Un tiroteo en la ciudad de Zamora terminó la pasada madrugada con un camarero de un restaurante herido de gravedad y con el hombre que le disparó ingresado en el hospital y custodiado por la Policía. Todo comenzó entre la 1.00 y las 2.00 horas, cuando el cliente de un restaurante decidió tomarse la justicia por su mano y dispararle a un camarero que se negó a servirle alcohol.
El autor de estos hechos, un hombre de 61 años conocido en Zamora por su afición a las armas de fuego y al tiro deportivo, efectuó un total de tres disparos desde el exterior del restaurante, ubicado en la calle Villalpando, después de que el camarero le explicara que no podía servirle alcohol porque la hora de cierre del establecimiento estaba próxima. Uno de los disparos alcanzó el blanco y provocó a la víctima heridas graves, entre ellas la rotura de dos costillas y una perforación en el pulmón.
Con su arma de fuego y con abundante munición, el autor de los disparos se atrincheró en un puente ferroviario, lugar en el que se hizo fuerte y se enfrentó a cuatro agentes de la Policía que lograron finalmente abatirlo y neutralizarlo.
El camarero herido fue trasladado al hospital Virgen de la Concha de Zamora y, posteriormente, al complejo hospitalario de Salamanca, donde fue intervenido quirúrgicamente. La identidad del agresor no ha sido revelada, aunque sí ha trascendido que llevaba un cinturón con dos cargadores y munición y que era un tirador experto.
El autor de los disparos ingresó herido de gravedad en el hospital de Zamora, donde permanece custodiado por la Policía y recuperándose de las lesiones causadas por uno de los disparos efectuados por los agentes que se enfrentaron a él durante el violento tiroteo y lograron abatirlo.
