Una mujer denuncia que un restaurante de Santiago tiene precios más bajos en la carta en gallego que en las de castellano e inglés

carta gallego

Una mujer de nombre María Purificación denunció en la red social X (antes Twitter) que un restaurante de Santiago de Compostela les cobra más a los turistas llegados de otras comunidades autónomas y del extranjero que a los clientes naturales de Galicia y que lo hace poniendo precios más bajos en la carta que está escrita en gallego que en las que lo están en castellano e inglés.

«Esto es una vergüenza. Me han cobrado más por ser española en mi propio país. Esta es la España que nos deja Sánchez», escribió esta indignada tuitera que, a juzgar por ese comentario y por otros que hay en su perfil, no siente mucha simpatía por el actual Gobierno de España, al que parece hacer culpable de lo que le ha ocurrido.

En su tuit, María Purificación (@MPurificacion_) adjunta fotografías de la supuesta carta de la discordia. Por comparar: unos calamares a la plancha cuestan 6 euros según la carta en gallego y 11,60 euros según la de castellano y la de inglés y una tortilla de patatas que vale 6,50 euros si se pide por la carta escrita en la lengua de Castelao pasa a los 8,50 euros si se consulta en las que lo están en la de Cervantes o en la de Shakespeare.

Aunque el hecho de que la mujer no especifica el nombre del restaurante hace a algunos sospechar que todo puede ser un montaje para generar polémica, el controvertido tuit no tardó en hacerse viral y en generar una oleada de comentarios a favor y en contra de las tesis que defiende la indignada clienta.

Por supuesto, los que sienten simpatía hacia el nacionalismo gallego o, al menos, hacia la lengua propia de Galicia expresaron, en tono jocoso, su deseo de conocer el nombre y la ubicación del local de hostelería para visitarlo y, como buenos comensales de la tierra que conocen el idioma de su comunidad autónoma, disfrutar de los precios reducidos.

Tampoco faltaron los que detectaron en la carta traducida al castellano verdaderas aberraciones lingüísticas que, en su opinión, suponen una ofensa más grave que el contraste entre los precios. «A este bar hay que denunciarlo por poner zamburitas, pulpo a la feria y rajo. ¡Mi madriña!«, comentó el usuario de la cuenta Fodechinchos en Galiza (@FodechinchosG), que aprovecha cualquier ocasión que se le presenta para criticar, casi siempre en tono de humor, a los turistas que llegan a Galicia procedentes de Madrid y de otras comunidades autónomas españolas.

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