Eva Castro, candidata de VOX a la Alcaldía de A Coruña: «La izquierda, primero, dividió a la sociedad por clases y, ahora, por sexos»

Eva Castro VOX

Catedrática de la Facultad de Filología en la Universidad de Santiago de Compostela y especialista en la Edad Media, Eva Castro Caridad es la candidata de VOX a la Alcaldía de A Coruña, un reto que asume con responsabilidad y sin complejos, aún sabiendo que sus opiniones distan de lo que «la izquierda y la derecha meliflua» consideran políticamente correcto. Contraria a apoyar con dinero público eventos relacionados con el colectivo LGTBI, la igualdad de género, el cambio climático o el bienestar animal, esta mujer, católica y madre de una de esas familias consideradas tradicionales, desea que A Coruña vuelva a contar con una feria taurina y que se persiga la delincuencia en las calles de forma contundente. En lo económico, promete proteger la propiedad privada, que considera sagrada, y bajar los impuestos.

-¿Quién es Eva Castro Caridad y cómo llegó a VOX?

GFG

-Soy una profesora de la Universidad que, en un momento dado, decidió dar un paso adelante en política porque lo que estaba viendo no le gustaba para el futuro de sus hijos y de sus nietos. Eso es lo que digo siempre, pero es cierto. Por mí misma, no habría dado ese paso, pero, al ver lo que estaba sucediendo, sentí que era necesario. Soy hija, soy esposa, soy madre, soy abuela y soy profesional.

-Veo que ha formado usted una familia tradicional, de esas a las que VOX siempre defiende.

-Pues sí. Es una familia estable y es la que me ha dado la fuerza para ser la persona que soy. Primero, mis padres, que siempre nos apoyaron a mi hermana y a mí en todo lo que queríamos hacer y nos animaron a ser libres y autónomas, siempre con mucho cariño y con mucho respeto.

-¿Está en peligro ese tipo de familia?

-Intentan que lo esté, porque una familia unida es la base de una sociedad fuerte. Si deshacen las familias, se deshacen los cimientos de la sociedad.

-¿Tuvo usted el apoyo de su familia cuando decidió entrar en política?

-Curiosamente, ahora sí, pero hace años, cuando di el primer paso y me metí en gestión universitaria, mis dos hijos estaban horrorizados, no les gustaba nada porque creían que lo iba a pasar mal. A mis compañeros les sorprendía mucho que mis hijos no apoyaran que fuera vicerrectora. En cambio, ahora, cuando he dado este paso de ser candidata a la Alcaldía, cuento con el apoyo de los dos.

«Una familia unida es la base de una sociedad fuerte. Si se deshacen las familias, se deshacen los cimientos de la sociedad»

-¿Está muy politizada la Universidad?

-La Universidad pública, en España, tal y como está ahora, es inaceptable. La nueva Ley de Universidades es inaceptable. La Universidad está dominada, sobre todo, por la izquierda, una izquierda radical y violenta. Y lo digo sin miedo.

-¿Ha sufrido usted algún incidente por ese motivo durante su carrera profesional como profesora universitaria?

-Los he visto y los he denunciado. Por ejemplo, soy testigo de incidentes contra compañeros de la Facultad de Derecho. Yo, afortunadamente, jamás he tenido problemas porque, desde el primer momento, he sido coherente. Aunque mi facultad, la de Filología, es muy de izquierdas, tengo el respeto de mis compañeros. Ellos respetan mi opinión porque yo también respeto la suya, aunque no esté en absoluto de acuerdo. Algo que no me gusta nada, como les dije a mis compañeros, es que se defienda desde la izquierda el uso de la violencia.

-VOX ha sufrido algunos actos violentos durante la campaña. ¿Qué siente ante esa hostilidad?

-Siento que vamos por el buen camino y que este tipo de hechos han de hacernos más fuertes, porque la razón está de nuestra parte. Hemos de hacer frente a la izquierda, nunca ejerciendo la violencia, pero sí de forma contundente. Eso es lo que estamos haciendo. Por nuestra parte, jamás verás un acto violento. Eso sí, defenderemos con uñas y dientes nuestra bandera, porque lo primero que intentan atacar siempre es la bandera, como símbolo de todos nosotros.

«La Universidad pública está dominada por una izquierda radical y violenta»

-¿A qué cree que se debe ese odio a la bandera desde determinados sectores de la izquierda?

