La Unión Deportiva Barbadás, modesto club de fútbol de un municipio de la provincia de Ourense con poco más de 10.000 habitantes, vivió en su partido de Copa del Rey ante el Real Valladolid un momento mágico del que sus jugadores guardarán como recuerdo incluso las tarjetas que el árbitro Pablo González Fuentes utilizó durante el encuentro.
Poco importó la derrota por 0-2 sufrida ante el conjunto de Primera División (el Barbadás milita en una categoría regional separada por cinco escalones de la que disputa el Valladolid), que por cierto llegó de una forma muy digna. Sí tuvo trascendencia la ilusión con la que los jugadores del modesto club gallego disputaron el partido, una actuación que, como la de otros clubes pequeños, dignifica una competición que algunos equipos de la élite tienen casi por costumbre tirar por la borda.
La felicidad de los jugadores del Barbadás por haber disputado un partido contra un equipo de Primera y por haberlo hecho, en actitud y por momentos en el juego, de igual a igual llegó al punto de que algunos de ellos se acercaron al árbitro González Fuentes, un colegiado acostumbrado a impartir justicia entre las grandes estrellas del fútbol español en la máxima categoría, para pedirle un autógrafo. El árbitro, quizás sorprendido porque, por una vez, los futbolistas se acercaran a él para mostrarle admiración en lugar de hacerlo para protestar, decidió premiar ese gesto de humildad regalándoles sus tarjetas.
Fue la propia Unión Deportiva Barbadás, a través de sus redes sociales, la que compartió con el mundo la imagen de uno de sus futbolistas con una tarjeta amarilla firmada por el árbitro. Ese mismo futbolista se hizo también con una camiseta del Real Valladolid.
«La naturalidad del fútbol. Nuestros jugadores, tras el partido, le han pedido un autógrafo al colegiado del encuentro, quien les obsequió con las tarjetas del partido dedicadas. Un aplauso para Pablo González por este detalle humano», manifestó la UD Barbadás en su perfil de Twitter.
Reconocimiento de Pacheta
Más allá de los trofeos en forma de objetos que se llevaron los jugadores del Barbadás de este bonito partido de Copa del Rey, cabe mencionar el reconocimiento público a su esfuerzo y saber estar que les brindó el entrenador del Valladolid, José Rojo Martín Pacheta.
El conocido técnico, uno de esos que no suele guardarse nada en las ruedas de prensa, hizo hincapié en lo bien que había jugado el Barbadás y en lo mucho que le había gustado el campo de O Couto, terreno ubicado en la ciudad de Ourense donde se disputó el encuentro.
«El Barbadás hizo un partido estupendo y nosotros un partido serio. Un campo bonito el de O Couto», manifestó el entrenador del conjunto pucelano, que quiso destacar la importancia que tiene para él una competición como la Copa del Rey y el respeto con el que deber afrontarse.