Marcha atrás de los organizadores de Eurovisión, que pasaron de afirmar que permitirían la participación de Rusia pese a la invasión de Ucrania, por considerar que el festival debía mantenerse al margen de «cuestiones políticas», a decretar la expulsión del país que preside Vladimir Putin, tras afirmar que tolerar el concurso del invasor supondría un desprestigio para el certamen.
La postura inicial de la organización de Eurovisión y el posterior cambio de la misma llegan después de que la Radiotelevisión Pública de Ucrania solicitara la exclusión de Rusia del festival, por considerar que el certamen puede convertirse en «una herramienta clave de propaganda política financiada con el presupuesto estatal ruso».
La final de la Champions cambia de sede
La invasión de Ucrania le saldrá también cara a Rusia desde el punto deportivo, después de que la UEFA haya tomado la decisión de trasladar final de la máxima competición europea de clubes de San Petersburgo a París. La final de la Champions League se disputará, finalmente, en el Stade de France de París y no en el Gazprom Arena de la ciudad rusa. Esta no ha sido la única decisión adoptada por la UEFA en la reunión celebrada hoy para abordar los efectos de la guerra. El máximo organismo del fútbol continental también ha determinado que los equipos rusos y ucranianos que disputan competiciones de la UEFA, como el caso del Spartak de Moscú en la Europa League, jueguen sus partidos en campo neutral.
También llegaron desde el mundo del fútbol críticas hacia Rusia y hacia su presidente. Una de las más reproducidas y comentadas fue la que pronunció Oleksandr Zinchenko, jugador del Manchester City inglés que deseó al presidente Putin «la muerte más dolorosa». Roman Zozulya, jugador en el punto de mira de aficiones como la del Rayo Vallecano por su supuesta ideología de extrema derecha, también atacó al líder ruso: «Putin es la reencarnación de Hitler», manifestó.