-Creo que tenemos que hacer una gran pedagogía. El sobrino de una compañera llevó a clase una pulsera con la bandera de España y un compañero suyo le llamó fascista. La profesora, en lugar de criticar al chico que le llamó fascista, le dijo al que llevaba la pulsera que estaba provocando y añadió que el comunismo era bueno. Tengo que decir que, pese a esos episodios, cada vez se ve a más gente con pulseras y otros elementos con los colores de la bandera de España.

-¿Cree que A Coruña es una ciudad insegura?

-Sí, sin duda, ahora mismo, hay ese problema. El pasado domingo, sin ir más lejos, hubo una agresión sexual en Los Cantones Village y, en O Ventorrillo, un apuñalamiento. Son dos zonas muy distintas de la ciudad y dos zonas en las que ha habido problemas de violencia y de inseguridad. Está sucediendo. En la plaza de San Pablo, los comerciantes nos dijeron que la situación allí es inaceptable y que las pandillas campan a sus anchas.

-¿Qué propone VOX para acabar con ese problema?

-Proponemos la creación de una policía de proximidad o policía de barrio. Es algo que ha funcionado y los vecinos lo demandan. Queremos también que haya una mayor dotación de efectivos policiales y crear una oficina contra la okupación. Hay que tener en cuenta que esta situación no surge por generación espontánea sino que tiene su razón de ser. Nosotros queremos ir a la raíz del problema para poder dar una solución correcta y la raíz del problema, aunque no se quiera oír, es la inmigración ilegal, motivada por unas mafias que se están aprovechando de esta pobre gente que vende todo lo que tiene en sus países de origen, que cree que esas mafias la van a ayudar y que, cuando llega a aquí, queda desamparada. Otra causa de esa inseguridad es el colapso en los juzgados, a donde llega la Policía con un delincuente convicto y confeso y lo tiene que dejar en la calle porque no hay medios para juzgarlo.

-Y a veces es el propio sistema el que deja a esos delincuentes en la calle.

-Eso es una orden política y eso es algo que nos comentan muy tristes los policías. VOX es un partido que siempre le hará frente a la delincuencia. No puede ser, por ejemplo, que personas honradas que han ahorrado a lo largo de su vida para comprar un pisito para tener unos ingresos o para dejárselo a sus hijos se vean desamparados. La propiedad privada es sagrada, porque es lo que da la libertad.

«La raíz del problema de la inseguridad, aunque no se quiera ver, es la inmigración ilegal»

-Imagino que estará usted en contra de la nueva Ley de Vivienda.

-Si nosotros tuviéramos la oportunidad, quedaría derogada en el primer minuto. Se nota con leyes como esa que estamos tomando en España una senda bolivariana. Afortunadamente, en España tenemos un partido como VOX, capaz de decir hasta aquí hemos llegado. Nosotros estamos muy ilusionados. Pronto llegarán elecciones al Parlamento Europeo y estamos convencidos de que vamos a dar un cambio a Europa. Está ocurriendo en Italia, en Polonia, en Hungría, en Suecia… Vamos a quitar a la izquierda y a esa derecha meliflua para acabar con la Agenda 2030, que lo único que hace es demonizar al hombre europeo por vivir sobre la tierra y que pretende destruir la cultura occidental.

-¿Qué opina del feminismo y de las leyes de igualdad?

-Nosotros defendemos y propugnamos que la Constitución de 1978 ampara la igualdad entre españoles, independientemente de su sexo o de su religión. Nosotros reclamamos esa igualdad y queremos que se aplique. La izquierda, primero, dividió a la sociedad por cuestiones de clase y, ahora, por sexos, con la guerra de sexos. Para nosotros es inadmisible que una cuestión tan íntima como es la orientación sexual de cada uno se convierta en un derecho global que, en realidad, roba la individualidad. Yo jamás he visto desigualdad por el hecho de ser mujer y, si alguna vez se ha intentado que la hubiera conmigo, yo me he defendido. Nunca me he dejado amilanar por el hecho de ser mujer. Tampoco veo que haya problemas con una persona que sea homosexual. Respetar es una cosa y lo que se está haciendo ahora, que es utilizar una cuestión íntima para crear un derecho que no existe, es otra.

«La propiedad privada es sagrada, porque es lo que da la libertad. Si VOX tuviera la oportunidad, la Ley de Vivienda quedaría derogada en el primer minuto»

-¿Cree usted que un hombre blanco, heterosexual, europeo y de mediana edad lo tiene especialmente complicado para prosperar en la sociedad actual?

