo surge la Asociación Española de Peletería y cuáles son sus principales objetivos?

-La Asociación Española de Peletería surge hace diez años a iniciativa de la Federación Internacional de la Peletería (IFF), que creó diferentes asociaciones a nivel mundial en unos 40 países, aquellos que tienen una cultura de la piel. El objetivo es reunir a todos los profesionales y negocios que trabajamos en este gremio: granjeros, curtidores, fabricantes, mayoristas, minoristas, tiendas… La idea es mostrar que existe un material, que es la piel, que el hombre ha utilizado desde siempre y que tiene muchas ventajas. Para ello, la federación internacional ha creado la marca Furmark, que acredita el seguimiento de un sistema de trazabilidad desde la granja hasta las casas de subastas y, de ahí, a los puntos de venta. Con ese sello se garantiza que se han cumplido los estándares de bienestar animal y sostenibilidad, que la comercialización está registrada y se realiza de acuerdo a la normativa… En definitiva, se trata de tener un control sobre las pieles que hay en el mercado. Incluso las casas de curtidores tienen que cumplir con unos estándares cuyo cumplimiento acredita Furmark, como es el de utilizar para procesos como el tinte productos que no dañen el medioambiente.

-Imagino que informar acerca del producto, en lo relativo a cuestiones como esa sostenibilidad que menciona, será otro de los objetivos de la asociación.

-Exacto. Informar es una parte muy importante del trabajo que realiza la asociación. Las asociaciones de todos los países están muy en contacto con las universidades que enseñan arte y diseño de moda para concienciar a los alumnos acerca de las virtudes de un material tan sostenible como es la piel y para animarlos a que trabajen con él. Sostenibilidad no significa sólo que un determinado material sea natural, sino que también implica una concienciación y una responsabilidad. La piel es biodegradable y dura en el tiempo. Una prenda de piel puede durar 30 años o más y, además, puede transformarse para convertir, por ejemplo, una determinada prenda a la que se le tiene cariño por ser heredada en un modelo actual. Es importante también informar de que hay un límite para las pieles que se comercializan cada año, porque ello supone que no es algo que se produzca en masa, como ocurre con otros artículos de moda. Todo esto convierte a la piel en algo diferente, por ejemplo, al textil, con muchas prendas elaboradas con derivados del petróleo. Nosotros creemos que no hay que erradicar ni una cosa ni la otra y que debe haber un equilibrio, pero queremos informar a la gente para que tenga todos los elementos a la hora de decidir. Queremos que la gente conozca las condiciones que deben tener las granjas para cumplir con los estándares de bienestar animal, que no se utilizan nunca especies en peligro de extinción y que la piel no es lo único que se aprovecha, pues la carne, aunque no sea para consumo humano, puede utilizarse para fabricar alimentos para otros animales y la grasa se puede utilizar en el sector de la cosmética.

-Además de ese trabajo informativo, ¿cómo promociona la Asociación Española de Peletería el consumo de prendas de piel y su uso en la industria de la moda?

-La promoción de la utilización de prendas de piel y de su uso en la moda, en las últimas décadas, ha costado un poco más, porque siempre ha estado en el punto de mira. Como dije, hay que concienciar a la gente de que existe un producto más que se puede utilizar y que tiene todas las ventajas que hemos mencionado. Una prenda de piel no es como un vaquero y puede durar décadas y pasar de generación en generación. Las grandes firmas, en las dos últimas temporadas y en eventos como la Semana de la Moda de Milán y en la de París, han vuelto a utilizar la piel natural con normalidad y esto es porque se han dado cuenta de que la piel es un producto noble, sostenible y biodegradable.

-¿Hasta qué punto han hecho daño al sector de la peletería las campañas animalistas?

-En algunos aspectos sí que han podido hacer mucho daño, pero en otros no. Depende mucho también de los países. Las campañas de los animalistas contra las pieles existen desde hace mucho tiempo y el sector de la peletería sigue ahí. En nuestra tienda, que tiene taller propio y en la que todos los años preparamos nuestra colección que llevamos a desfiles nacionales e internacionales, nunca hemos tenido ese problema, aunque conozco casos de negocios que los han tenido. Para contrarrestar esas campañas, nosotros lo que hacemos es informar. Queremos que la gente conozca también nuestra versión para que pueda decidir libremente qué tipo de producto quiere utilizar.

-¿Cree que hay personas que evitan llevar prendas de piel por temor a recibir críticas e incluso insultos y ataques?

-Yo sí que he notado eso en influencers, actores y personas de cierta relevancia pública que evitan llevar pieles o fotografiarse con ellas por temor a que los critiquen o a perder seguidores. Pero creo que la mayoría de la gente joven ve cada vez ve más la piel como algo normal que no hay problema en utilizar. Nosotros tenemos cada vez más clientas jóvenes. Lo que pasa es que muchas veces hace más ruido la crítica que el aplauso.

-¿Han notado mucho en el sector de la peletería la inflación y los demás problemas de la economía?

