Ramón Braña, presidente en Galicia de la Asociación Española de Directores de Hotel (AEDH), cuenta con una trayectoria de más de 30 años en el sector hotelero y ha desarrollado su actividad profesional en establecimientos de cadenas como Meliá, Riu, Hesperia y OCA. Ahora, en busca de nuevos retos, explica a El Sereno Indiscreto la situación del sector turístico y, en concreto, la de los directivos hoteleros. Para Ramón Braña, es necesario incidir en cuestiones como la formación, con estudios específicos para el sector del alojamiento, y la mejora de la calidad de los servicios y destinos, con un mayor control de los pisos turísticos y de la masificación. Al Gobierno que salga de las próximas elecciones, además, le pide la creación de un ministerio específico para el turismo.
-¿Cuál ha sido su trayectoria profesional hasta el día de hoy?
-Yo cursé estudios de Turismo, que luego complementé con la formación necesaria para obtener el título de graduado en Turismo por la Universidad de Oviedo y con un posgrado en Dirección y Planificación de Turismo de la Universidad de Vigo. Con 24 años, accedo a la dirección de un complejo hotelero de la cadena MedPlaya en Ibiza y, desde eso, permanezco varios años en establecimientos de las Islas Baleares. De ahí, paso a Riu Hotels, cadena para la que empiezo en Baleares, en Palma de Mallorca, y para la que después dirijo establecimientos en prácticamente todas las islas de Canarias, sobre todo en Lanzarote y Gran Canaria. En esa etapa también hice una pequeña escapada para apoyar un proyecto en la República Dominicana. Llegó un momento en el que me interesó conocer también el turismo urbano y me contratan para dirigir el Hotel Ipanema de Vigo, que era en aquel entonces un hotel independiente, por lo que supuso para mí un cambio importante. Después de eso, me incorporo a Hoteles Hesperia, cadena para la que comienzo dirigiendo el Hesperia de Vigo para pasar después a ser el director regional de toda la zona noroeste con 14 establecimientos. Estaba en ese puesto cuando abrieron el Hesperia A Coruña, el Hesperia Guitiriz… Fue una época muy interesante.
«Ahora mismo estoy en fase de observación del territorio, de analizar qué ofertas me pueden llegar y también de estudiar la posibilidad de emprender un proyecto propio»
También fui director general de todos los establecimientos del Grupo La Toja y ahí estuve hasta que me surgió la posibilidad de ser profeta en mi tierra, que es Asturias, donde nunca había trabajado salvo en mis inicios como conserje, animador o recepcionista de noche. Me incorporé como director general al Hotel de La Reconquista de Oviedo, que lo acababa de coger la cadena Meliá. Allí estuve el tiempo durante el que Meliá gestionó el hotel, que fueron cinco años, hasta que el Principado, más por motivos políticos que de otra índole, decidió rescindir el contrato. Quisieron que el contrato pasara a ser de management a arrendamiento y Meliá no quiso presentarse. Pasé así a asumir la dirección general de la cadena OCA, que tenía un proyecto muy interesante, y allí estuve hasta hace dos meses.
-¿Y tiene ya algún proyecto nuevo en mente?
-Pues ahora mismo estoy en fase de observación del territorio, de analizar qué ofertas me pueden llegar y también de estudiar la posibilidad de emprender un proyecto propio. La salida de OCA fue una salida pactada. Yo quería también cambiar y hacer algo diferente. Tengo que decir que también, en otra línea, tuve un pequeño proyecto político para intentar ser alcalde del municipio asturiano de Gozón. No me dieron los números para ser alcalde, pero fuimos la lista más votada y de dos concejales pasamos a siete. Fui en la lista del Partido Popular como independiente.
-Veo que los directores de hotel cambian muchas veces de empresa y destino a lo largo de su carrera.
-Es muy difícil que un director esté en el mismo hotel toda la vida. Es cierto que hay cosas en las que el turismo está quizás un poco más avanzado y creo que una de ellas es esa idea tan americana de que hay que moverse y no estar siempre en el mismo sitio. Nuestro sector siempre ha tenido más movilidad que la mayoría, aunque sí que hay casos de personas que están en una empresa mucho tiempo. También hay que tener en cuenta que, aunque se permanezca en la misma compañía, es muy difícil que no te cambien de hotel. Aunque ahora se empieza a estabilizar la situación, cuando yo estuve en cadenas como Riu había un proceso de crecimiento constante y en dos o tres años aumentaba el número de hoteles de una forma exponencial. Esto obligaba a las cadenas a contar con profesionales que se pudieran adaptar a ese crecimiento, porque no siempre contaban con suficiente personal para poder atender a todas las aperturas. Un día uno era el más joven y, de repente, se convertía en el más experimentado para asumir la dirección de un nuevo establecimiento. Quizás los que estamos en este sector ya somos también de otra forma.
