La vicepresidenta segunda del Gobierno en funciones y líder del partido Sumar, Yolanda Díaz, está muy satisfecha tras la reunión que mantuvo en Bruselas con el prófugo Puigdemont, al que tanto ella como el presidente socialista Pedro Sánchez parecen estar dispuestos a darle casi cualquier cosa con tal de que los votos de los independentistas de Junts per Catalunya les permitan a ambos seguir en sus puestos en la recién comenzada legislatura.
Lejos de taparse un poco tras la avalancha de críticas que suscitó la reunión de una representante pública de todos los españoles con un delincuente fugado, Yolanda Díaz se mostró orgullosa de abrir nuevas vías de diálogo con Puigdemont e incluso habla ya abiertamente de su deseo de crear un estado plurinacional y romper así el orden constitucional al que los españoles llegaron fruto del consenso.
«El diálogo es un método y un compromiso para impulsar avances sociales y para caminar hacia un país plurinacional donde la política sea el centro de las soluciones. Seguiremos hablando, seguiremos buscando salidas en el diálogo y en la democracia», comenta Yolanda Díaz desde su perfil en la red social Twitter, donde también compartió varias fotografías del encuentro con el líder independentista que huyó de España en cuanto sintió el aliento de la Justicia.
Que a quienes no comulgan con el ideario independentista y, en general, a quienes rechazan las políticas de Pedro Sánchez y de sus socios no les iba a gustar la reunión de Díaz con Puigdemont era algo bien sabido, tanto en Moncloa como en Ferraz. Quizás por eso el presidente Sánchez consideró más oportuno enviar a su adlátere de otro partido que apechugar él mismo con las consecuencias de retratarse en actitud de compadreo con un Puigdemont que, paradojas de la vida, será el que decida quién gobierna España.
Respuesta política
La reunión de Yolanda Díaz y Puigdemont desató una oleada de críticas de políticos y ciudadanos, no sólo por el hecho en sí sino también por las funestas consecuencias para España que, según los más críticos, acarreará lo que perciben como un servilismo de Pedro Sánchez y su socia hacia los independentistas y, en general, hacia cualquier político o formación cuyo apoyo necesiten para seguir gobernando.
«El Gobierno, representado por Yolanda Díaz, ha ido a Bruselas a reunirse con un prófugo de la Justicia que no puede entrar en España. Queda constatado que Sánchez prefiere ser presidente con los independentistas que llegar a acuerdos que aporten estabilidad», manifestó el popular Borja Sémper.
La senadora Rosa Gallego le afea a Yolanda Díaz que ponga de relieve la importancia del diálogo tras mantener un encuentro con un prófugo de la Justicia y que, sin embargo, se niegue a establecer cauces de entendimiento con Alberto Núñez Feijóo y con el PP. «No deja de sorprender nunca. Habla de diálogo quien se niega a reunirse con Núñez Feijóo, que ganó las elecciones, y se va a Bruselas a dialogar con un prófugo que no puede venir a España porque sería detenido», comentó en Twitter.
Más contundente aún fue VOX, que llega a reclamar que Yolanda Díaz comparezca ante los jueces por la polémica reunión en Bruselas. «Como siempre hemos defendido, Puigdemont a prisión. Y Yolanda Díaz, a la vuelta, que declara ante un juez por reunirse con un delincuente huido», proponen desde el partido de Santiago Abascal.
Con todo, no será fácil para el Gobierno concederle a Puigdemont y a los suyos todo lo que piden y los juristas a su servicio deberán hacer verdadera ingeniería legal para encontrar encaje legal a demandas como la amnistía o el referéndum de independencia. Pese a ello, la cordialidad reinante entre Yolanda Díaz y Puigdemont invita a pensar que Sánchez logrará su objetivo y será investido con el apoyo de aquellos que, en su momento, llegaron a proclamar la independencia de una parte del territorio nacional.