Paz Bailón, periodista de Antena 3 Noticias: «Me gusta cubrir información sobre nuestros mayores, tenemos mucho que aprender de ellos»

Paz Bailón

Paz Bailón lleva el gusto por la comunicación en la sangre, desde que escuchaba de pequeña la radio local en el pueblo granadino de Montefrío. Ahora es un rostro conocido de Antena 3 Noticias y lleva a los hogares españoles información sobre los temas más diversos desde unos estudios que comparte con profesionales de la talla de Matías Prats, Sandra Golpe, Vicente Vallés, Esther Vaquero y Mónica Carrillo. Fuera de las cámaras, de la redacción y de los lugares en los que ocurren los hechos que nos cuenta, siempre encuentra tiempo para tomar una caña con sus amigos de toda la vida, para acariciar a sus gatos o para disfrutar de nuestra inigualable gastronomía patria.

-¿Por qué decidiste dedicarte al periodismo?

-Cuando era pequeña, me encantaba escuchar, en la radio de mi pueblo, Montefrío (Granada), a una periodista que se llama Irache y que ahora es muy amiga mía. Siempre la escuchaba y le decía a mi madre que llamara a la radio, porque antes, en las radios de los pueblos, se llevaba mucho lo de llamar para que te metieran en directo. Tendría siete u ocho años cuando le pedía que llamara para pedir una canción y mi madre tenía que llamar a Irache cada dos por tres para que yo pudiera escucharme. Creo que me viene un poco por ahí. Luego, con el paso del tiempo, estudié Magisterio de Educación Física, porque siempre me gustó mucho el deporte. Después de eso, decidí hacer Periodismo con intención de dedicarme al periodismo deportivo. Cuando aún estaba estudiando la carrera y en Onda Cero probé también la información general y fue ahí cuando me di cuenta de que lo mío era la actualidad.

-¿Qué recuerdas de tus inicios?

-Mi primera toma de contacto con el periodismo fue en un medio digital que creo que ya ni existe. Yo cubría los partidos de fútbol que había por los pueblos de Granada. A los pocos meses, tuve la oportunidad de ser becaria en Onda Cero Granada que, como dije, fue lo que hizo que cambiara de rumbo y que me diera cuenta de qué era exactamente lo que más me gustaba. De esa etapa en Onda Cero tengo recuerdos maravillosos de todo el equipo, porque aprendí muchísimo. Creo que el sitio donde uno empieza es fundamental para el desarrollo que se tenga a posteriori. Un compañero de la radio me dijo que tenía que probar la televisión. Al principio, fui reacia porque lo que a mí me gustaba desde pequeña era la radio. Todo esto era estando yo en prácticas y cuando todavía estaba cursando la carrera de Periodismo. Finalmente, hablé con la gente de mi universidad para ver qué se podía hacer, aprovechando que había una televisión local en Granada. Empecé a hacer prácticas en esa tele local y estuve unos tres años, porque me contrataron cuando se me acabó la beca. Así hasta que me planteé probar suerte en Madrid y se lo dije a mi marido que, cuando le comenté que quería irme a estudiar un máster a Madrid para aprender más sobre televisión, me apoyó totalmente y me dijo que se venía conmigo. Seis años después, aquí seguimos.

Paz Antena 3

-¿Cómo llegaste a Antena 3?

-Cuando tomamos la decisión de venirnos a Madrid, yo estuve mirando qué opciones había para hacer un máster de televisión. Había uno de Televisión Española, otro de reporterismo a través de Cuatro y luego estaba el de Antena 3 y yo es que por Antena 3 siento devoción desde que era pequeña y ya veía a Matías Prats. Lo tuve clarísimo. Luego, cuando ya estaba haciendo el máster, salieron las plazas para los becarios y yo hice la entrevista y me cogieron. Pero cuando ya llevaba un mes con la beca en Antena 3, me llamaron de Canal Sur, de mi tierra, porque lanzaban un programa nuevo y me querían contratar. Estar en Antena 3 era como mi sueño, pero claro, es que lo otro lo tenía que coger porque era un contrato y, efectivamente, lo cogí. Fue una oportunidad maravillosa, eso sí, y estoy muy contenta de haber vivido aquella experiencia. Era un programa muy dicharachero y muy entrañable. Era un contrato sólo por el tiempo que durara el programa y estuve seis meses. Cuando terminó sentí que necesitaba retomar la beca que había dejado. Los llamé y les dije que me encantaría retomar esa beca de tres meses de la que yo sólo había disfrutado un mes. Me dijeron que sí, reenganché y hasta hoy.

