Rubén Marín, presidente de los jóvenes de la Asociación Española de Directores de Hotel (AEDH), es un profesional muy proactivo que acaba de iniciar una nueva aventura profesional como director de alojamiento del Hotel Guitart Central Park de Lloret de Mar y que ya sabe, por sus anteriores periplos profesionales, lo que implica trabajar en un hotel, emprender y gestionar un espacio dedicado al coworking. Gran defensor del emprendimiento y de incentivar el talento, este apasionado del cuidado de la marca personal y del networking, recalca que el director de hotel debe convertirse en el espejo en el que los miembros del equipo a su cargo quieran verse reflejados. Sobre la situación del turismo en la ciudad de Barcelona, donde trabaja en la actualidad, destaca la voluntad de la ciudad de avanzar hacia un modelo que, sin abandonar el turismo, preste también atención a cuestiones como el bienestar de la población local y la sostenibilidad.
-Usted acaba de empezar a trabajar para la cadena Guitart Hotels. ¿Qué tareas asume en ese nuevo empleo?
-Mi puesto es el de director de alojamiento o assistant manager del Hotel Guitart Central Park, que está ubicado en Lloret de Mar. Mi función es hacer que todo lo relacionado con el alojamiento funcione de manera productiva y eficiente. Es un hotel de temporada y justamente hoy abrimos.
-¿Qué supone para usted esta nueva aventura profesional?
-Es lo que siempre quise hacer cuando empecé en el sector hotelero si algún día dejaba de emprender. Es un punto muy importante de mi carrera profesional, tanto a nivel de responsabilidad como de experiencia. Me gusta dirigir equipos con el objetivo de que todo funcione.
-En su anterior empleo, usted gestionó un edificio de coworking. ¿Hay cada vez más gente que recurre a este tipo de espacios para desarrollar su actividad profesional?
-Pues sí. El coworking le ofrece al profesional o a la empresa un espacio de trabajo sin que tenga que ocuparse de las tareas y obligaciones que se derivan de tener unas oficinas convencionales. Hay una persona que gestiona el edificio, otra que ayuda con las incidencias… Además, no hay gastos variables, porque el precio es cerrado y se pacta previamente. Es también muy importante el confort que proporcionan. Algunos cuentan incluso con gimnasio y cantina.
-¿Cómo era el edificio de coworking que usted gestionaba?
-El coworking que gestionaba es de la empresa Monday, que nació hace cinco años y que tiene actualmente diez activos (cinco en Barcelona, tres en Madrid, uno en Málaga y uno en Andorra). Yo gestionaba uno de los que están en Barcelona. Para el funcionamiento de estos espacios, es necesario que haya un líder del edificio con un equipo de personas encargadas de realizar las tareas administrativas y de gestionar la recepción y los eventos de comunidad.
-Por su experiencia en el sector hotelero y desde el puesto que ocupa ahora en el coworking, ¿cómo cree que ha cambiado la profesión del director de hotel en los últimos años?
-Sobre todo ha cambiado la manera de cuidar a la gente, que es algo que se nota tanto en los hoteles como en los coworking. Las operativas siguen unas reglas y unos planes de acción que dependen del director, pero el hotel que cuente con un equipo más feliz, más motivado, más disciplinado y más competente es el que alcanzará antes los buenos resultados. El director debe convertirse en un líder y tiene el deber de influir en su equipo y de ser un espejo en el que los miembros de ese equipo quieran verse reflejados. Esto, antiguamente, no era necesario y el director era una persona que se sentaba en su sitio con unos trabajadores a su cargo que tenían que trabajar porque sí. No hay que olvidar que hoy en día los empleados tienen más atrevimiento que antes para abandonar un trabajo y por eso es muy importante que se sientan cuidados y valorados.
«Los empleados tienen más atrevimiento que antes para abandonar un trabajo y por eso es muy importante que se sientan cuidados y valorados»
-Otro de los grandes cambios ha llegado con la incorporación de las nuevas tecnologías a la gestión hotelera.
-Las nuevas tecnologías mejoran la operativa, aunque yo no creo que las herramientas tecnológicas puedan sustituir a las personas. Los seres humanos aportan más que la realización de una tarea concreta y la tecnología está para ayudar a que los procesos sean más rápidos y eficientes. Dicho de otra forma, lo que posibilita la tecnología es que los miembros de los equipos tengan más tiempo y puedan priorizar más a qué dedican ese tiempo. Si las tareas más rutinarias se realizan con la tecnología, el personal puede acometer otras actuaciones que hagan que el hotel sea más competitivo.
-Las empresas del sector hotelero y de la hostelería tienen grandes dificultades para encontrar personal cualificado. ¿Cuál cree que es la causa de ese problema?
-Creo que hace mucho daño la falta de equilibrio entre la conciliación y los beneficios. No es que la conciliación en el sector sea menos, sino que es distinta y está organizada de otra manera. Al acabar el mes, el trabajador tiene las mismas horas de descanso y las mismas horas trabajadas que una persona que trabaja en otro sector, lo que ocurre es que el tiempo se distribuye en días de la semana diferentes. El mayor porcentaje de la población trabaja de lunes a viernes y libra los fines de semana y esto hace que quien está en el sector hotelero, que sí trabaja los fines de semana, sufra esos problemas para la conciliación, sobre todo a nivel social. Hubo un cambio cultural que hace que esa parte social se valore más hoy que antaño. Esa particularidad hace, además, que los trabajadores sientan que los salarios son bajos y que no compensan esos problemas para la conciliación. Si el sector no cree que esos empleos merecen sueldos más elevados, debe asumir que los perfiles no serán tan competitivos como sería deseable y que, por tanto, será mucho más difícil encontrar talento y gestionar los equipos.
