Yolanda Morales, portavoz del partido animalista PACMA: «España es el estercolero de Europa»

Yolanda Morales PACMA

Yolanda Morales, portavoz del partido animalista PACMA, está en contra de cualquier forma de maltrato o explotación animal y, por ello, es partidaria de que actividades como la caza y la tauromaquia e instalaciones como las macrogranjas de cerdos o las granjas peleteras desaparezcan para siempre. Esta activista por la defensa de los derechos de los animales asegura que la caza, además de ser fuente de sufrimiento para seres vivos, genera graves desequilibrios en los ecosistemas e incluso pone en peligro a las personas. En cuanto a las corridas de toros y los festejos populares que tienen como protagonistas involuntarios a los astados, está segura de que la ausencia de subvenciones abocaría a dichas actividades a la desaparición. Sobre el problema de la contaminación que generan las instalaciones en las que se crían especies como el cerdo, esta vegana convencida no duda en calificar a España como «el estercolero de Europa», debido a la gran cantidad de esas macrogranjas que existen en el país. Pese a las dificultades derivadas de la actual legislación electoral y de la politización de las reivindicaciones relativas a los animales en parámetros de izquierda y derecha, Yolanda Morales no pierde la esperanza en que, algún día, habrá diputados y senadores de PACMA.

-¿Cuándo y por qué decidiste dar el paso para ejercer el activismo por los derechos de los animales?

-Mi primer acercamiento con la defensa de los animales ocurrió en el año 2012, cuando vi en Facebook que se buscaba a alguien que aportara un coche para trasladar unas perras que iban a ser rescatadas de una vivienda en la que estaban en muy malas condiciones y llevadas a diferentes casas de acogida. Aunque ya tenía un perro y siempre me habían gustado los animales, en aquel momento no tenía mayor implicación con ellos. Fue al conocer la historia de esas dos perras rescatadas, a las que llamaron Bimba y Lola, como la marca, cuando decidí dar el paso. Las personas que tenían a esas perras tenían una enfermedad mental y las trataban muy mal, incluso con episodios de abuso sexual. Ese rescate hizo que me diera cuenta de la necesidad que había de personas para ayudar a los animales. En Tenerife, que es donde yo vivo, había entonces muchos casos de maltrato. Yo me puse en contacto con personas que ya trabajaban por los derechos de los animales e intenté ayudar en lo que pudiera hasta que di con una protectora que se llama Defensa Animal Tenerife en la que participé activamente durante unos ocho años acogiendo gatos, gestionando casas de acogida y adopciones y, en definitiva, haciendo lo que hiciera falta. En ese momento, yo también estaba terminando la carrera de Periodismo en la universidad y, para una asignatura, me pidieron que le hiciera una entrevista a una persona que considerara un referente. Le hice la entrevista a la coordinadora del partido animalista PACMA en Tenerife y desarrollé una muy buena relación con ella. Empecé a hacer voluntariado dentro del partido y finalmente, en 2018, me convertí yo misma en la coordinadora, cargo que ejercí durante un año y medio y que dejé por motivos personales. Más tarde, ya me alistaron para trabajar y, en 2021, me pidieron que fuera la responsable de prensa.

-¿Qué nota le pondrías a España en cuanto al respeto a los animales?

-Un suspenso claro. En España se ejercen actividades que pueden considerarse perfectamente como formas de maltrato animal legalizadas, como son la tauromaquia y la caza. Ninguna de esas dos actividades es necesaria actualmente. A día de hoy, tenemos suficientes conocimientos y suficientes formas de ocio y no es necesario financiar, ni siquiera ver con buenos ojos, actividades como la tauromaquia. También tenemos suficientes recursos como para saber que la caza, en nuestros días y en nuestro país, no es necesaria y crea más desequilibrios que beneficios. Eso con respecto a la caza y a la tauromaquia, que son las dos actividades crueles más visibles, pero hay que hablar también de los festejos taurinos de los pueblos, donde los animales sufren mucho aunque no siempre mueran durante la actividad como en las corridas de toros; de las matanzas públicas, legalizadas en algunas zonas; de los circos, en los que aunque no se puedan tener animales salvajes sí se pueden tener domésticos; de las prácticas y condiciones nefastas que hay en los mataderos y en las granjas… Una ley que debería haber sido ejemplar y pionera, como es la Ley de Bienestar Animal, se ha quedado en un quiero y no puedo. España es un país al que le queda mucho por aprender en materia de respeto a los animales, sobre todo si se compara con otros países de su entorno que nos llevan bastante ventaja.

