Desde que la piña se convirtió en un símbolo de unión para la afición del Deportivo, esta fruta ha aparecido en las gradas del estadio de Riazor, ha irrumpido en algunas celebraciones de los jugadores al marcar gol, arrasó en el Carnaval convertida en disfraz y, ahora, llega a la moda en forma de calcetines y camisetas que el propio club blanquiazul vende en sus tiendas.
El llamado efecto piña tiene eufóricos a los deportivistas y es que el equipo coruñés, desde que la fruta alcanzó el rango de totémica para la parroquia blanquiazul, no ha parado de ganar. Era una consecuencia previsible que el Deportivo tratara de sacar rédito de esta campaña de marketing que le vino dada y plasmara la piña en algunas de las prendas que comercializa en la Deportienda.
Los calcetines, disponibles en azul claro y en azul marino, tienen dibujos de un futbolista del Deportivo levantando una piña, tal y como lo hizo el jugador Pablo Martínez al celebrar el gol que le marcó al Fuenlabrada en un partido que el conjunto blanquiazul ganó por 4-1.
Las camisetas, en blanco con letras azules o en azul con letras blancas, llevan impreso una declaración de amor al Deportivo en gallego, con dos piñas que reproducen la silueta de un corazón. Las piñas, por supuesto, son de color azul y blanco.
Un fenómeno viral
El efecto piña comenzó cuando el futbolista del Deportivo Lucas Pérez recurrió al emoticono de esa fruta para llamar a la unión de todo el deportivismo en una de sus publicaciones en redes sociales. Desde ese momento, fueron muchos los aficionados blanquiazules que incorporaron el emoji de la piña al nombre con el que se identifican en redes sociales como X (antes Twitter).
Desde que la piña se ha convertido en una especie de escudo no oficial del club coruñés, los resultados han acompañado al Deportivo, por lo que todo apunta a que este fenómeno viral ha llegado para quedarse y es que ¿por qué iban a abandonar los hinchas un talismán que tan bien funciona?