Un hombre ha fallecido en un hospital de Salamanca como consecuencia de la fiebre de Crimea-Congo, transmitida por la picadura de una garrapata. Aunque esta enfermedad puede transmitirse en ocasiones de humano a humano, lo más frecuente es que sea el mencionado ácaro quien ejerza como vector y eso es lo que, según ha confirmado la Junta de Castilla y León, ocurrió en este caso.
El fallecido, de avanzada edad, ingresó en el hospital de acuerdo al protocolo que se establece para estos casos y que incluye medidas de aislamiento y protección para el personal sanitario encargado de atender al paciente. La Sección de Epidemiología del Servicio Territorial de Sanidad de la Junta de Castilla y León en Salamanca identificó a los contactos del infectado tras el ingreso del mismo en el centro hospitalario para indicarles las medidas que debían adoptar para evitar nuevos contagios.
Es poco frecuente que se dé un contagio entre personas de la fiebre de Crimea-Congo, si bien puede ocurrir en el caso de que haya contacto directo mediante la sangre u otros fluidos corporales con el infectado.
Las personas que mayor riesgo tienen de que les pique una garrapata y, por tanto, de contraer esta enfermedad son aquellas que visitan con frecuencia el monte o zonas boscosas, como puede ser el caso de los cazadores, el de los guardas forestales o el de los senderistas. Utilizar una ropa adecuada y rociarse con un repelente en las visitas al campo son dos de las medidas que ayudan a minimizar el riesgo.