Ferrol y, por extensión, todo el entorno de la ría a la que da nombre tienen una historia muy ligada al ámbito militar, lo que hace que buena parte de los elementos patrimoniales con los que cuenta la ciudad gallega y su comarca estén ligados a la defensa. Para aprovechar todo ese legado y no dejarlo caer en el olvido, la Deputación da Coruña ha diseñado un Plan de Sostenibilidad Turística en Destino que facilitará la visita de las baterías militares y que recuperará buena parte de los elementos que conforman las mismas y otras instalaciones ligadas a ese pasado castrense de la urbe y de su entorno.
El ambicioso proyecto para potenciar la comarca de Ferrolterra como destino turístico a través de las baterías militares costeras abarcará actuaciones en los municipios de Ferrol, Ares y Valdoviño y se desarrollará alrededor de cuatro ejes fundamentales: la transición verde, la mejora de la eficiencia energética, la transición digital y la competitividad.
Conjuntos de baterías costeras como el de Montefaro (Ares), Campelo (Valdoviño) y los cabos Prioriño y Prior (Ferrol) contarán, una vez finalicen los trabajos contemplados en el Plan de Sostenibilidad Turística en Destino, con una iluminación más eficiente, con mejores accesos para peatones y ciclistas y con una renovada señalización. Se trata, en definitiva, de hacer que los enclaves donde se ubican las estructuras que antaño sirvieron como defensas frente al enemigo resulten más atractivas y más fáciles de visitar.
El proyecto también conllevará mejoras en el centro histórico de Ferrol, con una mirada de conjunto pero con especial atención a ese patrimonio militar tan amplio y particular con el que cuenta la ciudad. Trabajos como la limpieza del baluarte de San Juan, la renovación y potenciación de las zonas verdes del casco antiguo y la creación de aparcamientos disuasorios son algunos de los que se realizarán al amparo de lo establecido en el Plan de Sostenibilidad Turística en Destino.
Para hacer que este destino sea más competitivo, se contempla la creación de una imagen de marca propia que lo identifique, así como la recopilación de fotografías para un banco de imágenes que muestren todo el atractivo patrimonial y paisajístico con el que cuenta.
Un espacio costero único
Si hay un requisito con el que debe contar un terreno para servir como punto de defensa costera es el de contar con unas buenas vistas y, por eso mismo, la visita de las baterías militares de Ferrolterra resultará gratificante tanto para el turista interesado en profundizar en la historia como para aquel que simplemente desee disfrutar de unos hermosos paisajes y retratarse en un entorno natural de gran belleza.
Las condiciones de la ría de Ferrol la hacen idónea para los mencionados fines militares y ya en época del monarca Felipe II, que fue quien mandó construir el ferrolano castillo de San Felipe en su primera versión y que designó a la ciudad como puerto de su Armada, se aprovechó con tal propósito. El castillo de San Felipe, uno de los elementos patrimoniales más distintivos de la ciudad de Ferrol, forma junto a los de La Palma y San Martín, ubicados al otro lado de la ría, un tridente defensivo capaz de causar estragos en las flotas invasoras al permitir un ataque con fuego cruzado.
Las defensas costeras de Ferrolterra experimentaron un nuevo gran desarrollo en el siglo XVIII, cuando la declaración de la ciudad como capital del Departamento Marítimo del Norte propició la construcción de la mayoría de las baterías defensivas que serán objeto de algunas de las actuaciones del plan que desarrollará la Deputación da Coruña, como las de Doniños, Prioriño, Viñas, Cariño, San Cristovo y San Carlos. Uno de los episodios durante los que esas baterías entraron en acción fue una invasión inglesa perpetrada en el año 1800, la mayor sufrida por Ferrol en toda la historia.
¿Pero por qué la ría de Ferrol es un enclave tan estratégico? Sin entrar en detalles más propios de ingenieros o geólogos, se puede afirmar que la ría de Ferrol es un espacio costero único dentro de la ya de por sí peculiar costa gallega. Si cualquier ría es un accidente geográfico particular y propio de esa parte del mundo, la de Ferrol es aún más especial por presentar un estrechamiento en su boca. Esta condición la hace muy difícil de penetrar por las flotas enemigas si, como fue el caso a lo largo de los siglos, se protege con baterías costeras.
