El geodestino que abarca la comarca de Ordes y el que determinan los cauces de los ríos Ulla, Tambre y Mandeo tienen mucho más en común que el simple hecho de estar ubicados en la provincia de A Coruña y es que ambos espacios geográficos cuentan con monumentos megalíticos que nos transportan a la época prehistórica, construcciones religiosas de gran valor simbólico y patrimonial, parajes para estar en comunión con la naturaleza y unos productos gastronómicos con un sabor inigualable.
Aunque la provincia de A Coruña es famosa por su costa atlántica, geodestinos como los que ahora nos ocupan demuestran que también lo que hay en el interior tiene un gran interés y todo el potencial necesario para atraer al turismo, especialmente al que practican quienes quieren huir de la masificación y buscan alternativas sostenibles al de sol y playa o al de las grandes ciudades.
La labor realizada por la Deputación da Coruña en los geodestinos Terras da Comarca de Ordes y Ulla-Tambre-Mandeo, al igual que en el resto de los que se ubican en la provincia, ha contribuido a la mejora y puesta a punto de buena parte de los recursos turísticos con los que cuentan esos espacios geográficos.
Ecos de la Prehistoria
Tanto el geodestino Terras da Comarca de Ordes (municipios de Cerceda, Frades, Mesía, Ordes, Oroso, Tordoia y Trazo) como el de Ulla-Tambre-Mandeo (Arzúa, Boimorto, Melide, O Pino, Santiso, Toques, Touro y Vilasantar) son verdaderos paraísos en cuanto a naturaleza se refiere y es quizás por ello por lo que nuestros antepasados más lejanos, los que poblaban Galicia en la Prehistoria, escogieron algunos de sus parajes para dejar huella de su presencia mediante dólmenes y otros monumentos megalíticos.
Para viajar a la época prehistórica y conocer la cultura megalítica no es necesario viajar a Reino Unido y visitar Stonehenge. En la provincia de A Coruña existe un amplio muestrario de monumentos milenarios levantados en puntos que nuestros ancestros percibieron como lugares de poder en los que confluyen lo terrenal y lo oculto.
El dolmen de Cabaleiros, ubicado en el municipio de Tordoia del geodestino Terras da Comarca de Ordes, es uno de los monumentos megalíticos más importantes de Galicia. Propiedad de la Deputación da Coruña y declarado Bien de Interés Cultural como Monumento Histórico Artístico, esta obra prehistórica está situada sobre un túmulo de dos metros de altura y treinta metros de diámetro y presenta la típica estructura de los dólmenes, con una serie de losas verticales u ortostatos (ocho en total) y una gran losa a modo de techo. Además, este dolmen cuenta con su propia leyenda, la que cuenta que una bruja apareció tejiendo en su interior y la que hace que, por eso mismo, se lo conozca también por el nombre de Casa da Moura.
También entre los monumentos megalíticos más importantes de Galicia y en la provincia de A Coruña, concretamente en el municipio de Toques del geodestino Ulla-Tambre-Mandeo, está el dolmen conocido como Forno dos Mouros. Con una antigüedad de 5.000 años (se calcula que se levantó en el 3000 a. C.), este dolmen es de visita obligada para todo fan del arte megalítico. De cámara poligonal y con un total de siete ortostatos, la estructura tuvo en los tiempos en los que se levantó una función de culto espiritual, algo acreditado por la aparición en su interior de pintura roja y negra sobre una base blanca.

Los megalitos mencionados y otros similares no son lo único que queda en estos territorios de la época anterior a la conquista romana. Como cualquier aficionado a la historia puede imaginar, en estos geodestinos también tenemos muestras de la cultura castrexa, que comenzó en la Edad de Bronce en el noroeste de la Península Ibérica y se prolongó hasta la llegada de las legiones de Roma.
Los restos de castros, los poblados fortificados característicos de esta cultura, están muy presentes a lo largo de la geografía gallega y la provincia de A Coruña y sus geodestinos no son una excepción. Aunque tanto en la comarca de Ordes como en el área que determinan los ríos Ulla, Tambre y Mandeo hay varios ejemplos de estas edificaciones, merece mención especial el Castro da Graña, ubicado en la parroquia de A Capela del municipio de Toques. Aunque la maleza ha hecho mella en él y dificulta su correcta observación en algunas zonas, quienes lo visitan tendrán una visión bastante clara del modo en que se estructuraban estos poblados, que siempre se ubicaban en un alto para ofrecer a sus moradores una posición ventajosa en caso de ataque y para que los enemigos pudieran ser avistados desde la distancia.
Para conocer más sobre la presencia de nuestros antepasados de la Prehistoria en estas tierras, es también una muy buena opción visitar el Museo da Terra de Melide, que cuenta con una sección entera dedicada a la arqueología en la que se exhiben piezas muy bien conservadas del Neolítico y de la cultura castrexa, así como otras de la época de la romanización. Este espacio expositivo ubicado en el municipio de Melide cuenta también con una sección dedicada al Camino de Santiago y con otra dedicada a la etnografía que supone todo un homenaje a oficios tradicionales como el de carpintero y el de zapatero, a la música y al tejido.