«Si el sector no cree que los empleados merecen sueldos más más elevados debe asumir que los perfiles no serán tan competitivos como sería deseable»
-¿Hay una falta de vocación para trabajar en el sector?
-La verdad es que yo no tuve vocación por el sector hotelero hasta que empecé a trabajar en él. Pienso que las universidades tienen un papel fundamental a la hora de incentivar esa vocación. Creo que no hay vocación porque no se planta la semilla. Lo que tenemos que hacer es preguntarnos dónde está o cuál es esa semilla y, cuando tengamos la respuesta, podremos fomentar de nuevo el interés por entrar en el sector.
-¿Qué importancia tiene la formación para trabajar en el ámbito de los hoteles?
-Es muy importante, aunque la formación tiene que estar dirigida a aquello que la persona pretende hacer. Dicho de otra forma, la formación debe estar orientada al puesto que se ocupe o a la actividad profesional que se va a desarrollar, es decir, debe ser personalizada.
-¿Ha decaído Barcelona desde el punto de vista turístico y económico tanto como algunos afirman?
-Quizás, más que haber decaído, lo que ocurre es que quieren que decaiga. Los números avalan a Barcelona y si cuando las cifras son buenas nos dicen que lo estamos haciendo mal, imagínate lo que dirán cuando sean malas. Lo que hay en Barcelona es una voluntad de generar un cambio de modelo. La ciudad está en transición, porque siempre se ha enfocado hacia el turismo al 100% y, ahora, se busca un equilibrio a través de iniciativas que puedan beneficiar también a la población local y fomentar la sostenibilidad.
-¿Es un problema la masificación del turismo en Barcelona?
-Es verdad que en 2019, antes de la pandemia, Barcelona llegó a tener 19 millones de turistas anuales. Esto hizo que la ciudad se enfocara 100% en el turismo y, ahora, se pretende cambiar esa tendencia y diversificar. Hay una reconstrucción para cambiar Barcelona y adaptarla para la población local, sobre todo en términos de sostenibilidad. Se están haciendo muchas zonas verdes, parques, tramos de carril-bici… También se está trabajando en el modo en que el turismo encaja en esa nueva Barcelona: qué tipo de turistas van a venir, cómo respetan la ciudad, en cuánto se ponen los precios…
«Las nuevas tecnologías mejoran la operativa, aunque no creo que puedan sustituir a las personas»
-¿Qué actuaciones cree que son más urgentes dentro de la búsqueda de ese nuevo modelo?
-En el ámbito turístico, se han paralizado las obras hoteleras en Barcelona debido, quizás, a esa transición de la que hablaba. Quizás Madrid ha crecido más que Barcelona por tener menos restricciones. Yo lo que pediría es que se busque un equilibrio y que se ordenen las ideas para decidir a dónde se quiere llegar y hacia dónde se quiere ir. Es importante también que se cuente con los profesionales, que deben estar informados de lo que se proyecta en la ciudad. En todo caso, son temas en los que hay muchos intereses políticos y Barcelona, en realidad, siempre ha estado en lo más alto de ranking en cuanto a turismo se refiere.
-Usted ha participado recientemente en la feria de turismo Fitur. ¿Qué le pareció el evento?
-Había muchísima gente. Es el evento del turismo por excelencia en el que todos los profesionales se reúnen y se saludan o, si nunca se han visto, se ponen cara. Para mí es un evento muy ilusionante en el que siempre se dan encuentros de gran interés y surgen nuevas oportunidades.
-¿Cómo llegó usted a la Asociación Española de Directores de Hotel?
-Detecté la importancia de trabajar la marca personal y contacté con el delegado juvenil de la AEDH para la Zona Norte. Me explicó cómo era la asociación y a qué se dedicaba y me pareció muy interesante. Una vez dentro, aproveché los diferentes eventos que se organizaban para mostrar mi pasión por el sector. Mi implicación a la hora de construir la AEDH Juvenil fue grande, ya que dediqué mucho tiempo a contactar con responsables de la asociación, a convencer a otros profesionales para que se hicieran miembros… Esto llevó a que el presidente, Manuel Vegas, me llamara un día para proponerme ser el presidente de los jóvenes de la AEDH.
-¿Qué aporta la AEDH a los profesionales del sector?
-Networking. Hay mucha conexión entre los asociados y, con una simple llamada, tienes siempre a alguien dispuesto a ayudarte a resolver un problema o a encontrar trabajo. Esto es lo que me ha ocurrido a mí para conseguir mi nuevo trabajo, al que llegué gracias a Roberto Torregrosa, que es el director general de Guitart Hotels y el presidente de la AEDH en Cataluña y que me conocía y sabía como soy. Gracias a eso pude optar al puesto. Roberto Torregrosa es para mí todo un referente.