A falta de conocer qué castigo legal y deportivo recibe el Barça por el caso Negreira, el escándalo arbitral de los pagos durante varias temporadas a uno de los máximos responsables de quienes se encargan de impartir justicia sobre el terreno de juego ya le pasa factura al club catalán y es que los jugadores blaugranas ya pueden irse acostumbrado a que, como ocurrió en el estadio de San Mamés durante su partido ante el Athletic de Bilbao, les lluevan billetes simulados y cánticos de chanza y denuncia cuando jueguen como visitantes.
Puede que La Liga, con una actitud que algunos considerarán prudente y otros censora, haya hecho todo lo posible para evitar que se vieran las imágenes de los aficionados del Athletic de Bilbao lanzando billetes al campo o que se escucharan los cánticos que los mismos hinchas tributaban al Barça con consignas para reclamar justicia o, directamente, para mandarlos «a segunda». En la era de las redes sociales, ese intento fue en vano y las imágenes de la airada protesta, que también ocurrió en el estadio del Sevilla, corrieron como la pólvora.
Por si el ambiente no estaba ya lo suficientemente tenso y enrarecido antes de que los equipos saltaran al terreno de juego y durante la disputa del partido, el final, con una más que polémica anulación, con el VAR de por medio, de un gol del Athletic que habría supuesto el empate, no hizo más que empeorar las cosas. «Así no tiene mérito ganar títulos», «el fútbol español es una vergüenza» o «el Barça es una mafia» son sólo tres de las muchas frases que pudieron leerse en las redes sociales en referencia a lo ocurrido.
Tampoco ayudaron las declaraciones el entrenador del Barça, Xavi Hernández, al finalizar el partido. El técnico blaugrana llegó a manifestar que se sentía triste por el ambiente hostil que había sufrido su equipo y que no está bien que se juzgue «antes de tiempo».
«Me sorprende el ambiente de hostilidad de San Mamés y me entristece. Juzgar antes de tiempo no es bueno para la sociedad», expuso Xavi en respuesta a una pregunta acerca de los reproches que la afición del Athletic dirigió al Barça.
Clubes y aficionados exigen un castigo ejemplar
El anuncio de que el Real Madrid se personará como parte perjudicada en el proceso judicial en el que derivará la denuncia de Fiscalía al Barça y el de que el propio Gobierno de España hará lo propio a través del Consejo Superior de Deportes han dejado al club catalán totalmente acorralado, toda vez que los demás clubes de La Liga ya habían anunciado su deseo de que se esclarezca lo ocurrido y que, de ser los hechos tan graves como parecen, se castigue a la entidad blaugrana, como persona jurídica, y a todos los implicados en el escándalo.
A juzgar, nunca mejor dicho, por los comentarios que dejaron los aficionados de otros equipos en las redes sociales a raíz de lo sucedido en San Mamés, parece que la del partido ante el Athletic no será la última vez que los jugadores del Barça tengan que soportar un ambiente hostil. Será ese el castigo que soporte el club blaugrana hasta que se complete un proceso judicial que será largo y tedioso.