Belleza fluvial y lacustre
Si el océano Atlántico determina el paisaje de la costa coruñesa, los ríos y las lagunas lo hacen, en buena medida, con el de los territorios del interior de la provincia. Ríos como el Lengüelle, el Ulla, el Tambre y el Mandeo propician la existencia de parajes de gran valor natural, ideales para huir del ruido y del ajetreo de las ciudades y para relajarse y encontrarse con uno mismo.
Para relajarse y disfrutar al aire libre es un espacio perfecto el de As Brañas de Valga, ubicado en el municipio de Mesía. Este paraje, que con sus lagunas se ha convertido en lugar de interés para los amantes de la observación de fauna y flora, tuvo en el pasado una función más industrial, como yacimiento del que se extraía barro utilizado para la elaboración de tejas y ladrillos. A la entrada está el Aula de Naturaleza y Centro de Interpretación Brañas de Valga, donde el visitante encontrará paneles informativos sobre los moradores animales y vegetales de los humedales y podrá participar en talleres y aulas de alfarería. Ardillas, aves y anfibios son algunas de las criaturas con las que podrás toparte al avanzar por el camino de senderismo que recorre este paraje natural.
Por los municipios que conforman el geodestino Terras da Comarca de Ordes discurre la Vía Verde Compostela-Tambre-Lengüelle y lo hace a lo largo de un tramo de 26,5 kilómetros que antaño recorría el ferrocarril y que conecta los municipios de Oroso, Ordes, Tordoia y Cerceda. Avanzar por esta ruta permite a los amantes del senderismo, ya sean peatones o ciclistas, la posibilidad de conectar con la naturaleza al tiempo que disfrutan del patrimonio histórico, con elementos como las antiguas estaciones de tren, de la cultura y de la gastronomía. El río Tambre y su afluente Lengüelle, que dan nombre al recorrido, han configurado un entorno mágico que no deja a nadie indiferente.

Como se ha apuntado, los ríos estructuran el paisaje en estos geodestinos y es por ello por lo que no es de extrañar que existan cascadas que el visitante podrá disfrutar a través de sentidos como la vista y el oído. Las de Anxeriz y Pedra Longa, en el municipio de Tordoia, y la del lago de As Encrobas, en Cerceda, se encuentran entre las más visitadas y admiradas de estos territorios. En el entorno de estos saltos de agua, además, suelen existir merenderos y espacios recreativos y, en algunos casos, como en el de la Pedra Longa, podrás encontrar monumentos megalíticos como los que hemos mencionado anteriormente.

Es de justicia decir, puesto que resulta imposible reunir en un sólo texto de dimensiones razonables todos los espacios naturales de interés con los que cuentan los geodestinos de Terras da Comarca de Ordes y de Ulla-Tambre-Mandeo, que existen parajes de gran belleza en todos los municipios que los conforman y es que ríos como el Tambre nos brindan entornos de gran atractivo paisajístico y medioambiental a lo largo de todo su cauce.
Rico patrimonio histórico y espiritual
Más allá de los megalitos prehistóricos antes comentados y de gran interés, los geodestinos de Terras da Comarca de Ordes y Ulla-Tambre-Mandeo cuentan con un rico patrimonio histórico, con edificaciones y monumentos de valor que, en muchos casos, están ligados a la espiritualidad y al Camino de Santiago.
La localidad de Melide es centro neurálgico de la ruta jacobea y es que en ella confluyen dos de los itinerarios más importantes del Camino de Santiago: el Camino Francés y el Primitivo. No es de extrañar, por ello, que en este municipio situado en el geodestino de Ulla-Tambre-Mandeo encontremos un buen surtido de iglesias, capillas y cruceros. Las iglesias de Furelos y de Santa María, las capillas de San Antón y del Carmen y un crucero del siglo XIV que muchos consideran el más antiguo de Galicia son sólo algunos de los elementos patrimoniales religiosos que podrás descubrir si visitas Melide.