-¿Te han reconocido por la calle alguna vez?

-Recuerdo una anécdota. Cuando trabajaba en la televisión de Granada, una señora mayor me paró por la calle y me dijo: “Ay, tu eres la de TG7 (la televisión local)”. Me hizo mucha ilusión, porque acababa de empezar y, al final, lo que intentamos en televisión es ser lo más cercanos que sea posible. Cuando nos pasan esas cosas, notamos que nos sienten como algo cercano. Por Instagram me escriben mucho estudiantes de Periodismo para preguntarme dudas. Una chica me dijo una vez que al verme a mí se dio cuenta de que se quería dedicar a eso y me preguntó si yo creía que le merecía la pena. Cuando me preguntan esas cosas, a mí solo se me ocurre decirles: si es lo que quieres, adelante, porque por supuesto que merece la pena. Yo intento siempre contestar porque, igual que la gente dedica ese minuto a escribirte, qué menos que dedicar tú ese mismo minuto a contestar.

«Por Antena 3 siento devoción desde que era pequeña y ya veía a Matías Prats»

-¿Te hacen comentarios sobre tus intervenciones en televisión tus familiares y amigos?

-Mis padres son muy críticos. Cuando lo hago bien, me felicitan, y cuando lo hago mal me dicen: «oye, que aquí te has equivocado». Yo siempre intento avisarles de los temas sobre los que voy a hablar y luego les pregunto cómo lo he hecho. Me hace mucha gracia, porque mis padres casi siempre me dicen que estoy guapísima y que me explico fenomenal y yo les digo que eso no puede ser, que alguna vez me tengo que equivocar, porque, al final, yo soy la más crítica conmigo misma. A veces me frustro mucho porque me he equivocado en cualquier palabra o he dicho algo mal. Lo que pasa es que cuando uno se lanza al directo, se lanza con todas las consecuencias y, a veces, no te da tiempo ni a pensar pero, al final, la mayoría de la gente que está en su casa no se da cuenta de esos pequeños errores. Las críticas, cuando la forma y el fondo son buenos, sirven para mejorar y yo las agradezco.

-¿Es consciente la gente de todo el trabajo que existe en un informativo más allá de lo que ven en sus pantallas?

-Pues nosotros escribimos todo el día todo el rato. Nuestras funciones son varias. Por ejemplo, lo que nosotros decimos en un vídeo en voz en off es algo que nosotros mismos hemos escrito previamente. Los presentadores también escriben, porque es muy complicado leer algo que no has escrito tú mismo. Lo que contamos en 20 segundos en pantalla, lo contamos después de haber masticado mucho esa información. No podemos soltar cualquier cosa. Esa información la hemos manejado, la hemos contrastado, la hemos confirmado e interiorizado.

Antena 3 Noticias

-¿Qué reportaje recuerdas con más cariño u orgullo?

-Como reportaje más duro recuerdo uno que hice recientemente sobre niños en guerra. Me resultó muy difícil y recuerdo que escribí el reportaje y que, cuando fui a locutarlo, se me quedaba la voz, era incapaz. Como reportajes a los que les tengo más cariño, me gusta cubrir mucho información sobre nuestros mayores. Me lo paso muy bien con ellos, incluso para hablar de cosas como de lo poco que les suben las pensiones. Me encanta estar con ellos y tienen una forma de ver la vida de la que todos deberíamos aprender. Recuerdo que, cuando estaba en Canal Sur, entrevisté en directo a mi abuelo. Con la pandemia, los que más han sufrido han sido los niños, porque estaban encerrados y no sabían muy bien de qué iba la cosa, y los ancianos, porque eran los más vulnerables. Recuerdo también con cariño un reportaje que hice con unos mayores que viajaron con una asociación de Fuenlabrada que se adelantó a los viajes del Imserso. Imagínate cómo estaban esos mayores que estaban ya vacunados y que estaban deseando vivir y recuperar el tiempo del que no habían podido disfrutar. Estuve incluso en su casa haciendo la maleta con ellos. Fue algo especial. Hasta con la mascarilla se veía la ilusión que sentían por volver a vivir.

«Por Instagram me escriben muchos estudiantes de Periodismo para preguntarme dudas»

-¿A qué personaje te hizo especial ilusión entrevistar?

-Fue muy especial entrevistar a Carlos Sadness, que es mi artista favorito y porque compartí con él muchas experiencias en una charla muy amena. Una de las mejores cosas que tiene esta profesión es que te permite conocer gente a la que, de otra forma, no podrías acceder tan fácilmente.