-¿Eres partidaria de prohibir cualquier forma de caza o sólo la deportiva o recreativa?

-Si de nosotros dependiera, prohibiríamos totalmente la caza. Entendemos que no se podría acabar con la caza si viviésemos hace 50 años, cuando mucha gente, sobre todo en los entornos rurales, necesitaba salir a cazar para comer, pero actualmente la caza es un hobby. No compensa ni siquiera desde el punto de vista económico. Por ejemplo, sale mucho más caro mantener una rehala de perros que ir al supermercado y comprar el conejo, el pollo o cualquier otro animal para alimentarse. Hoy en día se caza por ocio y, dado que muchos ecosistemas españoles están desequilibrados debido a la actividad cinegética, creemos que la caza es algo totalmente prescindible que quienes formamos parte de PACMA, sin duda, eliminaríamos. Lo primero que haríamos sería eliminar todas las subvenciones a la caza. Las personas con licencia de caza en España no llegan ni al 2% de la población y, sin embargo, existen un montón de ayudas que hacen, por ejemplo, que sacar la licencia sea gratuito para determinados grupos de edad. Para empezar, quien quiera practicar la caza, que se la pague. Por otra parte, nos parece gravísimo que el 85% de la superficie de España sea territorio de caza, por lo que las personas que no practicamos la caza y queremos disfrutar del campo tenemos que andar con cuidado. Además, muchos cotos no están correctamente señalizados o no tienen los permisos al día. No tenemos ni idea de la cuantía real de las subvenciones que recibe el sector cinegético por parte de las administraciones públicas porque los números están totalmente descompensados y no hay cifras realistas sobre cuestiones como el número de clubes de caza que están en funcionamiento. La información sobre la caza baila al igual que baila la información sobre la tauromaquia. Hay un descontrol tremendo sobre una actividad que, además, es inútil en la actualidad. Habrá quienes la consideran más o menos cruel, pero es que además nos perjudica como ciudadanos a quienes no la practicamos y perjudica al medio ambiente, que es algo que nos concierne a todos.

«La caza no es necesaria y crea más desequilibrios que beneficios. Si de nosotros dependiera, la prohibiríamos totalmente»

-Pero los cazadores aseguran que la caza es necesaria para controlar determinadas especies y evitar que proliferen demasiado.

-Hay que analizar la raíz del problema. La caza se ofrece como una solución a un problema que, en gran parte, la propia caza ha ocasionado. La naturaleza es en sí misma equilibrada y el ser humano no tiene que intervenir. Cuanto más metemos la mano los seres humanos más se desequilibran las cosas. Si nos cargamos a los lobos, proliferarán los animales de los que se alimentaban los lobos. En realidad, se quiere cazar al lobo porque ataca al ganado, no por equilibrar la naturaleza. Los seres humanos acabamos siempre mirando por nuestros propios intereses y negocios, pero no prestamos atención a lo que nos dice la naturaleza. Los jabalíes entran en las zonas urbanas porque se les han quitado los recursos al vallarse los campos y necesitan comer. Donde ellos vivían, ahora hay cultivos, granjas o cotos de caza que están cerrados. Pese a que son los seres humanos los culpables de la situación, se hacen campañas públicas para alertar de la presencia de los animales diciendo que son invasores. Ellos podrían estar perfectamente en su zona y nosotros en la nuestra de no haber habido esa interferencia. Además, resulta que en España tenemos 300 granjas cinegéticas en pleno funcionamiento para repoblar los cotos de caza con animales, entre ellos jabalíes. En Cataluña hubo muchos problemas con los conejos porque los agricultores decían que les destrozaban los cultivos y querían utilizar un tipo de veneno que era altamente agresivo para toda forma de vida. Pues bien, resulta que en el mismo año en que ocurrió todo eso se había autorizado la caza de 20.000 zorros. ¿Y cuál es el depredador natural del conejo? Pues el zorro. Y por si todo esto fuera poco, se conoció que se habían repoblado los cotos con conejos procedentes de las granjas cinegéticas. Dicen que hay que cazar animales para evitar la superpoblación y, al mismo tiempo, repueblan el campo con ellos para después matarlos. Esto es la pescadilla que se muerde la cola. En PACMA creemos que hay que escuchar a los científicos y unificar criterios entre ellos, las protectoras de animales y las administraciones públicas.