-Lo tiene fatal, horrorosamente mal. Un ejemplo sería el de un varón español, heterosexual, padre de familia y en el paro. No hay ningún mecanismo social en España que pueda ayudar a ese varón. Es más, no interesa. Tengo constancia de que en el Ayuntamiento se le ha llegado a decir a algunas personas con ese perfil que si no fueran varones de nacionalidad española quizás podrían acceder a alguna ayuda. Hay cantidad de hechos que refuerzan esa idea. El varón español heterosexual está siendo atacado. Es algo que ya viene de hace años. Ocurre algo parecido con la clase media, que es la que siempre ha sustentado a España y, sorprendentemente, a la que más se ataca desde el Gobierno.

-¿Cuál sería su política en cuanto a los impuestos municipales de llegar a la Alcaldía?

-VOX siempre lleva en su programa la bajada de todos los impuestos. Sabemos que es posible porque estudiamos los últimos presupuestos aprobados por el Ayuntamiento y vimos la cantidad de gastos políticos superfluos que hay. Nosotros siempre decimos que donde mejor está el dinero es en los bolsillos de los ciudadanos. El ciudadano debe ser quien elija lo que debe hacer con su dinero. La administración no puede considerar al ciudadano como un menor de edad que necesita ser llevado de la mano para que sepa en lo que hay que gastar.

-Cambiando de tercio, ¿La Coruña o A Coruña?

-La Coruña. Si uno quiere hablar en gallego, que utilice A Coruña, pero si estamos hablando en español debemos utilizar La Coruña. Hacer lo contrario es artificial y hasta da vergüenza ajena escuchar A Coruña cuando alguien habla en español. Ese es el típico postureo que hace que los políticos profesionales estén alejados de muchos de sus vecinos. Yo, cuando hablo con la gente en la calle, veo que la mayoría utiliza La Coruña cuando habla en español. Esa norma que obliga a usar el topónimo gallego cuando se habla en español debe cambiarse. Esa es la gran traición del PP en Galicia. La Ley de Normalización Lingüística es una traición a los gallegos.

«Vamos a quitar a la izquierda y a esa derecha meliflua para acabar con la Agenda 2030, que lo único que hace es demonizar al hombre europeo por vivir sobre la tierra y que quiere destruir la cultura occidental»

-¿Cree que los alumnos terminan sus estudios sin dominar el castellano?

-Como profesora universitaria tengo que decir que el nivel lingüístico de los jóvenes, tanto en español como en gallego, es terrible. Hay universitarios que no saben redactar. Yo hablo y quiero a las dos lenguas. Lo que no acepto, bajo ningún concepto, es la utilización política de la lengua. No entiendo que se diga, por ejemplo, que la Universidad de Santiago de Compostela tiene como lengua oficial el gallego. Una institución no tiene lengua, los que tenemos lengua somos los individuos. Lo que tiene que hacer la Universidad es atraer alumnos. Mis programas y todas mis comunicaciones están en español.

-Veo que habla usted siempre del español y no del castellano.

-Efectivamente, porque el español es el elemento común. Prefiero llamarle así.

-¿Se siente usted antes española o gallega?

-Pues a eso te voy a contestar lo que pensaba de pequeña y lo que sigo pensando ahora y es que soy muy afortunada por ser católica, por ser española y, encima, gallega.

-Veo que le da mucha importancia a la religión.

-Soy católica, porque así es mi cultura y mi formación, aunque sea una gran pecadora. Soy creyente y separo muy bien lo que es la fe, que tengo la suerte de tenerla, de lo que es la Iglesia como institución humana que tiene sus fallos.

«No hay ningún mecanismo social en España que pueda ayudar a un varón español, heterosexual, padre de familia y en paro»

-Si usted fuera alcaldesa, ¿dedicaría dinero municipal a la organización de eventos LGTBI como el desfile del Orgullo?

-No. Si yo fuera alcaldesa, intentaría ayudar a los vecinos de la ciudad que lo necesitaran porque la vida les dio un mal golpe. Siempre habría también ayuda al deporte, a los comerciantes, a los comedores escolares…, pero nunca para cuestiones de carácter ideológico por tener una orientación sexual, que es algo muy íntimo y muy personal. Tampoco apoyaría cuestiones relacionadas con el cambio climático o con la Ley de Bienestar Animal. Para esas cosas, que no cuenten con VOX.

-¿Qué le parece la Ley de Bienestar Animal?

-Una barbaridad. No olvidemos que la primera Ley de Bienestar Animal la aprobó Hitler. Es una ley que considera que ha de tener más derechos un animal que un ser humano. Cuando eso ocurre es que estamos con la óptica totalmente desenfocada.

