Han sido muchas las instituciones, organizaciones y personajes del mundo del fútbol y de otros ámbitos que han puesto el grito en el cielo cuando se le concedió a Qatar la organización del próximo Mundial y después de conocer las condiciones laborales de los trabajadores que construyeron los estadios, pero pocas protestas han dado tanto que hablar, por su originalidad, como la de la marca deportiva Hummel, que ha decidido ocultar su propio nombre y el escudo en la camiseta con la que la selección de Dinamarca disputará la competición.
Dicen los responsables de la firma de ropa deportiva que no quieren que su marca se asocie con una competición que llega después de que muchos trabajadores, en su mayoría inmigrantes de países como Nepal y Pakistán, fallecieran durante las obras de los estadios y de otras infraestructuras levantadas para el evento.
«Esta camiseta lleva consigo un mensaje. No queremos ser visibles durante un torneo que ha costado la vida a miles de personas. Apoyamos a la selección danesa hasta el final, pero eso no es lo mismo que apoyar a Qatar como organizador», explica Hummel en un comunicado sobre la camiseta con la que Dinamarca disputará el Mundial de Qatar.
Respuesta qatarí
Como era de esperar, la iniciativa de la marca Hummel no ha gustado nada a las autoridades de Qatar y a los organismos del país vinculados a la organización del Mundial. El llamado Comité Supremo no sólo negó los datos del informe publicado en el diario británico The Guardian que aludían a la muerte de 6.500 inmigrantes en las obras de construcción de los estadios, sino que pusieron al país qatarí como ejemplo de progreso en cuanto a los derechos humanos y las condiciones laborales.
«Rebatimos la afirmación de Hummel de que este torneo ha costado la vida a miles de personas. Además, rechazamos de todo corazón que se trivialice nuestro auténtico compromiso de proteger la salud y la seguridad de los 30.000 trabajadores que construyeron los estadios del Mundial y otros proyectos del torneo», sentencia el Comité Supremo qatarí.