Recorridos por la naturaleza
Como se ha apuntado anteriormente, la ría de Ferrol es un enclave perfecto para las infraestructuras militares, pero sus condiciones la convierten también en un paraje natural de gran valor. Muchas de las actuaciones programadas en el Plan de Sostenibilidad Turística en Destino tienen como finalidad favorecer el acceso a a las baterías militares a pie o en bicicleta y es que, aunque puede accederse en coche a casi todas ellas, hacerlo de una forma más pausada ayuda a disfrutar de los parajes en los que se ubican y de la gran variedad de flora y fauna que albergan.
Vivir la historia con un paseo por las murallas del castillo de San Felipe o con una ruta desde esa fortificación hasta la de San Cristóbal, examinar pozos para los cañones y túneles como debieron hacerlo almirantes e ingenieros de antaño en baterías como las de Prioriño y Monte Ventoso y divisar enclaves como las Islas Gabeiras (desde el monte de Doniños) y el islote de O Cabalo (desde Prior) son sólo algunas de las experiencias que puedes vivir en este entorno donde lo militar se fusiona con lo natural.
Si lo que te gusta es la playa, has de saber que la comarca de Ferrolterra cuenta también con arenales de gran belleza, que destacan por su longitud y por la belleza del mar bravío que los baña. Las playas de Doniños y de San Jorge son dos de las que no puedes perderte y, si practicas el surf, no pierdas la oportunidad de coger algunas olas, pues estas playas son muy apreciadas por los amantes de este deporte.
Una ciudad candidata a Patrimonio Mundial
La ciudad de Ferrol aspira que sus edificaciones de la época de la Ilustración, muchas de ellas de carácter militar, se conviertan en Patrimonio Mundial. Los castillos de San Felipe y La Palma, así como el Arsenal son algunos de los elementos que la candidatura propone como dignos de figurar en la lista de bienes históricos y culturales de la Unesco.
Llegue o no llegue a buen puerto la candidatura, el casco histórico de Ferrol presenta numerosos edificios y espacios de interés que, sin duda, merecen una visita y también ser objeto de proyectos de mejora como los que contempla el Plan de Sostenibilidad Turística en Destino. A los ya mencionados castillos de San Felipe y La Palma y al Arsenal, y por seguir con el tema náutico y militar, hay que sumar espacios como el Museo Naval, donde podrás admirar modelos de algunos de los barcos más importantes de la náutica militar española y aprender acerca de cómo surcaban los mares estos buques y de lo que se oculta tras sus diseños.
Considerado como el centro de Ferrol, el barrio de A Magdalena concentra gran cantidad de edificios de interés y constituye un espacio perfecto para el paseo, con su diseño en forma de cuadrícula (seis calles paralelas, cortadas por nueve calles transversales también paralelas) con dos plazas cuadradas en los extremos (Amboague y Plaza de Armas).
La mayoría de las viviendas originarias de este pintoresco barrio ferrolano estuvieron dedicadas a la burguesía local y son edificaciones de dos o tres alturas con amplios miradores. A principios del Siglo XX, el afamado arquitecto Rodolfo Ucha enriquece el barrio con numerosas edificaciones modernistas.
Entre los edificios más emblemáticos del barrio de A Magdalena se encuentran el Teatro Jofre, edifico modernista que alberga una gran actividad cultural; la Concatedral de San Julián, dedicada al patrón de la ciudad y buen ejemplo de la arquitectura neoclásica; el edificio de la Pescadería, muy visitado tanto por su bella apariencia como para comprar alguno de los productos de calidad que en él se venden; el Ayuntamiento, monumental edificio que preside la plaza de Armas y que también alberga el Archivo Municipal; y el Parador ubicado en una mansión señorial con unas preciosas vistas al mar.