Melide no es el único municipio de este territorio de la provincia de A Coruña que ha crecido y prosperado de la mano del Camino de Santiago. En Arzúa también hay edificios religiosos que bien merecen una visita. La capilla de A Magdalena y la de Fonte Santa son dos ejemplos.
En todos los municipios de estos geodestinos, como en los de toda Galicia, podemos encontrar iglesias y capillas con siglos de historia, pero también otro tipo de edificaciones que tienen más que ver con la practicidad de lo civil que con la espiritualidad de lo religioso. Entre esas construcciones civiles está el puente medieval de Sigüeiro, ubicado en Oroso y dentro del recorrido del Camino Inglés. Este puente, que cruza el río Tambre, se construyó en el siglo XIV por orden del poderoso noble Fernán Pérez de Andrade, si bien fue sometido a una remodelación integral en el siglo XX que sirvió para ensancharlo y para hacerlo más resistente mediante unas vigas de hormigón.

Aunque se encuentra en un estado ruinoso, la Torre Fortaleza de Mesía es otro de los vestigios del pasado que encontramos en estos territorios de la provincia de A Coruña. Ubicada en el municipio de Mesía, en cuyo escudo figura la torre tal y como era en el pasado y antes de sufrir los efectos del paso del tiempo y de guerras y conflictos como las Revoltas Irmandiñas, su construcción se le atribuye a Gonçalvo Días de Mesía, noble del siglo XIV que apoyó a Enrique de Trastámara en la guerra civil que éste mantuvo con Pedro I por la corona de Castilla y a quien terminó matando.
Un paraíso de sabores
A paisaxe que sabe es el nombre de la última campaña de la Deputación da Coruña para promocionar el turismo mediante la simbiosis entre territorio y gastronomía y geodestinos como el de Terras da Comarca de Ordes y el de Ulla-Tambre-Mandeo demuestran hasta qué punto el ente provincial ha acertado con ese eslogan, pues ambos territorios presentan todas las credenciales para ser considerados paraísos del buen comer.
Además de contar con el aval que les otorga el estar ubicados en Galicia, que tiene a la gastronomía como uno de sus grandes potenciales, estos geodestinos cuentan con productos que se podrían considerar totémicos por la vinculación que tienen con las tradiciones y la historia locales y por la veneración que les tributan vecinos y visitantes. El pulpo y los melindres, en Melide; el queso, en Arzúa y su comarca; y las truchas, que no pueden faltar un un espacio geográfico tan ligado a los ríos, son algunos de los productos que no puedes dejar de probar.
El queso de Arzúa, que cuenta con su propia Denominación de Origen Protegida (Arzúa-Ulloa), es el rey de los quesos en Galicia, por ser el que más se produce y también el que más se consume. Elaborado con leche de vaca tiene un sabor suave, ligeramente salado y un poco ácido. Tan importante es este producto que el municipio de Arzúa organiza todos los años, en marzo, una fiesta gastronómica en su honor, un evento en el que, además de todo tipo de actos relacionados con el mundo quesero, hay actuaciones musicales, talleres de cocina, concursos y muchas otras actividades para grandes y pequeños.

Si el queso es famoso en Arzúa, el pulpo lo es en en Melide que, pese a no estar en la costa, tiene una larga tradición pulpera por ser una localidad que históricamente ha tenido una gran actividad ferial y por ser las ferias de Galicia eventos en los que se estilaba, y aún se estila, comer el preciado octópodo, de ahí que una de las formas más comunes de prepararlo se conozca como pulpo á feira. Si visitas Melide, encontrarás multitud de establecimientos donde podrás disfrutar del pulpo, muchos de los cuales han visto pasar ya varias generaciones de maestros en su preparación.

También son muy famosos en Melide los melindres, exquisitos dulces que tienen como ingredientes harina de trigo, yema de huevo y manteca. Los melindres no están solos como representantes de la repostería tradicional de Melide, que también nos brinda otras exquisiteces que enamorarán a los más golosos, como los almendrados (elaborados con almendras molidas, claras de huevo, azúcar y obleas para la base) y los ricos (que sólo se elaboran en Melide y su comarca y que se caracterizan por su forma alargada). A la repostería tradicional de Melide, en general, y a los melindres, en particular, se les dedica una fiesta en este municipio que alcanzó este año su edición número 33 y que se celebra en el mes de mayo.

La comarca de Ordes es territorio de la trucha, un pez de río que puede degustarse en muchos de los restaurantes de sus municipios. Como ocurre con el queso en Arzúa y con los melindres en Melide, la trucha cuenta con su propia fiesta de exaltación, que se celebra en Sigüeiro, en el municipio de Oroso, en el mes de mayo y que todos los años ofrece un amplio abanico de actividades gastronómicas, culturales y deportivas.