«Es muy difícil que un director esté en el mismo hotel toda la vida. Nuestro sector siempre ha tenido más movilidad que la mayoría»
-¿Cómo llegó usted a la Asociación Española de Directores de Hotel?
-Yo soy el presidente de la Asociación Española de Directores de Hotel en Galicia. Conozco la AEDH desde hace muchos años, ya desde que estudiaba y descubrí que contaba con una asociación juvenil que era ideal para estar en contacto con profesionales del sector desde el primer momento. En primero o segundo de carrera ya me hice de la asociación, con lo que llevo en ella más de 30 años. La Asociación Española de Directores de Hotel me ayudó mucho, sobre todo en mis inicios y, entre otras cosas, para conseguir algunos trabajos. Por todo eso, yo tenía una deuda con la asociación y, cuando Manuel Vegas se incorporó como presidente, la pagué haciéndome cargo de la zona de Galicia. La asociación ya está consolidada y el hecho de que yo siga o no siga en el futuro no va a ser trascendental porque cualquiera de las cinco mujeres que tengo en mi Junta Directiva, todas directoras de hotel, puede asumir la dirección sin problema. Creo que AEDH, con el equipo que tiene ahora mismo al frente, está trabajando muy bien y le está dando oportunidades a los jóvenes. La AEDH es como si fuera nuestro colegio profesional.
-¿Cómo han cambiado la gestión hotelera y la profesión de director de hotel en los años que usted lleva en el sector?
-Han cambiado muchísimo, del mismo modo que han cambiado las direcciones de todos los negocios. La dirección de hoteles que nosotros conocíamos estaba basada en un tipo de liderazgo totalmente diferente al actual. Era un liderazgo de ordeno y mando, con el director como una figura a la que todos le teníamos mucho respeto o, dicho de otra forma, había una mayor distancia entre el director y el resto de los empleados del hotel. Ahora, más que directores, hay líderes. Por desgracia, la profesión de director como tal se está perdiendo en muchos aspectos, por cuestiones como la entrada de nuevos productos hoteleros que se llevan de una forma diferente. Creo que hay que reivindicar la figura del director, porque es el máximo responsable de lo que ocurre en el hotel. Cuando nosotros estudiábamos, teníamos que hacer un examen, una vez terminada la carrera, para tener un carné de director de establecimientos hoteleros. Se exigía que en cada establecimiento hotelero de dos a cinco estrellas y a partir de un número de habitaciones contara con un director titulado. Después se liberalizó y ahora cualquier persona puede ocupar una posición de director de hotel.
-¿Y usted prefiere lo de antes o lo de ahora?
-Bueno, las cosas han cambiado. Lo de antes quizás ahora no serviría. Creo que lo ideal sería hacer un mix y que sería bueno que existiera una regulación que garantizara que la persona que está al frente de determinados establecimientos tiene una titulación. Hay que tener en cuenta que la oferta hotelera y sus profesionales forman también parte de la imagen de un destino turístico.
-Usted habló de cambios y de nuevos productos que afectan a la actividad del hotel. ¿Puede la tecnología hacer que se pierda un poco el contacto humano entre los empleados del hotel y entre éstos y los clientes?
-La tecnología es buena y nos ha traído una de las transformaciones más importantes que hemos tenido que asumir. De hecho, el sector hotelero fue uno de los primeros en aplicar las nuevas tecnologías en cuestiones como la venta y los servicios. Yo creo que habrá establecimientos muy tecnológicos, en los que el cliente apenas tendrá contacto con el personal, pero que se mantendrán esos otros hoteles en los que sí tendrá que haber una atención y un servicio, independientemente de que dispongan de todas las innovaciones tecnológicas. Al final, será el cliente el que decida. Yo creo en esa dualidad.
«La Asociación Española de Directores de Hotel me ayudó mucho, sobre todo en mis inicios y para conseguir algunos trabajos»
-Muchos empresarios del turismo y de la hostelería se quejan por la dificultad de encontrar profesionales cualificados. ¿Qué opina acerca de esa problemática?