-¿A qué profesionales del periodismo admiras más o de cuáles has aprendido más?

-Para mí, es sencillamente una suerte trabajar con los compañeros que tengo en la redacción. Trabajar en el mismo informativo que Sandra Golpe, Vicente Vallés, Matías Prats, Mónica Carrillo o Esther Vaquero ya es muy significativo. Es imposible quedarse con uno de ellos en concreto. Cada uno de los compañeros con los que trabajo a diario, tanto los que están delante de la cámara como los que están detrás, son especiales. Yo cojo un poquito de cada uno y los considero a todos como referentes. También tengo que mencionar a Ana, la que daba nombre al programa La mañana con Ana en el que yo trabajé y de la que aprendí una barbaridad. De Onda Cero, tengo que decir que a la mayoría de los compañeros que tuve allí los sigo viendo cada vez que voy a Granada. La verdad es que me ayudaron mucho, porque cuando alguien llega a un sitio de becario siempre está un poco perdido.

«Lo que intentamos en televisión es ser lo más cercanos posible»

-¿Existe el llamado armario de la tele de donde podéis coger ropa para salir en pantalla?

-Me encanta esa pregunta, porque me la hace más gente de la que te puedes imaginar. Pues sí, existe. Tenemos un armario de la tele, un vestuario en el que hay unas estilistas que nos conocen a nosotros y nuestro estilo. A veces me dicen que han cogido algo para mí, porque han detectado que es de mi estilo y eso me hace mucha ilusión. Por supuesto, también podemos salir con nuestra propia ropa. Yo voy alternando. Puedo coger, por ejemplo, unos vaqueros y luego una chaqueta de vestuario… según lo que me apetezca.

-¿Cuánto tiempo necesitas para cambiarte y maquillarte para salir en pantalla?

-Pues dedicamos a eso más tiempo del que nos gustaría. Las mañanas son, a veces, frenéticas y en eso se te puede ir, fácilmente, una hora y media, que muchas veces resulta clave para poder preparar la información. Cuando nos maquillan, estamos tensos, muchas veces con el teléfono, escribiendo o preguntando cosas. Desde luego, no es un descanso.

televisión

-¿Qué tal puedes compaginar tus horarios de trabajo con tu vida personal?

-Aunque siempre se dice eso de que uno es periodista 24 horas al día, tengo unos horarios que, más o menos, se respetan. Por supuesto, si algún día pasa algo hay que quedarse o entrar antes y arrimar el hombro, porque todos lo hacemos.

-¿Disimulas deliberadamente tu acento andaluz cuando hablas en televisión?

-Tengo muchos compañeros andaluces, canarios… que mantienen su acento y no pasa nada. La verdad es que a mí me encantaría tenerlo, pero no me sale. Me pongo delante de la cámara y mi cabeza, automáticamente, cambia el chip y no aflora el acento, pero no es algo que haga deliberadamente. Cuando estaba en Canal Sur, lo que chocaba era precisamente que no tuviera acento. Mis compañeros me decían: «¡pero quieres hablar con tu acento que es muy bonito!». Pero es que no me sale. A mí nunca nadie me ha dicho que me quitara mi acento, al contrario.

Test rápido a Paz Bailón

-Una ciudad.

-Granada

-Una comida.

-Soy muy glotona y me gusta comer mucho y beber cerveza pero, si tengo que elegir mi comida favorita, me quedo con las lentejas. También me gustan un buen gazpacho andaluz y muchas de nuestras comidas tradicionales de la dieta mediterránea. Eso sí, lo que tengo claro es que la que no me gusta es el cocido.

-Un libro.

El mundo amarillo, de Albert Espinosa. Me lo regaló una de mis mejores amigas el día en que me mudé a Madrid.

-Una película.

-Amélie.

-Un grupo de música o músico.

-Carlos Sadness y C. Tangana.

-Una canción.

-Creep, de Radiohead.

-Un personaje histórico.

-Frida Kahlo.

-Una afición curiosa que tengas.

-¿Beber cerveza cuenta? Me encanta la cerveza y tengo una colección de cervezas. Allá donde voy las pruebo y guardo y colecciono las botellas. Es una manía que tengo y no lo puedo evitar. Otra de mis aficiones favoritas es acariciar a mis gatos y jugar con ellos.

-Una fobia.

-Me encantan todos los animales, de todos los tipos y tamaños, pero me dan un no sé qué las arañas. Eso sí, jamás mataría una, la cojo con algo y la saco fuera.

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