-Otra de las justificaciones de los cazadores es la de que comen lo que cazan y que es mucho más respetuosa con la naturaleza la caza que, por ejemplo, las macrogranjas en las que se crían animales para la alimentación.

-La verdad es que esa es una cuestión complicada para nosotros, porque PACMA es un partido formado por gente que no consume animales. Nosotros estamos en contra de la caza y también de las granjas, porque entendemos que ambas suponen una forma de sobreexplotación animal. No tiene sentido que un cazador, después de acribillar a un animal en el monte o de dejarlo agonizando malherido, venga después diciendo que le preocupa el bienestar animal en las granjas. Lo de que comen lo que cazan nos parece simplemente un pretexto. Además, el porcentaje de la carne que se consume en proporción a los animales que se cazan es muy bajo. Dudo mucho que los cazadores basen gran parte de su dieta en lo que cazan.

-¿Sois veganos todos los miembros de PACMA?

-No hay que se vegano ni vegetariano para ser afiliado de PACMA. Ahora bien, sí que exigimos que todos nuestros coordinadores y cargos de responsabilidad sean veganos o, al menos, vegetarianos en transición hacia el veganismo. Es una cuestión de coherencia, porque el fin último de nuestro partido es la defensa de todos los animales. No tiene sentido defender a los perros y, por otro lado, comernos a las vacas. La gente que llega a PACMA con ganas de colaborar e implicarse ya lo hace bajo esta premisa.

«La Ley de Bienestar Animal se ha quedado en un quiero y no puedo»

-¿Tú nunca consumiste carne?

-Sí que la consumí, como la mayoría de las personas que somos veganas actualmente, porque me crie en un entorno en el que se consumía carne con normalidad. Es muy raro que una persona nazca en un entorno en el que no se consuman animales. Son las experiencias de la vida y la información lo que hace que una persona dé el paso para hacerse vegana. Hubo un tiempo en el que yo ya había dejado de consumir carne pero en el que sí que consumía, por ejemplo, animales marinos, huevos y derivados lácteos, pero al final llegó un día en el que decidí dejarlo todo y tener una alimentación totalmente basada en plantas.

-Volviendo a la caza, PACMA, además de denunciar el sufrimiento animal que conlleva, alerta de los accidentes que ocurren con las armas de fuego y que han llegado a ocasionar la muerte de cazadores e incluso la de personas ajenas a la práctica cinegética.

-La caza es también un peligro para los humanos. Los accidentes de caza han aumentado mucho en los últimos años. Sobre todo afectan a los propios cazadores, obviamente, porque son los que más se exponen, pero también hay casos de personas que han resultado heridas o que incluso han fallecido que son totalmente ajenas a la práctica cinegética. Sobre esto último se me viene a la cabeza el caso de una señora que estaba en su casa de la localidad de Deia y que murió a causa de una bala disparada por un cazador que entró por la ventana. Al listado de víctimas en el que están los animales cazados, en primer lugar, y las personas hay que sumar a los animales que se utilizan para cazar y que muchas veces también resultan malheridos o muertos, como son los perros, los halcones y los hurones.

-Aunque PACMA está en contra de toda forma de caza, hace especial hincapié en modalidades que considera especialmente crueles, como es el caso de la caza del zorro de la que en comunidades como Galicia incluso se organizan campeonatos en los que gana la cuadrilla que más animales mata.

-Es verdad que, dentro de la caza, hay modalidades que son más crueles que otras y, para nosotros, la caza del zorro es una de ellas. En el caso de la caza del zorro es imposible para nosotros no empatizar con el animal, al que se le saca con perros de su madriguera, donde a veces tiene a sus crías, para después matarlo a tiros. En todo caso, nosotros no queremos centrarnos en algunas modalidades de caza y dejar otras de lado. Somos partidarios de que, directamente, se prohíba toda forma de caza. En otros países se hizo y no pasó absolutamente nada.

animalista Yolanda Morales

-Hablemos ahora de la tauromaquia, que, aunque tiene muchos detractores, tiene también a muchos defensores que la consideran parte de la cultura española y una tradición que debe preservarse. ¿Creéis posible que la tauromaquia desaparezca algún día en España?