-Es un problema que no es nuevo. Yo recuerdo que en Galicia, en la época de bonanza entre 2004 y 2008, tuvimos que solicitar la entrada de inmigrantes para poder cubrir la demanda de personal que teníamos. Se hizo eso, sobre todo, para puestos como los de camareros, limpiadores, cocineros… Siempre hemos tenido esa dificultad y, como digo, sobre todo para las áreas más básicas y para la restauración. Lo que ha ocurrido es que ahora, tras la pandemia, tenemos problemas en todas las posiciones, incluso a nivel de dirección empieza a haber dificultades. Esto se debe, quizás, a que el sector servicios no está hoy en día muy bien visto y de eso tienen la culpa también algunos políticos. La gente percibe que trabajar en otros sectores le da mayor prestigio o mayor repercusión. Otra cuestión que retrae a la gente es que en nuestro sector trabajamos en atención al cliente en unos horarios que no gustan. A los jóvenes eso de tener que trabajar los fines de semana cuando los demás están de fiesta no les gusta mucho. Lo que pasa es que son unos horarios que marca la propia idiosincrasia del negocio. Creo que también hay un problema a nivel formativo, porque el ciclo o grado de Turismo no se adapta a la realidad del sector al quedarse en un limbo. No te forman como director ni te forman en otras tareas específicas. Yo creo que para el área hotelera debería haber una formación específica porque nada tiene que ver un director de hotel con un guía turístico o con un agente de viajes. Hay que decir que en Galicia tenemos la FP Dual, de la que yo estoy a favor y que considero muy interesante, pero el problema es que no hay alumnos. Quizás deberíamos trabajar todos en el sector para cambiar la imagen que ofrecemos al exterior y conseguir así motivar a los jóvenes.
«El sector servicios no está hoy muy bien visto y de eso tienen también la culpa algunos políticos. La gente percibe que trabajar en otros sectores da mayor prestigio o repercusión»
-Con respecto a lo que comenta de los políticos que no ayudan al turismo, todos recordamos las declaraciones en las que el ministro Garzón dijo que era un sector de escaso valor añadido. ¿Cree que el Gobierno ha maltratado a los profesionales y empresarios turísticos?
-Creo que todos tenemos la opinión de que el Gobierno no nos ha tratado bien y esas declaraciones del ministro Garzón ayudan poco al sector. Los profesionales le seguiremos reclamando al Gobierno que salga de las próximas elecciones que haya un ministerio propio para el turismo, que es un sector importantísimo para el PIB del país y para el de todas las comunidades autónomas. Con el Gobierno de Pedro Sánchez no ha habido un diálogo excesivo y no hemos tenido mucha ayuda, ni económica ni en forma de apoyo. Incluso a la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, la sacaron del cargo para que se presentara a las elecciones a la Alcaldía de Madrid. Hay que decir que España, pese a esa falta de apoyo político, es un país puntero en turismo y el directivo hotelero español está muy reconocido a nivel mundial. Pese a ello, llevamos mucho tiempo de crecimiento constante y hay cuestiones que hay que reglar y controlar, como las relativas a la masificación y al urbanismo. Es por eso por lo que necesitamos un ministro que pueda estar cara a cara con el resto de ministros y que se dedique en exclusiva al turismo. Creo que lo merecemos.
-¿Hay preocupación en el sector hotelero ante la proliferación de pisos turísticos?
-Hay preocupación porque lo que queremos todos es competir en igualdad de condiciones. Si yo tengo un establecimiento hotelero y debo cumplir con una regulación y cumplir unas normas, lo lógico es que exija que cualquier establecimiento turístico cumpla con la misma legislación. El problema principal son los pisos que no están registrados. La proliferación de las viviendas turísticas afecta también a la propia vida de las ciudades. En Santiago de Compostela, por ejemplo, ya hay estudiantes que tienen problemas para encontrar viviendas en determinadas zonas porque muchas están funcionando como pisos turísticos. Hay casos de vecinos que tenían en su comunidad tres o cuatro viviendas turísticas y se han acabado marchando porque nadie vigila una vivienda turística por las noches. Lo que nosotros siempre hemos exigido es que todos juguemos con las mismas normas y que se limite el número de viviendas turísticas en función de la zona. No se puede convertir el centro de las ciudades en un parque de atracciones donde no hay vida.
«Queremos que se limite el número de viviendas turísticas en función de la zona. No se puede convertir el centro de las ciudades en un parque de atracciones donde no hay vida»
-La imagen de dos turistas con el torso desnudo comiendo de picnic en la plaza del Obradoiro de Santiago desató la polémica en las redes sociales y un intenso debate sobre el modelo de turismo actual. ¿Qué opina usted al respecto?
