Nadie discutirá que los seres humanos tienen derecho a divertirse de vez en cuando y tampoco que una fiesta como el San Juan aporta muchas cosas buenas a una ciudad como A Coruña, pero cada año que pasa, aumenta el número de vecinos de la ciudad gallega que dicen estar hartos de una festividad que, para muchos de ellos, ha perdido su esencia para convertirse en un botellón masivo. La basura que se acumula en las playas urbanas, el caos circulatorio provocado por unos cortes de tráfico que impiden que incluso los residentes accedan a sus plazas de garaje y los actos vandálicos que algunos cometen amparados por la masa son sólo algunas de las molestias que los más críticos con el San Juan dicen haber padecido un año más.
La imagen de la basura en las playas es una estampa clásica del San Juan de A Coruña, pero no por mucho repetirse deja de ser desoladora. Las recomendaciones y ruegos que se realizan todos los años desde las administraciones y entidades locales no han servido para evitar que una gran mayoría de quienes celebran la fiesta de las hogueras en los arenales dejen botellas, bolsas de plástico, latas, restos de comida e incluso muebles viejos en playas como las de Orzán y Riazor.
Harta de ver cómo la imagen de las playas convertidas en vertedero se repite año a tras año, la alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, ha prometido tomar medidas de cara a los próximos años. En un tono serio, la regidora expresó su descontento ante la desoladora estampa. «A mí me parece vergonzosa la imagen del día siguiente y creo que es un sentimiento compartido por toda la ciudadanía. Es una irresponsabilidad con el medio ambiente total y mi disgusto es profundo», comenta.
Inés Rey avanza que las medidas a tomar por el Ayuntamiento para luchar contra la basura que genera el San Juan conllevarán restricciones, pues considera que, vista la irresponsabilidad de tantas personas, prohibir determinados comportamientos es el único método eficaz para proteger las playas y otros espacios urbanos. «Luego nadie quiere que se tomen medidas, que se prohíban parcelas, tiendas, que haya represión, pero la imagen del día después no ayuda a que seamos tolerantes con ciertas prácticas. Llevo siete fiestas y siempre lo mismo. De cara al próximo San Juan tomaremos medidas», sentencia la alcaldesa.
Ruido y problemas de tráfico
Son muchos los coruñeses que lo pasan de maravilla mientras festejan San Juan, pero ¿qué hay de aquellos que no se suman a las celebraciones porque tienen otros compromisos o porque, simplemente, no tienen ganas? Pues parece que lo que para uno es diversión y alegría, para otros es fuente de molestias y disgustos.
Sirva como ejemplo lo que le ocurrió a una vecina de la ciudad que no pudo acceder a su plaza de garaje por un corte de tráfico en la calle Cordelería. Indignada, esta habló con la policía obteniendo como única respuesta de los agentes que «no se podía hacer nada» y que «si quería que denunciase».

La gran cantidad de visitantes que llegan a la ciudad desde otros puntos de Galicia e incluso desde otras comunidades autónomas hace que muchos coruñeses sientan que han perdido su libertad para circular por las calles de su ciudad y tengan que esperar colas eternas, salvo que hayan reservado mesa en un restaurante, para comer unas sardinas o tomar una cerveza. Se calcula que más de 100.000 personas llegan de fuera de la ciudad para celebrar el San Juan en A Coruña, más de un tercio de la población local, y eso desemboca, inevitablemente, en una masificación de la fiesta que trasciende el espacio de las playas para invadir prácticamente todas las calles del centro urbano e incluso los barrios.

Pérdida de la esencia
Los responsables de la Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan, entidad a la que están vinculadas las famosas meigas y que tiene como objetivo preservar las tradiciones y ritos ligados a una fiesta que goza del reconocimiento de Interés Turístico Internacional, lamentan que la que es para muchos la noche más mágica del año ha perdido su esencia para convertirse, cada vez más, en un macrobotellón en las playas.
El actual Gobierno local que encabeza Inés Rey no le pone las cosas fáciles a las Meigas de San Juan y es que, desde hace unos años, no participan ni en la quema de la falla ni en ningún otro acto oficial celebrado en las playas. Sí se celebran actos tradicionales de la Comisión Promotora en los que participan las meigas, como la proclamación de la Meiga Mayor, la imposición de bandas y el Aquelarre Poético, eso sí, todos ellos sin la colaboración del Ayuntamiento.