-Creo que, socialmente, cada vez cala más la idea de que la tauromaquia va a desaparecer pero, si se analizan los datos, la situación resulta bastante preocupante. Aunque la idea colectiva de que hay que acabar con la tauromaquia porque es una barbaridad está ahí, la realidad de los números nos demuestra que su fin no está tan cerca como podría pensarse. Hay personas muy influyentes y adineradas, como pueden ser empresarios y políticos, que se lucran, de manera directa o indirecta, de la tauromaquia. Por esas personas y por el amparo legal, que es lo primero con lo que nosotros queremos acabar para que deje de recibir financiación pública, es por lo que la tauromaquia aún no ha desaparecido. Si no recibiera ayudas de las administraciones, en muchos sitios, caería por su propio peso. De hecho, los picos de asistencia a las corridas de toros se dan sólo en las grandes ferias, como pueden ser la de San Isidro en Madrid o la de San Fermín en Pamplona. Yo creo que será incluso más difícil acabar con los festejos taurinos de los pueblos, que al final son también tauromaquia, que con las corridas de toros propiamente dichas. Ese tipo de festejos tienen una mayor aceptación social, porque en la mayoría no se ve morir al animal y no se ve la sangre, pero el toro sufre igual y, a veces, aunque no sea la finalidad del evento como ocurre con las corridas, también acaba muriendo. ¿Se dará el fin de la tauromaquia? Sí. ¿Cuándo? No lo sabemos.

«En realidad, se quiere cazar al lobo porque ataca al ganado, no por equilibrar la naturaleza»

-Pero en el debate sobre la tauromaquia hay muchas personas que se posicionan a favor o en contra, no por los animales, sino por cuestiones políticas. Las personas de derechas y que sienten España como su patria tienden a estar favor y aquellas que son de izquierdas o que no se sienten españolas tienden a estar en contra. ¿Perjudica a PACMA esa politización?

-Es un debate muy interesante que hemos tenido en PACMA. Tradicionalmente se piensa que las izquierdas están más vinculadas a la defensa de los animales y las derechas a lo contrario, pero yo misma conozco personas que son de derechas y que apoyan a sus partidos en todo menos en aquello que tiene que ver con los animales. También hay gente de izquierdas que está lejos del animalismo e incluso Podemos ha abogado por la caza social y por hacer que nadie que quiera practicarla tenga impedimentos económicos para ello. Por esa politización es por lo que siempre ha existido la controversia sobre si PACMA es de izquierdas o es de derechas. Pues no, ni una cosa ni la otra. PACMA es un partido transversal progresista. Nosotros entendemos que la defensa de los animales es algo que debe concernir tanto a las izquierdas como a las derechas. Los animales deben de estar al margen y, por eso, es un error comprar ese pack ideológico de que si eres animalista tienes que ser de izquierdas. No tiene nada que ver, por ejemplo, estar a favor de la defensa de los animales con ser proabortista o con ser laico. Como dije, esa politización es muy peligrosa para la causa animalista. Entren los jóvenes, por ejemplo, hay muchos que apoyan la tauromaquia no porque les guste o les atraiga de algún modo sino, simplemente, porque creen que defenderla es defender una determinada ideología política.

-PACMA, de hecho, ha criticado mucho a partidos políticos de izquierdas que sólo se preocupan por los animales en campaña electoral. Entre otras cuestiones, fuisteis muy críticos con la Ley de Bienestar Animal, que consideráis absolutamente de mínimos.

-Yo siempre digo lo mismo y es que ojalá nunca PACMA tuviera que existir y que ojalá que, a la hora de votar, quienes tienen como una de sus prioridades la defensa de los animales tuvieran varias opciones para traducir ese compromiso con su voto. Pero es que año tras año vemos que si el resto de los partidos hablan sobre los animales lo hacen sólo para ilusionar durante una campaña electoral. Nos fastidia ver cómo hay políticos que se hacen la foto con el perrito cuando están en campaña y después de haberse pasado cuatro años de gobierno financiando una barbaridad como es la tauromaquia. La realidad es que les da exactamente igual lo que sufran el toro que está en la plaza o los animales que se cazan. Para nosotros, tanto la política como el partido PACMA son herramientas para conseguir un objetivo, que es el de que, de una vez por todas, se respete a los animales en este país. Países que se consideran socialmente menos avanzados que España han progresado más en lo referente a los derechos de los animales. Ése es el caso de Colombia, donde se ha prohibido la tauromaquia. Ya si hablamos de países como Alemania o Países Bajos, donde hay incluso ambulancias para los animales, la distancia es aún mayor.