«Si uno quiere hablar gallego, que utilice A Coruña, pero si estamos hablando en español debemos utilizar La Coruña»

-¿Le gustaría que la ciudad volviera a contar con una feria taurina?

-Me encantaría que volvieran los toros a la ciudad y me preocupa un proyecto que existe para reformar el Coliseum eliminando los antiguos corrales. Esperemos que nosotros podamos entrar antes de que se tomen esas medidas. La tauromaquia es un arte y no es en absoluto una actividad bárbara. Las corridas de toros se eliminaron por cuestiones ideológicas.

-¿Se han prohibido y cancelado muchas actividades o eventos por motivos ideológicos?

-Muchísimas. Es que llegamos en un punto en el que todo es no. Te dicen cómo tienes que vestir, cómo tienes que comer, cómo tienes que circular… ¡Que nos dejen respirar! Una persona sabia diría que hay que dejar vivir con unas normas que sean claras, pero pocas. Ya decía Cicerón que cuando una sociedad está en declive promulga leyes cada vez más irracionales. Pues eso es lo que está ocurriendo. La izquierda siempre ha sido censora, además de triste y amargada. El sentido del humor lo ha tenido siempre la gente liberal.

-Si fuera usted alcaldesa, ¿qué sería lo primero que haría para mejorar la ciudad?

-Es que hay tanto que hacer… Yo empezaría por hacer que los coruñeses tuviéramos una administración eficiente y eficaz. Hay que simplificar los trámites y poner el Ayuntamiento al servicio de los ciudadanos, porque la administración trata al ciudadano como si fura un vasallo, con un despotismo que está fuera de lugar.

-Y eso incluye acabar con cargos políticos y con los llamados chiringuitos.

-Por supuesto. Nosotros queremos bajar el sueldo del alcalde y de los concejales y eliminar puestos innecesarios. El uso y abuso que ha hecho Lage Tuñas de los puestos de libre designación es inadmisible.

-Usted también se mostró muy crítica con el tráfico en la ciudad.

-La circulación, que no la movilidad que es un palabro que utiliza la izquierda, se ha convertido en una ley de la selva. Los semáforos parece que están hechos para colapsar el tráfico. Todos los días salen nuevos casos de problemas en los periódicos. Nosotros queremos abordar ese problema.

-¿Y qué opina del estado de las calles?

-Pues no han hecho absolutamente nada en cuestiones de mantenimiento. Han estado tres años haciendo el vago y a última hora, como los malos estudiantes, se han puesto a hacer obras que son una verdadera chapuza. La peatonalización de Alcalde Marchesi, por ejemplo, es un desastre y los vecinos se caen cuando llueve. No han cuidado las aceras, ni los parques, ni los jardines…

«VOX siempre lleva en su programa la bajada de todos los impuestos. Donde mejor está el dinero es en los bolsillos de los ciudadanos»

-¿Qué le ha parecido la promoción turística de la ciudad y que propone en ese ámbito?

-A pesar de lo malas que han sido las campañas de promoción turística, La Coruña tiene tanto potencial que sabe sobreponerse a ellas. ¿Cómo se puede llevar como lema el de A Coruña es un must? Creo que eso no funciona, porque lo que funciona es que defendamos lo que somos, sin complejos y sin miedo a nada ni a nadie. En cuanto a lo que a mí me gustaría, me encantaría, por ejemplo, que la ciudad fuera un punto de inicio y final de grandes cruceros y no sólo un punto de escala. Tenemos un gran potencial y, de hecho, en una cena de la hostelería a la que asistí se comentó que ya se habían superado los niveles de antes de la pandemia. Pero eso no es por lo que haya hecho la administración, sino por lo que están haciendo los propios hosteleros.

-¿Qué propone para apoyar a los autónomos y favorecer el emprendimiento?

-Agilizar los trámites, dar las licencias en 15 días, bajar impuestos… Son unas propuestas claras para favorecer la libre iniciativa.

«Me encantaría que volviera a haber toros en la ciudad. La tauromaquia es un arte y no es en absoluto una actividad bárbara»

-Si el candidato del Partido Popular, Miguel Lorenzo, necesitara el apoyo de VOX para ser alcalde. ¿Qué exigiría a cambio de ese apoyo?

-Nuestro objetivo es desalojar a la izquierda. Si el cambio en el Gobierno local depende de nosotros, tendrá nuestro apoyo, pero no gratis. VOX lo ha hecho gratis en Andalucía, en Murcia y en Madrid y el PP siempre ha incumplido. Donde va razonablemente bien, yo diría que muy bien, es en Castilla y León, que es donde VOX forma parte del Gobierno.

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