El exfutbolista del Celta Hugo Mallo, a juicio por abuso sexual a la mascota del Espanyol antes de un partido

Hugo Mallo mascota

El exfutbolista del Celta de Vigo Hugo Mallo comparecerá el día 11 de julio en el Juzgado de lo Penal número 19 de Barcelona como acusado de haber perpetrado un delito de abuso sexual del que fue víctima una mujer que trabajaba como mascota del Espanyol, Los hechos por los que el que fuera lateral del equipo celeste será juzgado ocurrieron, supuestamente, antes de un partido entre el conjunto vigués y el barcelonés disputado el 24 de abril de 2019.

Los hechos, según el testimonio de la supuesta víctima, ocurrieron sobre el césped y durante el clásico momento protocolario en el que los jugadores de ambos equipos contendientes se saludan entre sí y con los árbitros y demás actores del partido. El que fue capitán del Celta, al llegar al lugar donde estaba la mascota del Espanyol, en lugar de darle la mano se la habría introducido dentro del disfraz y le habría tocado los pechos.

«Introdujo las manos bajo el disfraz y le hizo tocamientos en los pechos», recoge el escrito de acusación sobre el testimonio de la víctima, que relató que el acusado «le cogió los pechos con las manos y comenzó a hacer movimientos».

Tanto la abogada de la presunta víctima como la Fiscalía coinciden en solicitar para Mallo una pena de 24 meses de multa, a una cantidad diaria acorde a su patrimonio, cuyo pago tendría como destinatario el Estado, en virtud del artículo 181.1 del Código Penal.

El proceso judicial

Aunque el caso de Hugo Mallo y la mascota ha salido ahora a la luz, ya hace años que arrancó el proceso. Primero, fue admitida a trámite la denuncia en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 2 de Cornellà de Llobregat. La trabajadora declaró el 27 de junio de 2019 y el jugador, pocos días después, el 10 de julio. La defensa de Mallo pidió entonces que se archivara el caso al entender que los hechos no habían sucedido, pero su pretensión fue desestimada.

El 31 de mayo de 2021, la Sección Novena de la Audiencia Provincial de Barcelona estimó que la denunciante ponía de manifiesto hechos que pueden ser constitutivos de delito de abuso sexual. «Aunque parece que se produce de forma rápida, dura más que el resto de los saludos efectuados con anterioridad a la mascota, por lo que sí apreciamos que algo ocurre con la mascota y el jugador, ya que la mascota se mueve, le quita la mano al jugador y se coloca tras la mascota masculina; y podemos apreciar por la posición del jugador que ha podido incurrir en dichos tocamientos», expuso la jueza.

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