Los autocaravanistas no somos delincuentes (por Jesús Gallardo, presidente de la PACA)

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Muerto el perro se acabó la rabia o, dicho de otra forma: cesa la causa, cesa el efecto. Qué refrán tan cruel y sanguinario, pero a veces es un claro ejemplo de lo que unos intentan y  otros hacen, mediante la dañina prensa mal informada, acerca del sector de vehículos vivienda.

Quiero defender al colectivo de los usuarios de autocaravanas y demás vehículos vivienda frente a las declaraciones que están realizando, con total desprecio y de forma asidua en medios de comunicación los miembros de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de Almería (ASHAL), que no sólo arremeten contra los autocaravanistas sino que, ahora, aparecen como defensores de los campings. Por supuesto, todo esto se rige por puros intereses.

Han publicado que los autocaravanistas “son una brecha en la seguridad de todos los almerienses, así como un perjuicio para la economía del sector del camping” y que «el malestar de los vecinos suele depender de la cercanía a las caravanas, que crean inseguridad por la noche”. Estas son frases muy crueles, duras, falsas y sólo van encaminadas a que el Ayuntamiento de Almería nos expulse, como hacen otras poblaciones.

Los autocaravanistas no son competencia de los campings, al contrario, son estos los que viven gracias a estos vehículos y a quienes viajan en ellos. Quede claro que no hay que ir por obligación a un camping ni a los hoteles. ASHAL debería de preocuparse por lavar su ropa de dentro y no meterse en charcos de otra índole, habida cuenta de que, antes manifestar públicamente ataques y mensajes barriobajeros sin conocimiento de causa, deberían instruirse en la legislación sobre autocaravanas, algo que también deberían hacer algunos de los medios de comunicación que publican esos mensajes.

«Los autocaravanistas no son competencia de los campings, al contrario, son estos los que viven gracias a estos vehículos y a quienes viajan en ellos»

Los autocaravanistas no son delincuentes, ni hay que tenerles miedo, ni de día ni de noche, pues son familias y personas de bien, que disfrutan con un vehículo homologado como vivienda y van dejando sus nóminas en los comercios de las localidades.

Los espacios de estacionamiento y las calles de las ciudades no son propiedad de los hoteles ni de los campings. Cuando existe una curva peligrosa, un cruce o un punto negro para la circulación que causa muertes o accidentes de tráfico, la clave no es poner una barrera de gálibo, cortar la carretera o prohibir la circulación. Lo adecuado, correcto y justo es regular en ese punto, poner un semáforo, limitar la velocidad, ampliar el radio de curvatura… Es el claro ejemplo de lo que no hacen con el sector del autocaravanismo. Es más fácil y sencillo expulsar, sancionar y amedrentar a las dos de la madrugada a los usuarios, llamando a golpes en las autocaravanas con agentes que pronuncian la frase estándar: «Váyase, aquí no puede estar”. Aún así, en un período breve, reciben la sanción por “pernoctar en la autocaravana o asimilados”. Próximos a los autocaravanistas, hay  conductores de camiones, de autobuses y de turismos que también están durmiendo dentro de sus vehículos, pero esos son ignorados (nunca se ha denunciado a un usuario por pernoctar dentro de un camión o autobús). El azote y la presión social que realizan los hosteleros y algunos campings crean incertidumbre a los alcaldes y alimentan su animadversión contra el sector de vehículos vivienda.

Los autocaravanistas no son delincuentes, ni hay que tenerles miedo, ni de día ni de noche, pues son familias y personas de bien, que disfrutan con un vehículo homologado como vivienda

Cuando algún alcalde u otro mandatario de una población siente animadversión hacia los autocaravanistas, cuando éstos no son de su interés y cuando incluso tienen presuntos intereses creados con  temas de turismo (hostelería, campings…); lo solucionan colocando gálibos, barreras y señalizaciones no homologadas dentro de sus términos municipales. Refugiados por la cobertura que les da el poder de regular dentro de sus urbes, realizan ordenanzas no adecuadas, creando un daño a todos los comercios de las localidades y arbitrariedades presuntas a los autocaravanistas. Cuando un cazador realiza ese deporte sin licencia, no se cierra un coto de caza. Puede existir dentro del sector del autocaravanismo algún hecho inadecuado, lo que no es extensible a todo un colectivo ni debe bastar para generalizar criminalizando a todos.

