La futbolista gallega Vero Boquete, que no formó parte de la selección española que se proclamó campeona del mundo y sí del equipo de comentaristas de las retransmisiones de los partidos de esa cita en la televisión pública, es quizás una de las personas más felices por la destitución del técnico Jorge Vilda y, por si a alguien le quedaba alguna duda de ello, colgó en sus redes sociales una fotografía descorchando una botella de champán, una forma de mostrar a todo el mundo que estaba de celebración.
«Champagne Vintage, 8 años de maduración en botella», escribió Vero Boquete como comentario a una fotografía en la que aparece con la botella champán y con una gran sonrisa de felicidad y que colgó en su perfil de Twitter poco después de que se confirmara que Vilda, el entrenador que llevó a la selección femenina a conseguir el título mundial, no seguirá en el cargo.
Más allá de la anécdota de la foto, divertida para unos y de mal gusto para otros, lo cierto es que la alegría de Vero Boquete por la marcha de Vilda no debe sorprender a nadie. La futbolista, que actualmente milita en el equipo italiano de la Fiorentina, siempre aprovechó cualquier oportunidad que se le presentó para atacar al entrenador y, por extensión, a todo el establishment que maneja los hilos del fútbol femenino en España.
Una de las críticas más sonadas de Vero Boquete hacia Vilda ocurrió durante la disputa del pasado Mundial, concretamente después de la derrota por goleada que sufrió a España frente a Japón y que, por cierto, supuso todo un punto de inflexión tras el que el entrenador hizo una serie de cambios tácticos y en las alineaciones que no salieron nada mal. La futbolista gallega pronunció algunas de esas declaraciones pensando que el micro estaba cerrado lo que las hizo, si cabe, aún más contundentes y llamativas.
Un cambio insuficiente
Pese a su felicidad por la destitución de Jorge Vilda, Boquete considera que la marcha del entrenador no es suficiente para acabar con todos los males que, a su juicio y según parece al de la mayoría de las jugadoras del combinado nacional, asolan al fútbol femenino español. El hecho de que la sustituta de Vilda sea la que fue su segunda entrenadora, Montse Tomé, es para la gallega una prueba de que el cambio es más un parche que la revolución que ella y sus compañeras reclaman.
«No hablamos de cambiar uno por otro, es más profundo. Creo que hay más amiguismos que méritos. Si hablamos de méritos para estar al frente de una selección campeona del mundo, yo creo que en esa lista no está Montse», apuntó Boquete en una entrevista concedida al programa de la Cope El Partidazo.