El FC Barcelona se quedará sin su televisión oficial el próximo 30 de junio y es que el club, ante la difícil situación económica e institucional por la que atraviesa, ha tomado la decisión de cerrar el canal Barça TV, lo que supondrá el despido de 150 trabajadores (95 que forman parte de la plantilla más los que actúan como colaboradores en los programas y tertulias).
El cierre de Barça TV supondrá un ahorro para el club y quizás mejores números para cuadrar un balance que debe ajustarse al ya famoso fair play financiero, pero también dejará al Barcelona sin una herramienta de presión social que, como se ha visto recientemente con el vídeo con el que el Real Madrid mostró los vínculos del club catalán con la dictadura franquista, resulta muy eficaz a la hora de generar opinión.
Lo cierto es que Barça TV ya había mostrado signos de fragilidad en los últimos tiempos. Los trabajadores que ahora serán despedidos, sin ir más lejos, protagonizaron en los últimos meses varias huelgas para protestar por las condiciones laborales que les ofrecía TBSC Telefónica, la empresa filial de Telefónica responsable de la producción de este canal.
Los trabajadores no comprenden esta decisión pues, aún suponiendo un gasto mantener una canal de televisión, la cantidad destinada a sus sueldos y, en general, a la actividad generada por el mismo, es ínfima en comparación con otras partidas del club. Tampoco entienden que una institución como el Barça renuncie de una forma tan brusca a contar con un medio de comunicación propio, toda vez que su gran rival, el Real Madrid, cuenta con un canal que emite por TDT y para todo el territorio nacional.
“Es raro que el club se quede sin medios propios”, comentó Ernest Mendez, presidente del Comité de Barça TV, en declaraciones al canal autonómico TV3, acerca de una noticia que, pese a los problemas y tensiones existentes, no esperaban los trabajadores.
