«Ándate con ojo chavalina, tu cuerpo pide tierra» y «cuando cacemos a tu puto hijo nos haremos una foto con él» son dos de las amenazas de muerte que usuarios de las redes sociales, amparados en el anonimato y supuestamente animalistas, han dirigido a la joven cazadora asturiana Beatriz Rosete que, harta de tener que soportarlas, tomó la decisión de plantarse en dependencias policiales y formular una denuncia.
Los insultos, calumnias, deseos de muerte y amenazas hacia quienes practican la caza, especialmente si son mujeres, no son algo nuevo y la propia Beatriz Rosete lleva años lidiando con ellos, pero la aparición de comentarios en los que se menta a su hijo ha sido la gota que colmó el vaso. «Me pasa desde que empecé a exponerme al defender la caza públicamente y al compartir y divulgar contenido cinegético en las redes sociales. Las amenazas de muerte hacia mí, y sobre todo, las que mencionan a mi hijo fueron las que me llevaron a dar el paso y a denunciar ante la policía», explica la cazadora a El Sereno Indiscreto.
Aunque no tiene mucha fe en que quienes escribieron los amenazantes comentarios paguen por ello, debido al anonimato en el que los violentos se amparan en las redes sociales, Beatriz Rosete sí cree que cuantos más cazadores denuncien los ataques de odio de los que son víctimas más consciente será la sociedad de la existencia de los mismos.
«Las cuentas desde las que me dirigieron las amenazas están siendo investigadas, aunque no sé si se llegará a algo porque estos valientes se esconden detrás de cuentas que no tienen seguidores ni información personal o real de la que tirar. Me gustaría ver si diciendo las cosas a la cara son tan valientes», apunta la cazadora.
La víctima de las amenazas cree que las redes sociales y las administraciones muestran con quienes atacan a los cazadores mucha más tolerancia que con los que dirigen insultos y palabras de odio hacia representantes de otros colectivos. «Estos seres llevan mucho tiempo actuando con total impunidad y, lo que es peor, con el amparo de las autoridades y de las redes sociales, que censuran contenido e imágenes de caza por considerarlos violentos o poco apropiados y permiten, sin embargo, todos esos insultos y amenazas hacia quienes practicamos la caza».

La cazadora asturiana recuerda que ella y cuantos practican alguna de las modalidades cinegéticas que existen ejercen una actividad legal y sometida a una normativa que todos deben respetar y que, por lo tanto, los ataques que reciben son totalmente injustificados. «Desarrollamos una actividad que, independientemente de que pueda gustar más o menos, es legal y está regulada», recalca.
Beatriz Rosete se ha convertido en toda una celebridad en las redes sociales, aunque esa no era su intención cuando comenzó a compartir contenido cinegético. Sus mensajes y publicaciones mostrando los beneficios que genera la caza en los ecosistemas, sus llamamientos a que se respeten las normas vigentes o sus denuncias sobre los daños que causan la sobrepoblación de especies como el jabalí o los ataques de los lobos le han valido para contar con más de 14.000 seguidores en Instagram y eso que, como ella misma denuncia, esa cifra ha dejado de crecer como antes debido a que las redes sociales parecen ocultar perfiles como el suyo que tienen en la caza su principal razón de ser.