Ana Pontón anima al Celta ante el Barça y se da un baño de masas en un Balaídos plagado de banderas independentistas

Ana Pontón Celta

La candidata del Bloque Nacionalista Galego (BNG) a la Presidencia de la Xunta de Galicia, Ana Pontón, dedicó la jornada de reflexión a animar al Celta de Vigo en su partido ante el FC Barcelona. Poco le importó a la nacionalista que su presencia en Balaídos pudiera incomodar a algún que otro seguidor del Deportivo de La Coruña, gran enemigo de los celestes, o que algunos de quienes discrepan de sus políticas bromearan con su, a falta de comprobar lo que ocurrirá en los comicios, condición de «segundona» en lo político y, a tenor de lo visto hoy y de acuerdo con el palmarés de los clubes gallegos, en lo futbolístico.

Lo cierto es que Ana Pontón se dio un baño de masas antes de acceder al estadio de Balaídos y fueron muchos los aficionados del Celta que se le acercaron para manifestarle su apoyo y para retratarse con ella. Ya dentro del recinto, la candidata del BNG pudo comprobar, a buen seguro que con gran agrado y satisfacción, cómo los hinchas más radicales del club vigués lucían multitud de banderas independentistas mientras coreaban cánticos en contra de España y del Deportivo, club más grande y laureado de Galicia al que estos aficionados tienen presente incluso cuando expresan unas ideas políticas que, por cierto, comparten también los Riazor Blues del equipo coruñés.

Ana Pontón Balaídos
La candidata del BNG, Ana Pontón, con aficionados del Celta / Imagen: @anaponton (X)

«Ambientazo en Balaídos para el Celta-Barça de esta tarde. Apoyar a los equipos gallegos y disfrutar del talento de nuestros deportistas siempre es un plan ganador. Y cuántos y cuántas de vosotros os acercasteis para darme un abrazo y ánimos para mañana. ¡Gracias!», escribió en la red social X (antes Twitter) para acompañar varias fotografías suyas con aficionados del Celta.

banderas independentistas
Banderas independentistas en Balaídos / Imagen: DAZN

Una nueva derrota celeste

Lo que no fue Ana Pontón para el Celta fue un talismán de buena suerte y es que el equipo vigués, como ya es costumbre esta temporada, cosechó una derrota y lo hizo, además, de una de las formas más frustrantes posibles: con un penalti en el tiempo de descuento que, para más inri, hubo de repetirse después de que el portero celeste lograra detenerlo y debido a que el propio guardameta se adelantó de forma antirreglamentaria.

Mañana se conocerá si esa derrota in extremis, que llegó cuando el Celta ya saboreaba un meritorio empate ante el Barça, tendrá su reflejo en unas elecciones en las que, por primera vez, Ana Pontón se ve con opciones de llegar a presidir la Xunta.

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