-Yo siempre digo que los amantes del norte de España deberíamos aprender de los errores del sur. El turismo que se desarrolló en España tiene una tradición de los años 60, una época en la que el anterior régimen vio en él la oportunidad de que entrasen divisas, y se permitieron cosas que hoy ya no habríamos permitido y con las que la mayoría de las personas que trabajamos en el turismo no estamos de acuerdo. Esa masificación, esa construcción desordenada de edificios, ese convertir zonas del sur español en espacios que parecen ya parte del Reino Unido… Creo que tenemos que aprender de todos esos errores. El norte aún tiene ahora esa oportunidad de crecer en base a un modelo diferenciador, como algo no masificado. Lo de los turistas en la plaza del Obradoiro puede ser una anécdota y quedarse en eso, pero está claro que la imagen que proyecta no es buena. No podemos convertir el norte en lo que son destinos como Magaluf. Creo que la gente que viene al norte busca otro tipo de cosas.
-¿Cómo fue el pasado año 2022, con la prolongación del Xacobeo, para el turismo en Galicia?
-No ha sido un mal año. Quizás no se ha llegado a las expectativas que se tenían, pero ha sido un año bueno. El inicio de este 2023 también ha sido excelente, aunque el sector aún está a la expectativa de cómo irá el verano porque, aunque el ritmo de reservas no está siendo malo, todavía no se están cumpliendo las expectativas. Pero bueno, aún estamos a tiempo de conseguir los objetivos. Galicia tampoco es un destino para el que se hagan las reservas con mucha anticipación.
-¿Es el clima un aliado cada vez más importante del turismo en el norte?
-Por supuesto. Al norte le beneficia mucho que haga calor en el sur. Cuando suben las temperaturas en Castilla y León, por ejemplo, aparecen muchas reservas de última hora.
-¿Ha conocido a través de su profesión a algún personaje al que admire o que le haya llamado especialmente la atención?
-Yo no soy muy mitómano, pero sí que es cierto que en estos 30 años dirigiendo hoteles he tenido la oportunidad de conocer a muchísimas personas, famosas y no famosas. Inicialmente, quizás me hacía ilusión cuando venían equipos deportivos. Como anécdota puedo contar que yo viajé con el Celta de Vigo, como cocinero, a la ciudad ucraniana de Donetsk. También tuve al Deportivo en varios de los hoteles en los que estuve, como el Finisterre y el Reconquista, y tengo que decir que el Dépor fue el primer equipo, antes incluso que el Real Madrid y el Barça, que nos pedía una habitación para cada jugador. También te podría decir que conocí en el Reconquista a Leonard Cohen, que me pareció una persona espectacular. Lo que nunca haría yo es contar cosas sobre los huéspedes, porque entiendo que nosotros debemos mantener una discreción absoluta. Hay famosos que acceden sin problemas a hacerse fotos y a que la gente sepa que están en un determinado hotel, pero hay otros que quieren mantener intacta su intimidad.
«El Deportivo fue el primer equipo, antes incluso que el Real Madrid y el Barcelona, que nos pedía una habitación para cada jugador»
-Tengo que preguntarle, como profesional del turismo que es, acerca de la convocatoria de elecciones para un 23 de julio. ¿Qué opina acerca de la elección de esa fecha en pleno verano?
-Me parece una decisión errónea que puede afectar tanto al ámbito profesional como al del ocio. En España, nos guste más o menos, julio y agosto son los meses de vacaciones por antonomasia. Con esa convocatoria, el Gobierno está poniendo trabas a la posibilidad de desplazarse o de generar negocio turístico. Además, hay un número considerable de personas que tendrán que estar en la mesa electoral un 23 de julio y, si ya hay problemas de personal para cubrir la demanda, pues imagínate ese día. Creo que, con 365 días que hay en el año, no era necesario elegir esa fecha.
-¿Qué importancia tiene para un profesional como usted pertenecer a la Asociación Española de Directores de Hotel?
-La AEDH es un foro común donde nosotros, como personas que estamos al frente de establecimientos o que somos profesionales del sector, podemos adquirir conocimientos, intercambiar experiencias, conocer nuevas aplicaciones tecnológicas, contar con asesoramiento… Creo que es una asociación fundamental para nuestra profesión y un punto de encuentro para todos nosotros.