«No tiene sentido defender a los perros y, por otro lado, comernos a las vacas»

-Además de criticar la caza y la tauromaquia, PACMA también ha denunciado lo que ocurre dentro de las macrogranjas. ¿Son ese tipo instalaciones muy abundantes en España?

-Recuerdo que hace unos años, al entonces ministro de Consumo Alberto Garzón se le ocurrió decir que en España comíamos demasiada carne. Ni siquiera hizo alusión alguna al veganismo o a que hubiera que obligar a la gente a consumir menos carne, pero lo lincharon de forma desproporcionada. Dejando al margen las cuestiones éticas y centrándonos en las medioambientales, hay que decir que la ganadería es ya el cuarto sector más contaminante del país. Del mismo modo que se recomienda ahorrar agua o usar recipientes de cartón para cuidar el planeta, debería recomendarse moderar el consumo de carne. España es el estercolero de Europa, el país que más cerdos cría y exporta, y eso tiene consecuencias medioambientales muy graves.

-PACMA también reclama el cierre de las granjas de peletería.

-Todo aquello que conlleve sufrimiento y maltrato animal y sea una actividad que se realiza por ocio, por gusto, por diversión, por negocio o por estética es algo que nosotros somos partidarios de cortar de raíz. Ese es el caso de la peletería, pues existen gran cantidad de alternativas sintéticas que podemos utilizar actualmente. Y eso que las alternativas sintéticas, aunque no son crueles con los animales, tampoco quedan libres del todo, pues en muchos casos son contaminantes. Corresponde a los gobernantes trabajar para que las alternativas en el sector textil o las que existan para el sector ganadero sean sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. Por supuesto, en PACMA somos partidarios de acabar con las granjas peleteras. En España quedan ya muy pocas.

«Si la tauromaquia no recibiera ayudas de las administraciones, en muchos sitios, caería por su propio peso»

-Con respecto a los zoológicos, ¿cuál es la postura de PACMA?

-Hace poco hablé con un cuidador de un zoológico que me hizo una reflexión muy interesante a la que yo le di la razón. Dijo que mientras existan los zoológicos, será mucho mejor que las personas que trabajen en ellos sean amantes de los animales. Efectivamente, tiene razón en eso, del mismo modo que mientras existan mataderos siempre será mejor que en ellos haya veterinarios que velen por moderar el sufrimiento de los animales. Si a un animal no se le puede reinsertar en su entorno natural, entiendo que tenga que existir un lugar en el que se hagan cargo de él, pero a ese lugar yo no le llamaría zoológico, porque los zoológicos los veo como establecimientos para hacer negocio con animales que tienen algún tipo de interés turístico. No hay zoológicos con cerdos o con perros, porque son animales habituales que estamos cansados de ver. A los zoológicos se llevan animales exóticos que hagan que la gente pague para poder verlos. En PACMA no abogamos por el cierre de los zoológicos sino por su reconversión en centros de protección de especies para animales que no pueden vivir en su entorno natural o en libertad.

«Si el resto de los partidos hablan sobre animales, lo hacen sólo para ilusionar durante la campaña electoral»

-Pese a que cada vez hay más gente concienciada con el respeto a los animales, PACMA sigue sin tener representación parlamentaria. ¿A qué crees que se debe? ¿Crees que algún día tendremos diputados o senadores de PACMA?

-Siempre es bueno hacer autocrítica y analizar los contextos. Creo que podemos atribuir buena parte de la responsabilidad de esa ausencia parlamentaria de PACMA a la legislación electoral actual, que nos lo pone muy complicado. Seguramente la ley está hecha precisamente para eso, para que los partidos grandes siempre estén en el poder y para que los partidos pequeños tengamos que hacer esfuerzos absolutamente titánicos para poder siquiera presentarnos a las elecciones. Tenemos que autofinanciar nuestra campaña mientras otros lo hacen con dinero público y nos cuesta una barbaridad llegar a la gente a través de los medios de comunicación tradicionales. También es necesario, para que PACMA algún día obtenga representación, que la sociedad se conciencie de una vez de la importancia del medio ambiente y de proteger a los animales, con los que mantenemos una relación simbiótica y que son más débiles que nosotros.

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