 ¿Qué solución existe? Darles los mismos derechos conforme prescribe la Constitución Española. Existen zonas para petanca, para animales, parques infantiles… Los ayuntamientos que prohíben estacionar a las autocaravanas, como hacen con los vehículos de categoría 3, deben de acondicionar espacios para ellas. La solución no está en expulsar a los autocaravanistas a otras poblaciones e infringir así el artículo 19 de la Constitución, que consagra que los españoles tienen derecho a elegir libremente su residencia y a circular por el territorio nacional, junto al Reglamento General de Circulación.  Una autocaravana es una  primera y segunda residencia y paga el impuesto de circulación. El Impuesto de Circulación de un vehículo (IVTM), recordémoslo, es un impuesto obligatorio que se aplica sobre todos los vehículos a motor, con algunas excepciones, permitiéndoles la circulación por las vías públicas de todo el país.

Los autocaravanistas no pueden estar más vilipendiados y, si los gobernantes nacionales, regionales y municipales no ponen una solución, las ventas de autocaravanas irán cayendo cada día más y los usuarios no permanecerán un solo día más en la tierra que les vio nacer para dejar sus beneficios.

Los ayuntamientos que prohíben estacionar a las autocaravanas deben de acondicionar espacios para ellas. La solución no está en expulsar a los autocaravanistas a otras poblaciones

Hay que llegar a un entendimiento. La Federación de Municipios y Provincias de España (FEMP) es la única que puede dar solución, en un principio, por ser de su competencia, pero su máximo representante, el alcalde de Vigo Abel Caballero, hace caso omiso a una situación insoportable y no ha atendido mi petición de cita, dentro de su apretada agenda de  luces led, para dialogar acerca de la problemática y grave realidad que existe con el autocaravanismo en las poblaciones de España.

¿Qué ocurriría si durante un año completo ningún usuario comprara una autocaravana o vehículo vivienda? ¿Quién empezaría con más interés que nadie a defender a este colectivo? ¿Qué ocurriría si todos los autocaravanistas dejaran de visitar poblaciones en España y se fueran, como ocurre actualmente, al extranjero por la hostilidad que existe en nuestro país? Evidentemente, los primeros en arruinarse serían, precisamente, muchos de los campings que arremeten contra este colectivo.

Los ayuntamientos, dentro de sus competencias, deben regular los estacionamientos para estos vehículos sin discriminación y de forma rotativa para todos los vehículos en general, no prohibir de forma arbitraría.

En la Plataforma de Autocaravanas Autónoma (PACA), trabajamos para defender a a todo el colectivo de los presuntos abusos y discriminaciones que cada día avanzan más.

2 Respuestas a “Los autocaravanistas no somos delincuentes (por Jesús Gallardo, presidente de la PACA)”

  1. dice el refran , que la union hace la fuerza,, pero en este nuestro colectivo de autocaravanistas, parece que no ha calado este refran, con solo una parte de los que somos, se podria montar una gorda,(concentraciones, manifestaciones, protestas ect, ect)pero tenemos un gran problema, y es que cada uno solo nos miramos nuestro ombrigo y asi nos va, eso unido a que aveces algunos autocaranistas se creen con derecho a todo(lo que no debemos hacer), pues da lugar a que en ciertos lugares, poblaciones ect, se nos mire con malos ojos, desde aqui animo a LA PACA, y a su presidente a seguir luchando y defendiendo nuestros derechos, ME CONSTA QUE LO ESTA Y SEGUIRA HACIENDO, pese a las zancadillas que se encuentra en el camino, ANIMO JESUS.

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