Una trabajadora de una compañía aérea de 26 años ingresó en la UCI tras haber ingerido un café que contenía insectos y que la joven había adquirido en una máquina del aeropuerto de Palma. La víctima de este extraño suceso, según quienes se investigan los hechos, notó que el café tenía un sabor extraño y, al removerlo, observó que contenía insectos. Después, comenzó a sentirse mal, se le hinchó la cara y empezó a tener problemas para respirar.
Todo apunta a que los insectos que había en el café le generaron una reacción alérgica a la joven, a la que los sanitarios suministraron adrenalina antes de trasladarla en ambulancia al hospital, en cuya UCI todavía permanece ingresada.
Fuentes de la investigación han informado de que las primeras pesquisas confirmaron que, efectivamente, en el café que ingirió la trabajadora de la compañía aérea había insectos. Falta ahora determinar cómo llegaron los bichos a una bebida que suministra una máquina accesible al público cuyo correcto estado y funcionamiento deberían chequearse de forma periódica.
Aena ha abierto una investigación para esclarecer lo ocurrido y ha cerrado la máquina donde el café con insectos tuvo su origen. Además, ha solicitado a la empresa de vending de la que dependen las máquinas de bebidas ubicadas en el aeropuerto de Palma que revise todas y cada una de ellas para garantizar que están libres de bichos y de cualquier otro agente potencialmente patógeno o tóxico.
Ingerir insectos conlleva una serie de peligros y es que éstos pueden contener en su interior bacterias y otros microorganismos nocivos para la salud, así como metales pesados como el plomo y el cinc y sustancias químicas como las que componen los pesticidas.