-Las crisis las notamos en todos los sectores. También es cierto que, a veces, cuando hay crisis se produce un efecto boomerang. Por ejemplo, a la peletería le vino muy bien la restricción de la época de la pandemia que sólo permitía consumir en las terrazas de los bares y restaurantes. Muchas chicas jóvenes, al hacer en las terrazas frío y viento, decidieron transformar o adquirir prendas de piel y le cogieron el gusto. Siempre hay que ver las crisis desde los dos lados: pensar lo que puede perjudicar y lo que puede suponer una oportunidad. La pandemia tuvo esa parte positiva pese a que fue una época muy mala para negocios como el nuestro, en el que tenemos empleados que pararon por completo su actividad y con unos costes fijos que se mantuvieron.

Spanish Fur
Reza Shokouhi prueba en una modelo una prenda de Peletería Garbriel

-Antes habló usted de la normativa que rige la actividad de quienes forman parte de la Asociación Española de Peletería y de las otras entidades que conforman la Federación Internacional, ¿existen países y profesionales que no cumplan con esos estándares de calidad y sostenibilidad?

-Dentro de este mundo, como ocurre con otros sectores, hay de todo. Nosotros, desde Europa, procuramos lleva todo bajo lupa y con los estándares y certificados, pero hay otros países, como son los del tercer mundo, con productos mucho más baratos que vete tú a saber de qué tipo de granjas proceden, cómo los han curtido, qué productos químicos han utilizado, cuántos ríos han fastidiado para el teñido… Siempre hay los buenos y los malos y nosotros, en la Asociación Española de Peletería, procuramos ser de los buenos y hacer todo según la normativa que nos exigen.

-Aunque la mayoría de las pieles que se usan actualmente proceden de animales criados en granjas, hay todavía algunas de procedencia salvaje.

-Sí, hay algunas que son de animales salvajes como el lince canadiense, pero siempre son de especies que no están en peligro de extinción. A veces es necesario cazar animales de los que se aprovecha la piel para controlar el ecosistema. La sobrepoblación de determinados animales puede ser un problema para el ser humano y para otras especies. Las pieles salvajes, como ocurre con las que proceden de granjas, también están sometidas a un control, de hecho muchas tienen el sello Furmark para certificar su origen.

-Gran parte de la historia de países como Canadá está muy influenciada por el comercio de las pieles.

-Así es. Canadá, Finlandia o Dinamarca son países en los que la producción y el comercio de pieles siempre han tenido una gran importancia.

-¿Qué lugar ocupa España en el mundo de la peletería?

-Yo diría que estamos en una posición media tirando hacia arriba. El cordero merino español, por ejemplo, es muy apreciado en peletería y de lo mejor que hay. En cuanto al consumo, creo que en las ciudades españolas, sobre todo en las que tienen un clima más frío en invierno, se utiliza cada vez más la piel.

Peletería Gabriel
Reza Shokouhi y su mujer, Belén Morales, posan en la tienda de Peletería Gabriel, ubicada en Zaragoza

-Como máximo representante de la Asociación Española de Peletería, ¿qué opina de la fast fashion y de la tendencia cada vez mayor de los consumidores a comprar muchas prendas baratas y de mala calidad en lugar de adquirir unas pocas que les duren mucho tiempo?

-Si vemos que una camiseta o un pantalón están a 5 euros, tenemos que pensar cuánto habrá costado el material, la mano de obra, el transporte… Si pensamos eso y que aún así le sacan un beneficio, podemos hacernos una idea de la calidad. En el sector de la peletería actuamos de otra forma y siempre hemos utilizado la calidad como nuestro principal argumento. Hay que tener en cuenta que las prendas de calidad duran muchos años. En el consumo influye también el hecho de que la moda, hoy en día, cambia muy rápido. Si antes el escaparate del establecimiento de alguna de las grandes cadenas duraba seis meses, ahora lo cambian cada las dos semanas. La piel, con respecto a eso, tiene la ventaja de que puede transformarse y adaptarse a las nuevas tendencias. Consumir un tipo de moda o la otra es algo que depende de cada persona y ambas formas son muy respetables, porque todos tenemos derecho a consumir lo que queramos y en la cantidad que queramos. Nosotros, desde la Asociación Española de la Peletería, lo que queremos es mostrar las virtudes que tiene la piel para que la gente pueda ejercer esa libertad con toda la información.

-¿Cómo llegó usted al sector de la peletería?

-Yo nací en Irán y estudié allí Traducción e Interpretación. Como mi madre es española, nosotros siempre veraneábamos en España y en Irán trabajé durante un tiempo para la Oficina Comercial de la Embajada Española. Desde pequeño me encantaba dibujar y me apasionaba la moda. Siempre que veía una película me fijaba en los uniformes, en los vestidos, en los trajes… En ese momento, en Irán no había estudios de moda, así que cogí mis ahorros y me vine a España en busca de una universidad que sí ofreciera esa formación. En ese mundo conocí a mi mujer, que aunque hizo la carrera de Derecho estudió y trabajó después en moda, y como su padre y su abuelo habían sido grandes peleteros y teníamos ya todo bastante montado para continuar la saga familiar decidimos mantener este negocio tan bonito y tan especial.

moda peletería
Belén Morales y Reza Shokouhi, tras uno de sus desfiles

-¿Les cuesta encontrar trabajadores para el taller y para la tienda?

-Desafortunadamente, cada vez es más difícil. Cuesta mucho encontrar personas que sean profesionales, así que hay que coger gente joven y formarla para intentar que se queden. Es algo que hacemos nosotros en peletería y que hacen casi todos los gremios.

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